Lo más probable es que alguien de tu comunidad —ya sea amigo, familiar o vecino— utilice los beneficios de los Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria o SNAP.
Dado que millones de personas podrían perder el acceso a esos programas alimentarios durante el cierre del Gobierno, muchos estadounidenses están intentando, aunque sea de forma modesta, suplir las carencias de aquellos en riesgo de quedar excluidos.
Dos jueces federales dictaminaron que el Gobierno de Trump debe recurrir a fondos de emergencia para cubrir, al menos parcialmente, la ayuda alimentaria de noviembre.
Sin embargo, la ayuda, que debía distribuirse el primer día del mes, seguirá llegando a sus beneficiarios con retraso.
Tee Tran, dueño del restaurante vietnamita Monster Pho en Oakland, California, conoce muy bien esta lucha.
Fue uno de los miles de vietnamitas que llegaron en barco y finalmente arribaron en California en 1989, donde su madre trabajaba en cinco empleos y usaba los beneficios del SNAP para poder alimentar a su familia.
Ahora ha decidido ofrecer comidas gratis a niños que reciben ayuda a través del SNAP y un descuento para sus padres.
“Cuando veo a estos niños pasando por esto y sin comida, realmente me hace pensar en mí”, dijo Tran. “Sé lo que se siente cuando admiras a tus padres y ellos quieren darte tanto… pero económicamente no pueden hacerlo”.
Aunque la gente está colaborando al máximo, hay pocas opciones para las familias que ayuden tanto como los cupones de alimentos.
“Ningún banco de alimentos, ninguna organización benéfica, puede llenar el vacío si no se proporciona el programa SNAP de noviembre”, comentó a CNN Stefanie Shuman, directora de comunicaciones del Banco de Alimentos de la Ciudad de Nueva York.
Kevin Cassidy, dueño de la cadena de restaurantes KC’s Pizza & Wings en Long Island, publicó un emotivo mensaje en redes sociales ofreciendo una comida gratis, sin preguntas, a quien presentara su tarjeta SNAP/EBT. No se esperaba la avalancha de apoyo que recibiría.
En dos días, recibió más de US$ 1.000 en donaciones y cientos de mensajes de personas de todo el país preguntando cómo podían ayudar.
Ahora, planea preparar comidas con antelación, colaborar con un banco de alimentos local y usar las donaciones de la comunidad para entregar tarjetas de regalo de supermercados locales.
“Todos estamos pasando por momentos difíciles, y cuando ayudas a los demás, recibes mucho más a cambio. La única forma de recibir es dar”, dijo Cassidy.
Tran, el dueño de Monster Pho, afirma haber perdido el 30 % de su negocio en los últimos seis meses debido a los aranceles, las restricciones migratorias y la disminución del gasto de sus clientes.
Por eso, ofrece comidas gratis a los niños y un descuento a sus padres, para ayudar en lo posible sin quebrar.
Los bancos de alimentos afirman que las donaciones en efectivo son más útiles que la entrega directa de alimentos, si las personas pueden hacerlo, ya que les permiten comprar mucha más comida al por mayor.
En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, con US$ 1 se pueden proporcionar hasta 5 comidas en el Banco de Alimentos de Nueva York.
Muchas empresas también igualan las donaciones de sus empleados a organizaciones como estas, así que consúltalo también con tu empleador.
El dinero rinde mucho, sobre todo ahora. Los bancos de alimentos ya están sufriendo las consecuencias del aumento de las colas y de los precios de los alimentos.
Otras personas están utilizando foros en línea para actuar como “compañeros de compras” para familias en riesgo de perder beneficios, según informó CNN anteriormente.
En estos grupos comunitarios, los vecinos publican que están dispuestos a ser “compañeros de compras”, ofreciendo ayuda a quien la necesite.
Luego, las partes involucradas deciden cómo se llevará a cabo esa ayuda, ya sea comprando juntos, usando tarjetas de regalo o de otra manera.
Para quienes donan alimentos físicos, los bancos de alimentos recomiendan los productos no perecederos.
Entre los alimentos clave se incluyen proteínas como pollo, atún y salmón enlatados, así como legumbres y cremas de frutos secos. La pasta y el arroz también tienen una larga vida útil.
Otros artículos que suelen necesitar los bancos de alimentos y los grupos locales son productos de higiene, como tampones, compresas, pañales y toallitas húmedas, que pueden mermar considerablemente el presupuesto destinado a la compra de alimentos de las personas.
Otros activistas afirman que una forma fácil y gratuita de actuar es llamar a su representante local, ya que el Gobierno aún permanece paralizado.
Algunas administraciones locales y estatales han tomado medidas para intentar cubrir el vacío dejado por el programa SNAP, aunque todavía no es suficiente para suplir totalmente el monto de la ayuda.
“El hambre no tiene rostro. A menudo, una vez más, son las familias trabajadoras… (cuando) el salario no ha seguido el ritmo del costo de vida”, dijo Shuman.
Tami Luhby y Alisha Ebrahimji, de CNN, contribuyeron a este informe.
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