
La reventa, que es ilegal en México, subió los precios de los boletos en el estadio de las Chivas a más de diez veces su valor original
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Guadalajara, México. (ICITUS). Para ver a Chivas en la final de vuelta del Clausura 2017, hay que empeñar hasta a la suegra. Los precios que la directiva de Chivas anuncio para el partido definitivo por el título del futbol mexicano no tienen nada qué ver con los que se ofrecen en la reventa, que se anuncia en Internet, donde se ofertan con incrementos estratosféricos.
Y cabe recordar que en México la reventa de entradas para espectáculos público es ilegal.
Nada más ver que el lugar con la visibilidad más lejana de todo el estadio Chiva es cualquiera de las dos cabeceras en el lado de las porterías, en la última sección del recinto, donde los boletos en taquilla tenían un costo de 22 dólares, pero en la reventa se ofertan hasta en 270 dólares.
Ahora que si el deseo del aficionado es estar en la parte central del estadio, aunque aún cercano a la parte más alta, los boletos originalmente costaron 41 dólares, mientras que en la reventa se ofrecen en 540 dólares.
La situación se pone peor si el amor a la playera quiere estar más cerca del campo. Aunque sea en la cabecera baja, donde los boletos en taquilla costaban 50 dólares, pero en reventa cuestan 650 dólares.
Y claro que si lo que se quiere son boletos en la parte baja y central del campo, que en taquilla aparecían a 105 dólares, en reventa aparecen anunciados hasta en 810 dólares.
Por supuesto que queda un lugar para los más exigentes; el equivalente a lo que en el futbol americano sería la yarda 50, donde los boletos que entaquilla costaban 96 dólares, en la reventa hay que sacudir los bolsillos con mil 500 dólares por ticket.
Con esos precios para la afición chiva, más vale que el rebaño sea campeón, será la única manera de olvidar los meses de endeudamiento por una loca pasión futbolera.
Arturo Salgado Gudiño