Los arrestaron en una protesta contra ICE a las afueras de Chicago. Esto fue lo que les pasó después

A medida que en los últimos meses se han intensificado las manifestaciones frente a un centro de detención de inmigración cerca de Chicago, también ha aumentado el número de manifestantes conducidos esposados y con fecha para comparecer ante la justicia.

Desde septiembre, los manifestantes se han movilizado cada semana frente a la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Broadview para protestar contra la campaña reforzada del Gobierno del presidente Donald Trump de aplicación de las leyes de inmigración en Chicago. Al comienzo, los agentes federales que custodiaban el edificio usaron gas lacrimógeno y dispararon proyectiles de pimienta en choques con los manifestantes y arrestaron a algunos de ellos, incluidos varios acusados de delitos graves por sospecha de agredir o bloquear a agentes.

Pero a inicios de octubre, agentes estatales, del condado y locales asumieron un papel más destacado en el control de las protestas en el lugar. Estas agencias han realizado 68 arrestos vinculados a las protestas en Broadview desde el 3 de octubre, informó la Oficina del Sheriff del condado de Cook el 28 de octubre.

Los arrestos en ocasiones ponen en evidencia la tensión entre el deseo de los manifestantes de ejercer su derecho constitucional a la libertad de expresión y la intención de las autoridades —que dicen que algunos protestantes se resistieron a sus intentos de mantener despejados los accesos al edificio— de permitir que los agentes de ICE y otras personas transiten de manera segura hacia y desde la instalación.

CNN habló con algunos manifestantes detenidos o, en un caso, con el representante de un protestante, para preguntarles por sus experiencias al ser arrestados por acusaciones que van desde faltas menores hasta delitos graves. Estas son sus historias.

A’Keisha Lee estaba de pie coreando consignas con un grupo de manifestantes cerca de la oficina de ICE en Broadview el 17 de octubre cuando vio salir de varias camionetas a un enjambre de agentes con cascos y porras, dijo.

“Me dio náuseas”, recordó la residente de Chicago de 30 años. “Y recuerdo haber sentido mucho miedo”.

Los agentes caminaron hacia ella y hacia los demás manifestantes de una manera “militarizada” y comenzaron a empujarlos hacia atrás, dijo. Un video del encuentro muestra a Lee al frente de la multitud cuando agentes con parches de la Policía Estatal de Illinois en las mangas avanzan en un aparente intento por despejarlos de una zona pavimentada, y algunos manifestantes intentan mantenerse firmes.

Se desató el caos. Hubo gritos, gente que cayó al suelo y algunos que, al parecer, resultaron heridos en el forcejeo, contó Lee.

La golpearon en la cara con una porra y no estaba segura de si el golpe fue intencional, relató. Más tarde descubriría un moretón en el rostro.

Lee cayó al suelo y los agentes la ayudaron a levantarse, según ella y el video, que fue distribuido por Reuters. Luego un agente la detuvo colocándole bridas plásticas en las muñecas, dijo; ese momento no aparece en el video de Reuters. Lee no entendía por qué la estaban arrestando.

“Les pedía que me soltaran”, dijo Lee, “y les recalcaba que no había hecho nada que no tuviera permitido hacer”.

La llevaron a sentarse a una acera y, momentos después, la subieron a un vehículo policial que la trasladó al Departamento de Policía de Broadview. La mente de Lee iba a mil mientras iba en el auto. Le preocupaba ir a la cárcel y si las condiciones serían limpias y seguras. También le preocupaba que la trataran de forma distinta en el sistema judicial por ser una mujer negra.

En la estación de policía, la ficharon, le tomaron huellas, la fotografiaron y la colocaron en una celda con otras manifestantes durante unas cinco horas antes de dejarla en libertad.

La Policía Estatal de Illinois la arrestó por dos cargos de delito menor de clase A por resistirse a un agente —delito castigado con hasta un año de cárcel y una multa de hasta US$ 2.500—, según los registros judiciales del condado de Cook. También recibió una citación por sospecha de desobedecer a un agente, una falta que conlleva una multa. Su comparecencia en el tribunal está programada para el 25 de noviembre.

Los documentos judiciales no ofrecen detalles sobre qué motivó el arresto, pero Lee niega haberse resistido y dice que nunca le dejaron claro en qué desobedecía a la policía.

“Según entiendo, yo tenía derecho a estar allí”, dijo.

La Policía Estatal de Illinois no respondió directamente las preguntas de CNN sobre este incidente específico, incluida la afirmación de Lee de que no hizo nada malo o por qué los agentes empujaron a ese grupo. Sin embargo, emitió un comunicado en términos generales sobre el enfoque de los agentes estatales, del condado y locales que han estado a cargo del operativo desde principios de octubre, grupo al que llaman “Mando Unificado”.

