El comentarista británico Sami Hamdi fue detenido el domingo por agentes federales de inmigración durante una gira de conferencias en Estados Unidos, en lo que un grupo de defensa musulmana calificó como una represalia por sus críticas a Israel.
El Gobierno de Trump afirmó que su decisión de detener a Hamdi y revocar su visado subraya que Estados Unidos no tiene la obligación de acoger a extranjeros “que apoyan el terrorismo y socavan activamente la seguridad de los estadounidenses”.
Sin embargo, el Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR, por sus siglas en inglés) ha calificado el trato recibido por Hamdi como una “flagrante afrenta a la libertad de expresión” y ha exigido su liberación.
Esto es lo que sabemos:
Hamdi es periodista y comentarista, y aparece en cadenas de televisión británicas para analizar los acontecimientos en Medio Oriente. Recientemente, ha hablado sobre el alto el fuego en Gaza, negociado por Estados Unidos, y sobre los planes internacionales para la gobernanza del enclave palestino tras la guerra.
Residente en Londres, Hamdi también escribe sobre política exterior y política interior del Reino Unido. Según sus redes sociales, Hamdi realiza regularmente giras de conferencias y recientemente ha viajado a Malasia, Turquía y Sudáfrica, además de Estados Unidos.
También es editor jefe de International Interest, una consultora de riesgo político con sede en Londres.
Hamdi fue detenido el domingo por la mañana en el Aeropuerto Internacional de San Francisco por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, según informó el CAIR en un comunicado.
El sábado, Hamdi había hablado en la gala anual del CAIR en Sacramento, California, y tenía previsto hacerlo en la gala del CAIR Florida al día siguiente.
El CAIR afirmó que sus abogados estaban “trabajando para abordar esta injusticia” y exigió al ICE su liberación.
“Secuestrar a un destacado periodista y comentarista político musulmán británico durante una gira de conferencias en Estados Unidos por atreverse a criticar el genocidio del Gobierno israelí es una flagrante afrenta a la libertad de expresión”, declaró el CAIR.
En la guerra de Israel en Gaza, iniciada tras el ataque terrorista de Hamas contra Israel el 7 de octubre de 2023, han muerto más de 68.000 personas y reducido gran parte del enclave palestino a escombros. Israel afirma que su ofensiva se ha dirigido contra Hamas y que toma medidas para evitar la muerte de civiles, pero una investigación de las Naciones Unidas el mes pasado concluyó por primera vez que Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en Gaza. Israel niega la acusación.
Laura Loomer, activista conservadora con línea directa a Trump, afirmó que el arresto de Hamdi se produjo tras su “incesante presión” sobre el Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). En una serie de publicaciones en X, afirmó que Hamdi era “un individuo con vínculos con el terrorismo islámico” y partidario de Hamas.
El Departamento de Estado confirmó el arresto de Hamdi y afirmó que Estados Unidos seguirá revocando las visas de los extranjeros que “apoyen el terrorismo” y pongan en peligro la seguridad de los estadounidenses. La portavoz del DHS, Tricia McLaughlin, afirmó que esta medida demuestra sentido común.
Loomer instó a la administración Trump a tomar medidas adicionales contra el CAIR revocando su estatus 501(c)(3), que exime a la organización sin fines de lucro de pagar impuestos federales.
El CAIR afirmó que Loomer, quien se ha atribuido una serie de despidos de alto perfil en la administración Trump, era una “extremista antimusulmana”. Loomer ha descrito previamente el islam como un “cáncer para la humanidad” y ha afirmado que no se debería permitir que los musulmanes ocupen cargos políticos en Estados Unidos.
La detención de Hamdi se produce en un momento en que el Gobierno de Trump ha tomado medidas similares contra activistas propalestinos y ha revocado las visas de personas que han criticado la guerra de Israel en Gaza.
En octubre, Mario Guevara, periodista salvadoreño que documentó redadas de control inmigratorio, fue deportado a El Salvador tras pasar meses bajo custodia federal. Fue arrestado en junio mientras cubría una protesta de “No Kings” en el área de Atlanta contra lo que los organizadores describen como la agenda “autoritaria” de Trump.
Expertos legales y jueces han expresado su preocupación por el fundamento legal de tales detenciones. En septiembre, William Young, juez federal nombrado en 1985 por el presidente Ronald Reagan, emitió una extraordinaria reprimenda de 161 páginas contra el Gobierno de Trump, afirmando que sus esfuerzos por deportar a activistas no ciudadanos representaban un “ataque frontal a la Primera Enmienda”.
Se espera que la decisión de Young sea apelada.
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