La ventaja del Rebaño fue aniquilada por ese asesino del área que es André-Pierre Gignac
Monterrey, México. (ICITUS). Pocos apostaban por las Chivas más allá de sus aficionados más fieles. Y quizá tenían razón. Nada está escrito porque faltan 90 minutos, que se jugarán el próximo domingo en Guadalajara, pero el Rebaño tiene la certeza de que pudo llevarse media corona del Estadio Universitario en el que ganaba 2-0 hasta el minuto 84, y con lo que llegó a casa es con un empate 2-2.
Y si el resultado es inesperado y atípico (porque hay que recordar que en todo el torneo sólo una vez los regios recibieron dos goles, de parte del América), la forma en la que cayeron las anotaciones de Chivas es todavía más inverosímil: dos errores de Nahuel Guzmán, su cotizado portero seleccionado argentino.
Pero así como Guzmán contribuyó con lo inesperado, el astro francés de los Tigres, André-Pierre Gignac, devolvió a la normalidad el encuentro con los dos tantos que acerca a su equipo al título.
El marcador lo abrió Alan Pulido y aquí podríamos recurrir al lugar común y decir que para que la cuña apriete tiene que ser del mismo árbiol. Pero lo cierto aquí es que ese gol parece más bien una revancha contra el equipo que hizo sufrir al delantero que luchó incluso ante la FIFA contra un contrato que los Tigres trataron de imponerle.
Fue en el minuto 22, un centro que llegó desde la izquierda encontró un débil remate en el área felina. Débil pero incómodo. Pero el rechace del portero fue contra todo lo que entrenan los cancerberos, de puños justo al centro del área en donde estaban dos rivales. El contrarremate de Pulido fue por arriba para terminar en el abrazo de la red.
El segundo gol fue en esos minutos en los que nadie quiere que le caiga un gol. Y otro error de Guzmán, quien rechazó de nuevo hacia el centro un centro que llegó esta vez desde la derecha. El rebote del portero, de nuevo al corazón del área, fue contrarrematado por Rodolfo Pizarro en el minuto 42.
Las Chivas trataron de imponer su estilo de control del balón y se multiplicaron en defensa procurando contener a unos Tigres que de todas formas no estaban atacado mucho, pero eso sí, sin desesperación.
El primero de Gignac cayó en el minuto 84. Damián Álvarez desbordó por la izquierda y centro. Gignac se deshizo del primer rival con un empujón y remató sobre la marca del segundo con una técnica impresionante. Y apenas tres minutos después hizo el segundo en una jugada en la que desde su propia área el balón viajó hasta el otro lado de la cancha. Gignac se adelantó a la marca, encaró la salida del portero Rodolfo Cota, a quien eludió y cayéndose tiró hacia el arco.
El partido definitivo será el domingo en el estadio de las Chivas en Guadalajara, en donde el Rebaño suele dar sus mejores partidos.