Estos agentes en Broadview “dan instrucciones y órdenes a las multitudes que son altas, claras, coherentes y reiteradas, y brindan a las personas numerosas oportunidades para cumplir la ley”, dijo la policía estatal.

“Es importante señalar que, desde la instauración del Mando Unificado, no ha habido enfrentamientos violentos entre ICE y manifestantes en Broadview que implicaran el uso de agentes químicos, lo que supone un cambio significativo respecto de las operaciones anteriores a su presencia”, dice el comunicado.

Lee ha protestado varios viernes recientes en la instalación de ICE en Broadview, en desacuerdo con la forma en que ICE detiene a presuntos inmigrantes indocumentados en el área de Chicago y con el uso de gas lacrimógeno por parte de agentes federales durante protestas en barrios.

“Creo que la manera en que este país ha tratado a los inmigrantes es una de nuestras transgresiones originales”, dijo Lee. “Y esto es la primera prueba de lo que permitiremos como pueblo”.

Lee, que trabaja en una organización sin fines de lucro local, está preocupada por el destino de su caso; sin embargo, reafirma su decisión de protestar.

“Siempre existe el miedo de que te usen como ejemplo cuando estas cosas suceden”, dijo Lee. “Pero creo que no violé la ley”.

Sean Mills dice que no está conforme con cómo se ha tratado a los inmigrantes desde que el Gobierno de Trump empezó a reprimir con mayor agresividad la inmigración ilegal a principios de este año.

Para expresar su frustración, Mills, de 37 años y residente de Chicago, se ha convertido en un manifestante semanal en la instalación de ICE en Broadview. Va todos los viernes y sábados —a veces con una bandera de Estados Unidos sobre los hombros— y se une a otros protestantes frente al lugar.

Pero el 17 de octubre, Mills fue arrestado por primera vez en su vida, contó, después de intentar entrar al edificio. Cada vez le preocupaban más las denuncias de activistas locales sobre condiciones inhumanas en la instalación. Por eso quiso ver el interior con sus propios ojos.

“Tuve el impulso de caminar hasta allí y probar suerte”, dijo Mills. “Me acerqué para ver si podía investigar como ciudadano y entrar a la instalación para hacer preguntas y documentar”.

Los agentes rodearon a Mills cerca de la entrada y uno le dijo que no podía ingresar, relató. Ese mismo agente le ordenó “retroceder de inmediato” o sería arrestado, según Mills.

“Intenté explicarme un poco más”, dijo Mills, y agregó que les dijo a los agentes que era un ciudadano preocupado que quería entrar. “Y creo que unos cinco o diez segundos después, él (el agente) dijo: ‘OK, estás arrestado’”.

Mills se sorprendió porque no creía haber hecho nada malo. También sintió que no le habían dado suficiente tiempo para explicarse antes de inmovilizarle las manos con lo que cree que eran bridas plásticas.

Recordó que arrestaron a otros tres manifestantes que también intentaron entrar al edificio.

“Creo que es un ejemplo de actuación policial desmedida, porque me acerqué con las manos a los lados, me identifiqué abiertamente y dije que quería entrar a la instalación”, dijo Mills. “Fue 100 % para ponernos de ejemplo”.

Llevaron a Mills hasta una acera cercana, donde esperó unos diez minutos a que llegara una furgoneta policial que lo trasladó a la estación de policía de Broadview, donde lo procesaron y le entregaron una citación, relató.

La Policía Estatal de Illinois le impuso una citación por sospecha de desobedecer a un agente —una falta sancionable con multa—, según los registros del tribunal del condado de Cook, y debe comparecer ante el juez el 25 de noviembre.

Los documentos judiciales no incluyen el relato del arresto. La policía estatal no respondió directamente a las preguntas de CNN sobre este incidente específico, incluidas las afirmaciones de Mills de que no hizo nada malo. En su lugar, proporcionó el mismo comunicado general que dio por el caso de Lee.

Mills no se arrepiente de haber protestado ni de haber sido arrestado, porque está defendiendo sus convicciones.

“Es una vergüenza que nosotros, manifestantes pacíficos, seamos objeto de persecución en lugar de alentarnos a ejercer nuestros derechos de la Primera Enmienda”, dijo Mills.

Mills rechaza que los agentes del orden puedan detener y preguntar a las personas por su estatus migratorio con base, al menos en parte, en su apariencia étnica. Un fallo de la Corte Suprema de EE.UU. en un caso de California el mes pasado pareció abrir la puerta a que la etnia de una persona sea un factor en las detenciones migratorias por parte de las fuerzas del orden.

Mills tampoco respalda las redadas de ICE en todo Chicago contra personas acusadas de estar en el país ilegalmente.

