
Cuando un terrorista comenzó a disparar dentro de una sinagoga en California que mató a una persona e hirió a 3 más, Lori Kaye saltó a proteger al rabino, poniéndose entre él y el atacante. LEE: Tiroteo en sinagoga cerca de SD deja 1 muerto y 3 heridos La mujer de 60 años fue baleada […]
(NOTICIAS YA).- Cuando un terrorista comenzó a disparar dentro de una sinagoga en California que mató a una persona e hirió a 3 más, Lori Kaye saltó a proteger al rabino, poniéndose entre él y el atacante.
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La mujer de 60 años fue baleada en la sinagoga y murió en un hospital cercano, luego del tiroteo del sábado 27 de abril en la Congregación Chabad en Poway, al norte de San Diego.
Cuando el rabino Yisroel Goldstein de 57 años recibió disparos en la mano, Kaye saltó a protegerlo. El rabino sufrió heridas de defensa en sus dos dedos índices y de acuerdo con las autoridades, es probable que pierda uno de ellos.
Uno de los miembros de la congregación, Roneet Lev, dijo que Kaye asistió a los servicios del sábado para decir una plegaria Kaddish para su madre, quien murió en noviembre. Su esposo, el cual es un médico, se apresuró a la escena para ofrecer primeros auxilios luego de que escuchó sobre el tiroteo; sin embargo cuando se dio cuenta que su esposa era una de las víctimas, se desmayó.
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Las víctimas heridas
Entre los heridos se encuentran Noya Dahan de 9 años, una pequeña que recibió heridas en la pierna y el la cara. Su familia se mudó a EE.UU. desde Israel hace 8 años para vivir en una comunidad más segura, luego de que sus padres fueran heridos por cohetes. Hace algunos años la casa de los Dahan fue vandalizada con esvásticas y ahora la familia no se siente segura en el país americano.
De la misma forma Almog Peretz, el tío de la pequeña Noya, recibió heridas de metralla mientras intentaba proteger a su sobrina. Peretz llegó desde Israel a visitar la ciudad por el Pésaj y al ver que el terrorista estaba apuntando su arma a los niños, abrió las puertas grandes, le gritó que se saliera y ayudó a llevar a los niños a una casa cercana para que se escondieran. Dos de los niños permanecieron perdidos por casi 1 hora después del tiroteo, porque continuaban escondiéndose. Peretz aseguró que si el rifle del atacante no se hubiera trabado, los niños hubieran sido baleados.
De acuerdo con testigos, el rabino Yisroel Goldstein pidió unidad y rezó por la paz incluso después de recibir los balazos. Minoo Anvari, una refugiada de Irán y miembro de la Congregación, dice que su esposo presenció el ataque y que las palabras del rabino al asesino fueron: “Estamos unidos”.
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