
La festejada lució nerviosa
Ciudad de México, (LMSHow.com).- Caos absoluto es la frase que define el ambiente que se vive en las primeras horas del festejo por los XV años de Rubí Ibarra en La Joya, San Luis Potosí.
Los cien medios de comunicación que dan cobertura al evento viral, han rebasado la logística y seguridad a tal grado que la misa de acción de gracias, estuvo a punto de cancelarse ante el desorden derivado por la sola presencia de la quinceañera.
Las dificultades iniciaron desde la mañana, pues mientras Rubí era maquillada por el prestigiado Alfonso Waithsman, afuera de su casa ya se hacían vallas de periodistas para poder obtener las primeras impresiones de la joven, quien a su salida fue invadida por el nerviosismo reflejado en el rostro y optó por guardar silencio.
“¡Háganse para atrás!”, gritaba constantemente uno de los familiares de la festejada con tal de abrirle paso.
Al llegar al ejido donde se ofició la ceremonia religiosa, la historia no fue diferente, pues de nueva cuenta la prensa hizo de todo con tal de obtener las mejores imágenes de la muchacha, mientras que su familia, especialmente su mamá, lucían muy incómodos.
El sacerdote encargado de oficiar la ceremonia, se vio molesto por el paso constante de ajenos ante el altar y por más que pidió prudencia, casi nadie le hizo caso, hasta que amenazó con cancelar el acto.
Finalmente, Rubí pudo ser presentada ante Dios, pero al finalizar la ceremonia, el caos se hizo presente de nueva cuenta y no faltaron los reclamos por parte de algunos periodistas ya cansados de la negativa de la familia.
Incluso, ha circulado un video en donde señalan que la señora Anaelda García, madre de Rubí, ha sido grosera con quienes desean felicitar a su hija. En las imágenes se pude escuchar a la señora decir “ya, ya, ya, ya” mientras decenas pretendían fotografías a su hija.
FOTO: Tomada de Internet