«500 dólares y será un fantasma» dijo en el trato sin saber que era el FBI
(NOTICIAS YA).-Con 500 dólares quería que su vecino, un hombre afroamericano, "fuera un fantasma", y quería algo más, "pon una cruz en llamas en el jardín donde lo dejes colgado, y una pistola de 9 mm con balas", le dijo a un supuesto asesino a sueldo, sin saber que estaba iniciando su camino a la prisión.
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Brandon Cory Lecroy, residente de Hodegs, Carolina del Sur y de 25 años, contactó a un grupo nacionalista blanco, el eufemismo moderno de los nazis y racistas, con el fin de concretar un contrato: estaba buscando a alguien que asesinara a su vecino.
Su único motivo aparente, por el momento, es que su vecino era afroamericano.
Los documentos de la corte, reporta Post and Courier, detallan el complot con el que Brandon, blanco, quería acabar con su vecino, negro.
Un informante confidencial le dio el dato a agentes del FBI. Un hombre de Hodges estaba en charlas con supremacistas blancos para conseguir asesino a sueldo. En marzo 20, un oficial del FBI inició una operación encubierto, y se hizo pasar por el indicado para la tarea.
En una llamada telefónica grabada y que forma parte del caso presentado ante la corte, Lecroy le dice al agente que "500 dólares y él es un fantasma". En esa misma llamada pedía otras dos cosas, que pusiera una cruz en llamas en el jardín de enfrente y que a su víctima, su vecino a quien solo se le conocía como "FJ", lo colgara de un árbol.
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Días después, el agente del FBI y Lecroy hablaron de nuevo sobre el plan. Fue entonces que Lecroy le pidió un arma de 9 mm con dos cartuchos. Quería un arma “fantasma”, que no se pudiera rastrar pero que no fuera robada.
“Lecroy le dijo al agente que tendría más trabajos para él en el futuro”, decían los papeles en la corte.
El 9 de abril, Lecroy se reunió con el agente y le dio un pago inicial de 100 dólares, “bajo el entendido de que formaría parte del pago por asesinar a su vecino”, según documentos. Discutieron también sobre “futuros blancos” para los demás trabajos de los que habían hablado por teléfono.
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El mismo día, Lecroy fue detenido. Fue su primer arresto en el estado de Carolina del Sur de acuerdo a los registros criminales del estado.
Un juez federal envió la orden para que a Lecroy se le realizaran pruebas psicológicas y determinar si se encontraba en condiciones para presentarse a un juicio, donde de encontrarse culpable podría ser encarcelado 10 años y multado con 25 mil dólares.