Ese día, la temperatura estaba a 97 grados Fahrenheit en Dallas
(NOTICIAS YA).- Un niño de 13 años murió repentinamente durante una práctica de fútbol americano en su escuela. A pesar de que todavía no se determina la causa de su muerte, varias personas culpan al intenso calor que había esa tarde.
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Se trata de Kyrell McBride-Johnson que de acuerdo con los médicos, sufrió una "emergencia médica" en el campo de fútbol de la escuela intermedia Summer Creek. en Dallas, Texas.
De acuerdo con las autoridades, el niño empezó a convulsionar y los entrenadores al ver lo ocurrieron le empezaron a hacer resusitación cardiopulmonar, pero no tuvo respuesta alguna.
Los paramédicos llegaron al lugar y luego fue llevado a un hospital local.
Kyrell fue pronunciado muerto alrededor de las 7:30p.m., pero por ahora, la causa de muerte no ha sido definida, de acuerdo con las autoridades del condado Tarrant.
Ese día, la temperatura estaba a 97 grados Fahrenheit en Dallas.
"Que descanse en paz, como él estaba practicando y la temperatura estaba en 97 grados ese día, pudo haber sido posiblemente un infarto en el corazón", dijo un usuario llamado Pink al Daily Mail.
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"Texas tiene alta humedad y altas temperaturas. Algunos entrenadores piensan que los descansos con agua harán que se recuperen. Yo siempre le llevaba un termno con agua helada a mi hijo. Al entrenador no le gustaba mucho", dijo un usuario llamado NabyBean en la página de Fox News.
La madre del niño vio el horrible momento cuando su hijo se colapsó en medio de la práctica, corrió hacia donde estaba él con agua para intentar ayudarlo. Monica McBride-Debbs, le dijo a NBC 5 que su hijo no tenía problemas en el corazón y que tampoco había usado un inhalador para respirar bien en años.
McBride-Debbs dijo que ella vio el momento cuando su hijo le hizo una señal como si estuviese pidiendo agua y se estaba moviendo erráticamente. Ella le dijo a NBC 5 que su hijo tenía un corazón de oro y que en su hogar le encantaba entretener a sus cinco hermanas con sus cantos, actuaciones y bromas.
La mamá dijo que su hijito jugaba fútbol desde que tenía los 7 años.
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"De la nada, el me dijo, 'Mamá, quiero intentar para ser delantero y correr de vuelta", dijo McBride-Debbs. "Ellos me van animar, decir mi nombre. Yo quiero que ellos llamen mi nombre".
En el 2017, siete jugadores de fútbol de escuelas secundarias fallecieron por incidentes no relacionados con un juego, de acuerdo con el Centro Nacional de Investigación de Lesiones Deportivas, por problemas cardíacos, insolación u otras causas.
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