
La maquinaria de deportación del gobierno amenaza con degenerar en la injusticia.
Los Ángeles, (POLÍTICA PARA MI).- Las redadas, detenciones y deportaciones de las últimas semanas comprueban que la nueva política migratoria del presidente Donald Trump, hace prácticamente a cada persona deportable una prioridad para la deportación
Bajo la nueva política, cada inmigrante que ha sido condenado por cualquier crimen, no importa cuán mezquino o viejo, podría ser deportado, sin que se apliquen los principios de la proporcionalidad, la discreción, ni siquiera la idea de que algunas convicciones son injustas.
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Dentro de los planes de Trump de la expansión de agentes migratorios, y de colocar a oficiales estatales y locales, significa que estos agentes sin el debido entrenamiento en funciones migratorias de repente serán los que decidan quién se queda y quién se va.
En su editorial de esta semana, Luisa Collins, vicepresidenta de Noticias, señala que esta maquinaria de deportación es en detrimento de los más arraigados valores estadounidenses, y amenaza con degenerar en la injusticia.
Mientras muchos inmigrantes tienen motivos para vivir atemorizados, también lo deben estar los estadounidenses que creen en un país comprometido con la aplicación sensata y proporcionada de las leyes.