En junio de 2012 mientras Frank y Barbara Pinto estaban preparando una boda en su propiedad, vieron a un adorable perro llegar corriendo a la locación. La pareja se dio cuenta que el animal estaba muy bien cuidado y asumieron que era de alguien, lo que jamás imaginaron es que detrás de su historia había […]
(NOTICIAS YA).- En junio de 2012 mientras Frank y Barbara Pinto estaban preparando una boda en su propiedad, vieron a un adorable perro llegar corriendo a la locación. La pareja se dio cuenta que el animal estaba muy bien cuidado y asumieron que era de alguien, lo que jamás imaginaron es que detrás de su historia había un asesinato.
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El 1 de julio de 2012 en Harrisburg, Pennsylvania; a unas 72 millas de donde se llevaba a cabo la boda a la que llegó el perro llamado Mutley, su dueño Frank Spencer fue asesinado en la puerta de su casa; según reporta 48 Hours.
Spencer había sacado a pasear a su perro cuando fue asesinado y el atacante o atacantes se llevaron a Mutley. Sin embargo el animal, posiblemente oliendo la comida de la fiesta, logró escapar de los criminales.
Tras el hallazgo del cadáver y el avistamiento del perro, la mayoría de los amigos de Spencer indicaron que sospechaban de María Spencer, la exesposa de la víctima e hija de rumorado matón de la mafia, Rocco Franklin.
De acuerdo con algunos testigos la pareja se había separado 3 semanas antes del asesinato y María había amenazado de muerte a su marido por años, usando el nombre de su padre para intimidarlo.
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Cuando la policía llegó a la escena del homicidio descubrió un guante de limpieza con el ADN de María Spencer en el piso de la cocina; a pesar de que ella tenía un año sin vivir en la residencia. Además de una huella de zapato en la sangre a lado de la víctima, que correspondía a la talla y tipo de zapato utilizado por Franklin.
Además descubrieron que tanto Mutley como la camioneta de la víctima estaban desaparecidos. El vehículo fue encontrado horas después sin ninguna evidencia, a 5 millas de la residencia de María Spencer.
Sin embargo, todavía quedaba la duda de qué hacía Mutley a 40 millas de esta locación. Fue ahí cuando descubrieron que Rocco Franklin vivía a 12 millas de donde se estaba celebrando la boda a la que llegó el perro.
Con esta evidencia, los investigadores revisaron los registros del celular de Franklin, descubriendo que el hombre había pasado por la propiedad de los Pinto el día del asesinato; a pesar de haber declarado que ese día no salió de su casa.
La policía cree que Mutley se salió el auto mientras Franklin manejaba de regreso a su casa. Tras la boda un bartender llevó al perro a su casa y semanas después descubrieron que Mutley tenía un microchip.
Ahora Mutley se encuentra viviendo con la madre de Frank Spencer, quien está orgullosa de que el fiel perro haya sido una pieza clave para resolver el asesinato de su hijo.
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