Brasil seguirá sumergida en crisis económica durante el 2016, así lo ha dicho la presidenta brasileña Dilma Rousseff y además culpó a las turbulencias en las economías globales de la situación. «Espero una situación mejor para el año próximo, pero no hay cómo garantizar que el ambiente sea maravilloso, porque seguramente no será así», dijo […]
Brasil seguirá sumergida en crisis económica durante el 2016, así lo ha dicho la presidenta brasileña Dilma Rousseff y además culpó a las turbulencias en las economías globales de la situación.
"Espero una situación mejor para el año próximo, pero no hay cómo garantizar que el ambiente sea maravilloso, porque seguramente no será así", dijo la mandataria; también reconoció que Brasil "va a seguir teniendo muchas dificultades".
Dilma Rousseff también aseguró que "no se sabe cuál será la repercusión de todo lo que está ocurriendo en la economía internacional" mencionó especialmente de las turbulencias que afectan el mercado de China, que es el principal destino de las exportaciones brasileñas.
Rousseff señaló que el país se encuentra al borde de una recesión económica y que este año cerrará con una contracción de al menos un 1,5 %, de acuerdo con datos oficiales.
La mandataria brasileña dijo que se siente esperanzada en que la situación mejore luego de que apliquen un nuevo plan de ajuste fiscal con el que se espera recortar el gasto público y aumentar la recaudación de impuestos
La situación económica en Brasil es muy delicada y ha causado gran malestar en la población, eso se suma al escándalo de corrupción en la estatal Petrobras, en el que están implicados varios políticos del partido oficialista.
La imagen de Rousseff, quien fue reelegida el año pasado, ha quedado muy dañada y la aprobación ha caído al 8 %.
La situación ha desencadenado que miles de personas salgan a la calle a pedir la destitución o renuncia de la mandataria.
Por otra parte el vicepresidente brasileño, Michel Temer, dijo que un juicio político a la presidenta Dilma Rousseff era "inconcebible".
Varios sondeos de opinión han demostrado que los habitantes de Brasil están a favor de someter a Dilma Rousseff a un juicio político.
El vicepresidente dijo que la mandataria le pidió que siguiera siendo el enlace de su Gobierno con su coalición en el Congreso en una nueva fase ahora que se aprobó la legislación de austeridad fiscal. Temer anunció un día antes que abandonaría su rol como coordinador político entre Dilma Rousseff y el Congreso.