El Gobierno de Trump lanzó un nuevo operativo federal de inmigración en Massachusetts enfocado en deportar a delincuentes que ingresaron ilegalmente al país, según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
“ICE lanzó ‘Patriot 2.0’ para atacar a lo peor de lo peor entre los extranjeros ilegales criminales que viven en Massachusetts, tras el éxito de la Operación Patriot en mayo”, dijo este domingo a CNN un vocero del DHS.
El comunicado culpó a la alcaldesa demócrata de Boston, Michelle Wu, por las llamadas políticas de ciudad santuario que, según afirmó, “no solo atraen y albergan criminales, sino que también ponen estas amenazas a la seguridad pública por encima de los intereses de los ciudadanos estadounidenses respetuosos de la ley”, y prometió que el DHS arrestará a los delincuentes liberados por las autoridades locales.
CNN solicitó comentarios a la oficina de Wu.
“Bajo el presidente Trump y la secretaria Noem, ningún lugar es un refugio seguro para los extranjeros ilegales criminales. Si vienes ilegalmente a nuestro país y violas nuestras leyes, te perseguiremos, arrestaremos, deportaremos y nunca volverás”, continuó el comunicado.
El Departamento de Justicia demandó a Wu a principios de este mes por la política santuario de Boston, que limita la cooperación con los esfuerzos federales de inmigración.
“Lo que hemos visto de ICE y del Gobierno realmente no tiene que ver con la seguridad pública, sino con teatro político. Se trata de una maniobra de poder político y de un intento de intimidar”, dijo la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey, en una entrevista con MSNBC el domingo.
Funcionarios de la Casa Blanca dijeron a CNN que la operación en Boston, coordinada con los planes migratorios de la administración en Chicago, es una señal de los esfuerzos para apuntar más agresivamente a las ciudades santuario en los próximos meses. Ambos operativos se están modelando a partir de las detenciones en Los Ángeles en junio, donde el departamento informó esta semana que ha realizado 5.000 arrestos desde entonces.
El presidente también se reservó el derecho de llamar a la Guardia Nacional en Boston y Chicago si se requiere una “presencia de mantenimiento de paz”, señalaron los funcionarios.
CNN informó el mes pasado que funcionarios del Gobierno de Trump habían discutido un gran operativo de control migratorio en Boston en las próximas semanas, según dos fuentes familiarizadas con las conversaciones.
Estas medidas para intensificar las deportaciones en ciudades gobernadas por demócratas se producen después de que el Gobierno de Trump adoptara acciones de control agresivas a principios de este año en Los Ángeles.
Wu, además, enfrenta una primaria este martes contra Josh Kraft —hijo del propietario de los New England Patriots, Robert Kraft—, el exagente de policía de Boston Robert Cappucci y el organizador comunitario Domingos DaRosa. Wu y Kraft son demócratas, aunque el cargo es oficialmente no partidista: todos los candidatos aparecen en la misma papeleta de las primarias y los dos con más votos avanzarán a la elección general de noviembre.
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