Uno de los principales objetivos de los Juegos Olímpicos es promover la fraternidad, y construir un mundo mejor a través del deporte, en un espíritu de paz, excelencia, amistad y respeto. Ese espíritu de paz es precisamente lo que se ha visto, en el aspecto político como también en el deportivo, en las Olimpiadas de […]
(NOTICIAS YA).-Uno de los principales objetivos de los Juegos Olímpicos es promover la fraternidad, y construir un mundo mejor a través del deporte, en un espíritu de paz, excelencia, amistad y respeto.
Ese espíritu de paz es precisamente lo que se ha visto, en el aspecto político como también en el deportivo, en las Olimpiadas de invierno que se celebran actualmente en la ciudad surcoreana de PyeongChang.
Las dos Coreas han desfilado juntas bajo una misma bandera con el mapa de la península, y el líder norcoreano Kim Jong-un envió a su hermana, Kim Jong-jong, como cabeza de la delegación de Corea del Norte.
En los espectáculos que abrieron y cerraron la ceremonia celebrada el símbolo de una paloma se repitió una y otra vez, hasta el final en que una paloma de paz gigante iluminó el cielo nocturno.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in describió estos Juegos como un "festival y celebración de la paz".
La muestra de unidad no se perdió en el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, quien dijo que Corea del Norte y Corea del Sur habían establecido un "gran ejemplo" para enviar "un poderoso mensaje de paz".
Durante los juegos, que se habían iniciado el viernes anterior, se celebró el sábado 10 de febrero la primera reunión diplomática entre las dos Coreas en más de una década.
Es más, Kim hasta invitó a Moon a visitar Pyongyang más tarde este mismo año.
En Al Rescate, la vicepresidenta de Noticias, Luisa Collins, resaltó que los analistas más pesimistas piensan que, una vez, terminen los Juegos Olímpicos, Kim Jong-un volverá a su actitud hostil y toda esta fraternidad se venga abajo.
Pero otros más optimistas, ven la unidad olímpica de las dos Coreas como una oportunidad para amansar a Kim-Jong-un, y convencerlo a participar en negociaciones para que detenga su plan nuclear.
Eso aliviaría también las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte, que han escalado el último año, sobre todo por los ataques verbales entre el líder norcoreano y nuestro presidente Donald Trump.