Este sábado, el presidente Donald Trump nominó a Amy Coney Barrett, una jueza conservadora de corte de apelaciones federal, para llenar el puesto de la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de EE.UU. LEE: Trump piensa nominar a Amy Coney Barrett para la Corte Suprema Trump describió el anuncio como “un momento […]
Este sábado, el presidente Donald Trump nominó a Amy Coney Barrett, una jueza conservadora de corte de apelaciones federal, para llenar el puesto de la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de EE.UU.
LEE: Trump piensa nominar a Amy Coney Barrett para la Corte Suprema
Trump describió el anuncio como “un momento verdaderamente orgulloso” y dijo que Barrett era una mujer con “imponente intelecto” y “una lealtad subyacente a la Constitución”.
“Es una de las mentes legales más brillantes y talentosas de nuestra nación”, dijo Trump sobre Barrett.
La nominación llega en un momento crítico en la historia, a medida que el presidente abiertamente cuestiona la legitimidad de las próximas elecciones y no se ha comprometido a ceder el poder pacíficamente en caso de que pierda.
En muchas ocasiones, Trump ha dicho que la Corte Suprema debe tener todos los 9 puestos cubiertos antes de las elecciones, en caso de que la corte necesite revisar la legalidad de los votos por correo enviados por estadounidenses en todo el país en medio de la pandemia de Coronavirus.
Este es un cambio significativo en comparación a 2016, cuando Trump y los republicanos se opusieron a que el entonces presidente Barack Obama nominara a un juez para la Corte Suprema en un año de elecciones.

LEE: La batalla política por reemplazar a la jueza Ruth Bader Ginsburg
Los republicanos han sido criticados por querer aprobar a Berrett para la Corte Suprema acelerando todos los procesos necesarios para lograrlo antes de las elecciones, al mismo tiempo que no se han podido poner de acuerdo para ayudar a los ciudadanos sufriendo por la pandemia.
Barrett también ha sido criticada por sus posturas de extrema derecha y por ser parte de un culto católico “People of Praise”, que determina que todas las decisiones que tome en su carrera y su vida deben ser dictadas por su esposo; algo que en la opinión de críticos afectaría su habilidad de decidir imparcialmente sobre asuntos que afectan a todo el país.
Los puestos de la Corte Suprema son de por vida y si Berrett, de 48 años, es aprobada, esto significa que sus decisiones tendrán peso en la vida de los estadounidenses durante décadas por venir.
Tener una mayoría conservadora en la Corte Suprema que está comprometida a implementar su religión a nivel nacional, significaría que los derechos reproductivos de las mujeres, el matrimonio igualitario y el seguro social costeable estarían en peligro.
El proceso de nominación de Barrett en el Senado está planeado para moverse rápidamente para confirmarla. Únicamente dos republicanos se han opuesto a la decisión, sin embargo, todo apunta a que eso no será suficiente para impedir que el proceso sea completado antes de las elecciones en noviembre.
LEE: Ted Cruz bloquea resolución del Senado para honrar a Ruth Bader Ginsburg