
(NOTICIAS YA).-Sobreviviente de cáncer se unió a un ensayo de vacuna contra el coronavirus.
Y fue parte del avance de Pfizer.
Dan Stepenosky, de 52 años, venció al terrible cáncer de color y se ofreció como voluntario para ayudar a probar la vacuna que se estaba desarrollando.
El participó hace tres meses y el mes pasado, su hija adolescente Kearston, se unió al proyecto.
Para el educador, unas pocas semanas de dolores y molestias fueron un pequeño precio a pagar para ser parte de la vanguardia que lidera el camino para combatir el COVID-19, según dijo.
Ahora, gracias a esta familia, la vacuna que recibieron desarrollada por Pfizer fue probada localmente a través de Kaiser.
Y además, ha sido 90% efectiva para proteger a las personas de la transmisión del nuevo coronavirus: "Creo que hicimos la apuesta correcta", dijo Stepenosky, cuando se conoció la noticia.
Continuó: "Odiaba estar aquí durante todo abril, mayo y junio, viendo las noticias y sintiendo que debía haber algo que pudiera hacer".
Algunas personas pensaron que no debería correr riesgos innecesarios.
Stepenosky se mostró un poco reacio a decirles a sus amigos y compañeros de trabajo que había aceptado probar la vacuna: "No quería asustar a nadie", dijo. Recibió un pequeño rechazo, incluso de su hermano, un radiólogo. “Él dijo: '¿Por qué estás haciendo esto? ¿Cuál es tu trato? "
Y aunque Kearston, de 16 años, terminó enferma y exhausta durante días, con dolores de cabeza, escalofríos y dolores corporales, dijo que "no estaba asustada", insistió. "Fue un inconveniente, más que nada".
Aun así, para la joven que aspira a una carrera médica, la experiencia valió la pena.
Y Stepenosky, el ex profesor de física, no se deja influir por las opiniones de los demás sobre el coronavirus: "Creo en la ciencia y creo en la medicina, así que estoy totalmente de acuerdo".
"Tenemos que generar confianza en los ensayos y hacer saber a todos que las personas que prueban estas vacunas están bien", expresó.