“Estamos haciendo lo mínimo que podemos para mantener a salvo a nuestros vecinos, y eso es muy importante para nosotros ahora mismo”, dijo.

Paul Ivery es un hombre del área de Chicago con una discapacidad intelectual que trabaja en la cafetería de una escuela secundaria y que admira y respeta a la policía y a los primeros respondedores de su comunidad —incluso saluda a los agentes cuando se los cruza—, según quienes lo conocen.

Por eso a algunos conocidos pudo sorprenderles que durante dos semanas enfrentara un cargo federal por delito grave de agresión contra un agente federal durante una protesta en la instalación de ICE en Broadview.

El caso convocaría a numerosos simpatizantes —incluida su propia alcaldesa— a una de las audiencias para intentar convencer al juez de que no representaba una amenaza. Ivery declinó ser entrevistado para esta historia, pero un representante de la familia, documentos judiciales y un video de un transeúnte ayudan a reconstruir un proceso que el Gobierno quiso impulsar en un momento y desestimar al siguiente.

Ivery caminó desde su casa en Oak Park hasta la instalación de ICE en Broadview el 27 de septiembre para unirse a las protestas, dijo el portavoz de la familia, Scott Sakiwama.

Más tarde, Ivery diría a los investigadores que estaba allí para “protestar contra ICE” porque creía que “los agentes de ICE estaban siendo irrespetuosos con el Departamento de Policía de Broadview y con los veteranos”, según una denuncia penal presentada contra Ivery en un tribunal federal, sin más detalles sobre su motivación.

Ivery también estaba molesto porque los agentes federales habían lanzado gas lacrimógeno y disparado proyectiles de pimienta contra manifestantes en Broadview, según Sakiwama.

En un momento de la protesta, Ivery se acercó a un agente de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. y le gritó algo, de acuerdo con la denuncia. Aunque el agente no recordaba qué se dijo, Ivery admitiría después a los investigadores que dijo: “Te voy a (improperio) matar ahora mismo” y “haz algo”, según el documento.

Después del grito, Ivery corrió y saltó sobre un vehículo ocupado mientras los agentes lo perseguían, dice la denuncia.

El video de un transeúnte muestra a Ivery saltar del vehículo y a un agente derribarlo cuando cae al pavimento. Ivery grita mientras varios agentes lo inmovilizan. Cerca, otros agentes disparan irritantes químicos al suelo para mantener a los curiosos alejados, lo que aparentemente provoca tos en algunas personas, según se ve en el video.

Un testigo le pregunta a Ivery su nombre. Ivery lo grita y dice: “¡Ayúdenme!”. Minutos después, tras atarle las manos a la espalda y sentarlo, un agente ayuda a Ivery a beber de una botella de agua. Finalmente, Ivery es puesto de pie y llevado a la parte trasera de un vehículo sin identificación.

La denuncia afirma que, mientras los agentes lo inmovilizaban, Ivery agarró el casco de un agente y lo tiró hacia abajo, lastimándole la barbilla y exponiéndolo al gas pimienta.

Ivery fue arrestado y acusado en un tribunal federal de agresión con delito grave contra un agente federal, según los documentos judiciales.

Ivery estuvo retenido temporalmente en la instalación de ICE en Broadview el día del arresto y esa noche fue trasladado al Centro Correccional Metropolitano federal de Chicago, dijo Sakiwama.

Permaneció detenido varios días. Pero para el 1 de octubre, los fiscales solicitaron su liberación de la cárcel y que quedara bajo arresto domiciliario en espera de juicio, en reconocimiento de su discapacidad, informó la afiliada de CNN WLS-TV.

En una audiencia ese día, un juez dejó a Ivery en libertad bajo palabra. Muchos de sus simpatizantes, incluida la alcaldesa de Oak Park, Vicki Scaman, estuvieron allí para apoyarlo, según WLS.

En una carta al juez, Scaman dijo que Ivery es un “miembro valioso de nuestra comunidad” que se detiene y saluda a la policía cuando los ve en la calle. Escribió que Ivery no representa una amenaza para la comunidad y que esperaba que el juez considerara su “diagnóstico de necesidades especiales”.

El 9 de octubre, los fiscales solicitaron desestimar el cargo por completo, y el juez así lo ordenó al día siguiente. Los registros judiciales no indicaron por qué se desestimó el caso.

La Fiscalía de EE.UU. para el distrito norte de Illinois no respondió a la solicitud de información de CNN sobre la desestimación. El abogado designado por el tribunal para Ivery declinó ser entrevistado sobre los detalles del caso.

“Me alegra por el señor Ivery y por la resolución justa de su caso, y espero que otros cuyas libertades de la Primera Enmienda también estén siendo vulneradas por el Gobierno reciban justicia”, dijo en un correo a CNN el defensor público federal Johanathan Brooks.

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