Durante la primera semana de julio, la popular cadena de centros de viaje y estaciones de servicio Buc-ee’s inauguró su local más grande en Georgia, justo al lado de la carretera Interestatal 95, cerca de la costa. Sin embargo, no son los productos con la imagen de un castor ni el aroma a barbacoa lo que atrae a las tortugas marinas de Georgia, sino el resplandor extremo de las altas torres de iluminación.
En condiciones normales, el tenue brillo de la luna guía a las crías de tortuga boba recién nacidas desde las playas de la isla Little St. Simons hasta el océano. Pero este verano, luces más brillantes y más altas están interrumpiendo ese instinto.
En lugar de dirigirse hacia el mar, las crías se desvían tierra adentro, recorriendo kilómetros, donde corren el riesgo de ser presa de depredadores o morir de agotamiento antes de alcanzar el agua, dijo Scott Coleman, administrador ecológico de la isla Little St. Simons.
Las tortugas bobas o caguamas son la única especie de tortuga marina que anida de manera regular en las islas barrera de Georgia, incluidas las Golden Isles. St. Simons, la mayor de estas islas, ha enfrentado durante mucho tiempo el problema de crías que pierden el sentido de la dirección y sufren lo que se conoce como “desorientación”, en gran parte debido al resplandor artificial de las casas y alquileres vacacionales frente al mar, de acuerdo con Catherine Ridley, vicepresidenta de educación y comunicación de One Hundred Miles, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación de los hábitats costeros de Georgia.
El problema solo se ha intensificado en los últimos meses.
Una zona previamente oscura cerca de la salida 42 de la I-95 en Brunswick, Georgia, ahora está inundada por una intensa luz artificial proveniente de altos postes de iluminación que iluminan la salida hacia Buc-ee’s. Las luces estaban allí antes de que se propusiera y construyera Buc-ee’s, de acuerdo con Brittany Dozier, directora de comunicaciones del condado de Glynn. Buc-ee’s en sí no es responsable de estas luces.
El condado ha decidido mantenerlas encendidas “por la seguridad del público que transita en vehículos”, dijo Dozier.
No obstante, la instalación proyecta luz mucho más allá de la autopista, extendiéndose hasta playas a incluso 19 kilómetros de distancia, incluyendo Little St. Simons y Sapelo.
“Es más que contaminación lumínica del cielo: se puede ver la luz de los focos iluminando directamente la playa”, aseguró Ridley. “Cuando tienes luces artificiales sin protección brillando intensamente sobre la playa de anidación, eso puede sobrepasar las señales naturales que las tortugas usan para encontrar el mar, y como resultado, vemos desorientación”.
El Departamento de Recursos Naturales de Georgia monitorea los nidos de tortugas marinas y los casos de desorientación en Little St. Simons. En 2024, el 11 % de los nidos tuvo más de 10 crías desorientadas, de acuerdo con un informe de la División de Recursos de Vida Silvestre del departamento. En promedio, cada nido de tortuga boba tiene cerca de 120 crías, indicó Ridley.
Sin embargo, no solo las crías están en riesgo debido a la iluminación artificial. Las hembras adultas también evitan las zonas muy iluminadas, lo que reduce sus opciones de lugares seguros para anidar en la costa, según Coleman.
Las tortugas suelen anidar en las mismas playas cada temporada, desde finales de mayo hasta mediados de agosto. Aunque los conservacionistas vigilan de cerca los nidos, rescatar a las crías desorientadas no siempre es una opción.
“Nunca sabemos exactamente cuándo van a eclosionar los nidos, y en cada temporada de anidación estamos monitoreando más de 75 nidos, e incluso más de 100”, explicó Coleman por correo electrónico. “Cuando las crías emergen y se arrastran en dirección opuesta al océano, son mucho más vulnerables a los depredadores”.
Las islas Little St. Simons y Sapelo son las más afectadas por el problema, ya que se ubican más cerca de la salida 42. Si continúa la expansión de este tipo de luces de alta intensidad, incluso áreas poco desarrolladas como isla Jekyll —el lugar con mayor población de tortugas anidando en la costa— podrían enfrentar graves consecuencias a largo plazo para sus poblaciones de tortugas, advirtió Coleman.
El aumento de la luz artificial ha estado afectando a las especies de tortugas marinas amenazadas en toda la costa sureste. En Carolina del Norte, las playas contaminadas por la luz a veces provocan que las tortugas regresen al mar sin poner huevos, dice el Servicio de Parques Nacionales. En Florida, entre 2020 y 2023, se registraron más de 10.000 casos de desorientación de tortugas caguama, y esa cifra solo corresponde a las tortugas monitoreadas por la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre del estado.
A nivel nacional, la contaminación lumínica sigue en aumento. De acuerdo con mediciones de científicos ciudadanos, el brillo promedio del cielo nocturno en Estados Unidos aumentó un 9,6 % cada año entre 2011 y 2022, informó el Servicio de Parques Nacionales, lo que equivale a duplicar el brillo del cielo cada ocho años.
El Departamento de Transporte de Georgia es dueño de las luminarias de gran altura, pero por acuerdo, el condado de Glynn es responsable de asegurar que las luces estén operativas, indicó Dozier, directora de comunicaciones del condado.
Las mismas luces de gran altura están instaladas en otros tres intercambios de la I-95 en el condado de Glynn, según Dozier, y las ubicadas cerca de la salida 42 no incumplen ninguna ordenanza del condado.
El Departamento de Obras Públicas del condado señaló que el condado y el Departamento de Transporte estatal discutieron apagar las luces de gran altura después de instalar alumbrado público en las rotondas, de acuerdo con correos electrónicos entre Obras Públicas del condado de Glynn y un biólogo del Departamento de Recursos Naturales de Georgia en mayo y junio, compartidos con CNN por Ridley.
Ridley explicó que ya se instalaron las farolas estándar, pero las imponentes luces de gran altura siguen en funcionamiento a finales de julio, salvo durante tareas de mantenimiento. Pese a las solicitudes de ambientalistas para atenuar o apagar las luces durante la temporada de eclosión de las tortugas caguama, que comenzó el 15 de julio, los funcionarios del condado no se han comprometido a apagarlas, agregó Ridley.
Dozier dijo a CNN el miércoles que “la iluminación instalada en las rotondas o cerca de Buc-ee’s nunca estuvo pensada para reemplazar el sistema de gran altura que da servicio al intercambio”.
El Departamento de Transporte de Georgia está evaluando en este momento la instalación de un sistema de iluminación alternativo, apuntó. CNN también contactó a Buc-ee’s para solicitar comentarios, aunque esa empresa no es responsable de la construcción, operación ni mantenimiento de las luces de gran altura.
Mientras tanto, los conservacionistas impulsan soluciones temporales para proteger a las crías de esta temporada.
“Es difícil comprender por qué alguien necesita luces tan cegadoras para empezar, pero a corto plazo, estaríamos dispuestos a aceptar incluso soluciones temporales que reduzcan el riesgo para las tortugas esta temporada, como agregar protectores para orientar la luz hacia abajo”, señaló Ridley.
Estas tortugas también son muy apreciadas tanto por los residentes como por los visitantes, destacó la líder de la organización sin fines de lucro.
“Todos los días hablo en la playa con turistas y residentes que se han mudado aquí o vacacionan aquí desde hace décadas, todos con la esperanza de ver una (tortuga) en persona”, afirmó Ridley. “Pero si vamos a poner tortugas marinas en vallas publicitarias y anuncios de revistas, necesitamos cumplir nuestra parte del trato”.
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