El delegado en Tamaulipas de la Fiscalía General de la República (FGR), Ernesto Cuitláhuac Vásquez Reyna, murió el lunes tras un ataque armado en la ciudad de Reynosa, según han informado autoridades federales y locales de México, sin hasta ahora haber detallado cómo ocurrieron los hechos.
Vásquez Reyna era un abogado con más de 30 años de carrera desarrollados principalmente en el sector público y, en particular, en la FGR y su antecesora, la Procuraduría General de la República (PGR).
Como delegado de la FGR en Tamaulipas, era el responsable de la investigación de delitos federales en ese estado del noreste de México, fronterizo con Estados Unidos, donde las autoridades buscan combatir a grupos dedicados al narcotráfico, el robo de combustible y el tráfico de personas, entre otras actividades.
La FGR dijo en un comunicado este martes que abrió una investigación por este crimen que, debido a su “violencia inusitada” y “brutalidad”, atribuyó a un grupo de la delincuencia organizada molesto con operativos recientes contra el robo de combustible, también conocido como “huachicol”.
Vásquez Reyna estudió Derecho en el campus de la Universidad Valle del Bravo ubicado en Reynosa, según la más reciente hoja de vida disponible en el sitio DeclaraNet, que concentra información de los funcionarios públicos de México.
El mismo documento indica que su primer trabajo fue como secretario de acuerdos en el Poder Judicial de Tamaulipas, al que ingresó en 1993. Ese mismo año, Vásquez Reyna llegó a la PGR como secretario particular de la delegada en Coahuila, otro estado del norte de México fronterizo con Estados Unidos.
Tras ocupar ese puesto, ascendió a agente del Ministerio Público (MP) en la misma delegación en Coahuila, donde permaneció hasta 1995, y después se convirtió en agente del MP en la delegación de la PGR en Guerrero, en el sur del país.
En 1997, ocupó un cargo jurídico en el sector privado —que su hoja de vida no detalla—, para posteriormente volver al sector público como agente del MP en la Procuraduría de Justicia de Chiapas, otro estado sureño. En 1998, regresó a la PGR como agente del PM en la delegación en Chiapas, donde se quedó hasta el 2000.
Del 2000 al 2005 se desempeñó nuevamente como agente del MP en la delegación de la PGR en Coahuila, de 2005 a 2012 fue agente en la delegación en Tamaulipas, de 2012 a 2013 fue agente en la delegación en Morelos y, de 2013 a 2018, regresó como agente a Tamaulipas. En 2019, tomó el puesto como delegado en Tamaulipas, el rango más alto de la FGR en el estado.
Durante su período como delegado, si bien las cifras de homicidio doloso en Tamaulipas tuvieron una disminución, algunos sectores denunciaron un incremento de otros problemas como la extorsión. En 2024, el empresario Julio Almanza fue asesinado poco después de denunciar que el “cobro de piso” es una práctica común.
El ataque contra Vásquez Reyna ocurrió la tarde del lunes. La Vocería de Seguridad de Tamaulipas dijo que el vehículo del funcionario fue incendiado en una de las principales avenidas de Reynosa, mientras que el gobernador Américo Villarreal dijo en X que su Gobierno colaborará con las autoridades federales en las investigaciones del caso.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, dijo este martes en su conferencia diaria que el gabinete de Seguridad informará sobre los hechos. CNN contactó a esa instancia para preguntar cuándo se dará el reporte y está en espera de respuesta.
En su comunicado de este martes, la FGR dijo que el ataque podría ser una respuesta de grupos delictivos a los operativos en su contra, que en julio —señaló— derivaron en el decomiso de 1.800.000 litros de combustible robado, así como de decenas de vehículos. “Siendo este el principal tema, no se descarta cualquier otra línea de investigación que pueda llevarnos al esclarecimiento de lo ocurrido”, agregó la FGR.
El atentado contra Vásquez Reyna sucede al tiempo que Tamaulipas enfrenta problemas de inseguridad que se reflejan en que, por ejemplo, el 81,1 % de la población de Reynosa se siente insegura en su ciudad, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) publicada en junio.
La incidencia delictiva, por su parte, muestra contrastes. De enero a junio, Tamaulipas registró 110 homicidios dolosos, una baja del 50,67 % respecto del mismo período de 2024, según cifras oficiales. Sin embargo, se contabilizaron 92 casos de extorsión, un incremento del 148,64 % en comparación con 2024.
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