Las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania están “más en pausa” que activas, dijo el Kremlin este viernes, en un reconocimiento que confirma lo que Ucrania lleva meses advirtiendo: las negociaciones están fracasando a pesar del impulso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Los canales de comunicación existen y están establecidos; nuestros negociadores pueden utilizarlos para comunicarse. Sin embargo, en este momento, es justo decir que las cosas están más en pausa que en una interacción activa”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, durante una conferencia de prensa habitual. “Es importante no ver la situación con lentes color de rosa ni esperar que el proceso de negociación arroje resultados relámpago”.
“Quiero recordarles las propias palabras del presidente Trump: al principio, pensó que se podría resolver rápidamente, pero luego se dio cuenta de que tomaría más tiempo”, añadió Peskov, subrayando que Rusia “sigue comprometida con buscar un diálogo pacífico”.
Esto ocurre mientras Ucrania ha advertido repetidamente que Rusia no está realmente interesada en la paz y ha acusado al presidente de Rusia, Vladimir Putin, de usar las negociaciones para ganar más tiempo para su economía y su esfuerzo bélico.
El líder ucraniano Volodymyr Zelensky dijo este viernes que “se debe hacer todo lo posible para quitarle dinero a la maquinaria de guerra rusa”, al tiempo que agradeció al Reino Unido por un nuevo paquete de sanciones dirigido a la flota fantasma de petroleros de Moscú y sus cadenas de suministro militar. Japón también impuso más sanciones a empresas rusas este viernes y se unió a los países que implementaron un límite al precio del petróleo ruso, cuyo objetivo es reducir los ingresos del Kremlin.
“Esta es la única manera de detener a Rusia y terminar esta guerra”, añadió Zelensky.
Los esfuerzos del Gobierno de Trump por negociar un acuerdo de paz y entablar conversaciones directas con Putin no han dado resultados sustanciales hasta el momento.
Rusia continúa intensificando los ataques contra Ucrania, incluso contra civiles, a pesar de que Putin se reunió con Trump en Alaska y saludó cordialmente a otros funcionarios estadounidenses.
Esta semana, la tensión alcanzó un nuevo nivel cuando los aviones de combate de la OTAN despegaron para derribar varios drones rusos que violaron el espacio aéreo polaco el miércoles.
Y Rusia lanzó su mayor ataque aéreo contra Ucrania el fin de semana pasado, tras lo cual el jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, reiteró la creencia de Kyiv de larga data: “Putin solo entiende la fuerza y no tiene intención de detener esta guerra… La presión sobre Rusia debe continuar”.
Trump dijo este viernes que su paciencia con Putin “se está agotando rápidamente”.
Una vez más, adelantó la posibilidad de golpear a Rusia “muy fuerte” con una segunda ronda de sanciones, pero no ofreció un plazo para imponer medidas adicionales.
Funcionarios del Gobierno dijeron previamente a CNN que el presidente está cada vez más frustrado por la falta de avances tangibles en las conversaciones de paz para poner fin a la guerra. Al mismo tiempo, Trump enfrenta más presión del Senado para avanzar con las sanciones.
“Creo que Rusia está jugando, realmente nos están tocando como un piano en este momento”, dijo a principios de esta semana el senador de Carolina del Norte, Thom Tillis, copresidente del Grupo de Observadores de la OTAN del Senado.
“(Putin) ha conseguido todo lo que quería: acceso al presidente, una recepción de alfombra roja; tres semanas después recibió una recepción de alfombra roja de Xi Jinping y pasa tiempo con Kim Jong Un”, dijo Tillis, agregando que el objetivo del líder ruso es “engañarnos”.
Emily Ferris, investigadora principal en el Royal United Services Institute (RUSI), un grupo de estudios británico, dijo que reconocer que las conversaciones de paz están “en pausa” es un nuevo lenguaje del Kremlin, pero encaja en una narrativa antigua. Rusia intenta presentar a Ucrania como la parte irrazonable en las negociaciones, dijo Ferris.
“Y lo que realmente se ve, desde la Cumbre de Alaska, son demandas maximalistas de Moscú sobre territorio a las que es muy improbable que Ucrania acceda, o que Estados Unidos tolere”, dijo a CNN. “No hay ninguna razón real para que Rusia se siente a la mesa en absoluto.”
“Creo que los rusos están probando hasta dónde pueden llegar con los estadounidenses”, añadió Ferris. “No están del todo seguros de qué podría desencadenar sanciones debilitantes contra Rusia, porque ese es uno de los últimos recursos que tienen los estadounidenses”.
Mientras tanto, el Kremlin también ha culpado a Europa de crear obstáculos para la paz.
Pero Moscú ha rechazado abiertamente las propuestas de los aliados europeos de Kyiv para contribuir a una posible fuerza de paz en Ucrania si se concreta un acuerdo de cese del fuego. Las autoridades rusas han rechazado repetidamente la posibilidad de aceptar militares de cualquier país de la OTAN en territorio ucraniano.
Peskov también defendió este viernes los ejercicios militares conjuntos que Rusia está realizando esta semana con Belarús, llamados Zapad-2025. El portavoz del Kremlin dijo que las preocupaciones sobre los ejercicios se deben a la “postura abiertamente hostil hacia nosotros” de Europa Occidental y a la “exaltación emocional”.
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