Ni las inversiones millonarias han servido para acercar a los felinos a los números de los equipos grandes
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Monterrey, México. (ICITUS). Porque 53 millones de dólares no son suficientes. Nadie lo duda. Tigres presume finales y más finales desde que el proyecto chequera se puso en marcha, el problema es que los trofeos de campeón nada más no se amontonan en las vitrinas del Volcán.
Desde 2011, los felinos de Ricardo Ferretti se han parado en el partido por el título en ocho ocasiones. Cinco veces en la final de la Liga MX y tres más en torneos internacionales.
Y el balance felino es muy pobre para los millones que acostumbran tener sobre la cancha.
Apenas tres campeonatos de ocho disputados, todos de Liga, donde han perdido, con la de Chivas dos finales.
En el ámbito internacional la cosa se pone peor. Tigres ha llegado a la final de torneos de la estatura de la Copa Libertadores de América, en 2015, o de la Concachampions para asistir al Mundial de Clubes, en 2016 y 2017, y en todos se ha tenido que conformar con el subcampeonato.
De hecho, en el presente semestre, Tigres y su constelación de estrellas fracasó en los dos torneos que jugó al caer en la final de la Concachampions ante Pachuca, y ahora en la final de la Liga contra las Chivas.
Así que muchas goleadas, un Volcán lleno toda la campaña y muchas estrellas sobre la cancha, pero para ser un equipo grande los trofeos son los que mandan y ahí los Tigres son tiernos cachorros que de vez en cuando coleccionan una que otra medalla.
Arturo Salgado Gudiño