
Antes de ser el icono de la música ranchera, Don Vicente, cantó, boleó zapatos, limpio autos, y hasta hizo trabajos de albañilería en la ciudad de Tijuana.
(NOTICIAS YA).-El gran ídolo de la canción mexicana, don Vicente Fernández, deja grandes huellas de su paso por Tijuana donde trabajó en una tortillería, y hasta con su padre construyendo casas.
El talento de Don Vicente Fernández, fallecido el domingo por la mañana, tras 4 meses de estar hospitalizado por distintas afecciones originalmente, una caída que le afectó las cervicales, ha conmocionado a todo el mundo de habla hispana.
Antes de ser el icono de la música ranchera, Don Vicente, cantó, boleó zapatos, limpio autos, y hasta hizo trabajos de albañilería en la ciudad de Tijuana.
Hermoso cariño y el rey, son las canciones que más corean los clientes de Don Fidel y su mariachi, en la plaza Santa Cecilia del centro de Tijuana. Desde hace 40 años, la música de Don Vicente ha sido inspiración para él y otros músicos.
“Me gusta como cantaba, me gustan sus canciones y por eso aprendí la mayoría de él, ahora sí que nos dejó la herencia de él”, comentó Fidel, músico de Mariachi Imperio de Tijuana.
Antes de convertirse en la gran estrella de la música ranchera, Don Vicente vivió su adolescencia en la calle mina de la colonia independencia en la ciudad de Tijuana, él y su familia se acomodaron en una casita de adobe.
Hoy luce abandonada, pero llena de recuerdos por parte de sus vecinos, quienes cuentan que siendo muy joven, trabajó en una tortillería, que estaba justo en un lugar que ahora es un departamento.
No fue el único oficio que aprendió y desempeñó en el centro de Tijuana para llevar dinero a su casa.
“A lo que nos cuenta mi papá, él era bolero y se iba a los bares y se ponía a cantar y lo hacían cantar y ahí fue como se fue haciendo más famoso”, dijo Corina, vecina de la casa donde vivió Vicente Fernández.
Sobre la misma calle también dejó un par de corazones rotos, “dicen que si dejo varias novias por aquí, pero yo solo conozco a una”, agregó Corina.
Sus manos, no solo agarraron el sombrero y el micrófono, también fueron su instrumento en la albañilería. Quien por varios años, junto a su padre, construyó los cimientos de varias casas en la frontera de Tijuana.
De acuerdo a los vecinos, hace varios años de la última visita de Don Vicente a Tijuana, incluso la visita la hizo junto con un gobernador de Baja California. La casa siempre se había mantenido en el anonimato, hasta este fin de semana, tras conocerse su muerte.
Don Vicente Fernández, dejó una huella musical de 300 canciones y en sus conciertos no cantaba menos de 50 melodías. Su última presentación en Tijuana fue el 2 de junio del 2001, en el estadio caliente que fue parte de su "Gira del Adiós".