El lunes por la noche, el Rey y los miembros de la familia real montarán una vigilia del ataúd de la Reina.
(NOTICIAS YA).- El rey Carlos III encabeza la procesión con el ataúd de la reina Isabel II mientras se traslada desde el Palacio de Holyroodhouse hasta la Catedral de St. Giles en Edimburgo, Escocia, donde permanecerá hasta el martes por la noche.
Al monarca de 73 años se le han unido a pie varios otros miembros de la familia real.
El coche fúnebre está flanqueado por un grupo de portadores del Regimiento Real de Escocia, así como por un destacamento de la guardia personal del Rey en Escocia, la Compañía Real de Arqueros.
Tras procesionar por la Royal Mile, donde, una vez más, miles de personas se han reunido para presentar sus respetos, el féretro recibirá una guardia de honor de la Royal Company of Archers en la catedral.
Luego, la familia real asistirá a un breve servicio de oración y reflexión, junto con una congregación compuesta "de todas las áreas de la sociedad escocesa", según el Palacio de Buckingham. El ataúd permanecerá allí durante 24 horas para permitir que el público escocés lo vea.
Después del servicio, el Rey tendrá una audiencia con la Primera Ministra escocesa Nicola Sturgeon, además de una reunión con el presidente del Parlamento escocés. También acudirá al Parlamento escocés para recibir una moción de condolencia.
El lunes por la noche, el Rey y los miembros de la familia real montarán una vigilia del ataúd de la Reina.
Anteriormente, el Rey prometió continuar con el "servicio dedicado" de la Reina al pueblo británico en su primer discurso ante el Parlamento del Reino Unido.
Camilla, la reina consorte, acompañó a Carlos en su primera visita al Palacio de Westminster desde que se convirtió en rey. En el antiguo Westminster Hall, ambas Cámaras del Parlamento ofrecieron sus condolencias por la muerte de su madre.
"Nos reunimos hoy para recordar el notable período de servicio dedicado de la Reina a sus naciones y su pueblo", dijo el Rey. "Cuando era muy joven, su difunta Majestad se comprometió a servir a su país y a su gente.
"Este voto lo cumplió con una devoción insuperable. Dio un ejemplo de deber desinteresado que, con la ayuda de Dios y sus consejos, estoy decidido a seguir fielmente", continuó Charles.
Al concluir su breve discurso, sonó una interpretación de "God Save the King", el himno nacional británico.
Después de la visita, el monarca y su esposa volaron a Edimburgo, Escocia, donde la reina descansaba desde el domingo. La pareja se dirigió directamente al Palacio de Holyroodhouse para la Ceremonia de las Llaves, una tradición en la que el Lord Provost ofrece al monarca las llaves de la ciudad.
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