Las autoridades militares informaron sobre los hechos a la familia, pero no les han explicado cómo murió el joven
(NOTICIAS YA).- Hace casi dos meses un soldado hispano desapareció misteriosamente en Carolina del Norte y partes de sus restos fueron encontrados días después en una playa, pero hasta hoy no se sabe qué pasó.
Enrique Román, de 21 años, formaba parte del Ejército en la base militar de Fort Braggs, en donde se desempeñaba como especialista en recursos humanos, de acuerdo con Univision.
El joven hispano salió de la base militar con siete amigos para acampar en una isla de Cape Lookout National Seashore el pasado 22 de mayo, planeaban pasar ahí el fin de semana festivo por Memorial Day.
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Supuestamente, el soldado se alejó de sus amigos durante la mañana del sábado 23 de mayo y ya no volvieron a verlo.
Ese mismo día se llevó a cabo una búsqueda aérea y marítima, y también lo buscaron por toda la isla. No encontraron rastros de él.
Fue hasta el 29 de mayo cuando las autoridades localizaron algunos restos humanos y una semana más tarde lograron determinar que pertenecían a Enrique basándose en sus registros dentales.
Las autoridades militares informaron sobre los hechos a la familia, pero no les han explicado cómo murió el joven.
Los restos que encontraron eran tan pequeños que no pueden determinar qué fue lo que pasó, eso fue lo que le dijeron a la familia, según relató Griselda Martínez, hermana de Enrique, a Univision.
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María Martínez, madre del joven, exige respuestas por parte de las autoridades y justicia para su hijo.
“Me quitaron a mi hijo y ya no está conmigo”, expresó María a Univision.
La División de Investigación Criminal del Ejército informó que la muerte del hispano está siendo investigada como un homicidio.
“El Army nos ha dicho que los muchachos todavía mantienen la misma historia que mi hermano se fue y no saben lo que le pasó”, agregó Griselda.
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Desde finales de junio se ofrece una recompensa de 25 mil dólares por información que lleve a la detención de sus homicidas.
La desaparición y muerte de Enrique se registra casi al mismo tiempo de otros brutales asesinatos de jóvenes militares e hispanos: Vanessa Guillen y Gregory Morales.