
El Juez de Inmigración Guy Grande, quien estuvo a cargo de algunas de las audiencias, reconoció que los problemas logísticos del programa persisten actualmente.
(NOTICIAS YA).-Este martes cruzaron por primera vez la frontera hacia Estados Unidos, quienes buscan asilo y fueron enviados a Tijuana para esperar su audiencia, como parte del programa "Quédate en México".
La reportera especializada en temas de inmigración del San Diego Union-Tribune, Kate Morrisey, relató como se vivió este proceso en su reanudación.
Afirma que las complicaciones no solo son causadas por la pandemia del coronavirus, sino que se presentan algunas de las deficiencias y complicaciones que se vivían durante la primera etapa del programa, inconvenientes tecnológicos y una sensación de confusión por parte de los oficiales era notoria durante los procedimientos.
El Juez de Inmigración Guy Grande, quien estuvo a cargo de algunas de las audiencias, reconoció durante una de ellas que los problemas logísticos del programa persisten actualmente.
Según lo reportado, el personal de la corte tuvo dificultades para poder enlazar la videoconferencia para una de las salas, una vez que pudo ser solucionado, el audio también sufrió complicaciones técnicas, provocando retrasos.
Incluso los guardias encargados de transportar a los buscadores de asilo a su audiencia, no tenían bien claro a donde debían llevarlos, confesando a los jueces que tenían miedo de ir a México.
Cinco de las seis audiencias programadas para el día de ayer pudieron ser realizadas, solo una tuvo que ser pospuesta debido a que el interesado no pudo cruzar la frontera a tiempo al faltarle parte de la documentación requerida, aunque no está claro como se le comunicará su nueva fecha de audiencia, ya que la corte no tiene registro de un domicilio en Tijuana para enviarle el papeleo.
Este programa es oficialmente conocido como Protocolos de Protección al Migrante (MPP por sus siglas en inglés), y es un programa que implementó por primera vez el gobierno del expresidente Trump en 2019.
En sus inicios, el programa buscaba que quienes solicitaran asilo en Estados Unidos prefirieran no hacerlo, ya que deberían de esperar en territorio mexicano una resolución a su caso durante meses o incluso años.
Dicha política había sido dejada sin efecto por el gobierno de Biden el verano pasado, pero el programa tuvo que ser reinstalado luego de que un juez federal lo ordenara tras las demandas interpuestas por Texas y Missouri, alegando que no fue propiamente dado de baja.
En Texas reinició en diciembre del año pasado y en San Diego se retomó los primeros días de enero, durante este tiempo se han enviado a 109 personas de regreso a Tijuana, de acuerdo con la agencia migratoria de las Naciones Unidas, quienes ofrecen transporte y orientación para quienes buscan asilo.