¿De qué se trata la «Fórmula 1 del mar» que apuesta por las emisiones cero?

La sostenibilidad es un tema de discusión y preocupación recurrente en la actualidad que ha impactado en diversos ámbitos, incluido el deporte. Nadie debería sorprenderse por el hecho de que ciertas actividades deportivas contaminen y, por ende, dañen el medio ambiente. Un ejemplo claro de ello ocurre en Nepal, donde alpinistas llevan tiempo denunciando la masificación de la escalada del Everest, que ha provocado que la montaña de 8.849 metros de altura se haya convertido en el vertedero de basura más alto del mundo. Sitios web como Earth.org consideran que la contaminación de este legendario lugar puede ser mitigada con un turismo responsable y prácticas sostenibles.

Otros eventos deportivos masivos que también contaminan son los Juegos Olímpicos y el Mundial de la FIFA, solo por mencionar dos, ya que dejan una huella profunda no solo con la construcción de recintos deportivos en la ciudad o nación sede, sino también con el desplazamiento y alojamiento de millones de espectadores y atletas que aumentan la huella de carbono.

Sin embargo, en las últimas ediciones de los Juegos Olímpicos hemos visto iniciativas para reutilizar recintos, aprovechar materiales reciclados y crear conciencia sobre el cambio climático. Es así como en París 2024 se aprovecharon estructuras existentes para las competencias y lo que se creó quedó para satisfacer necesidades residenciales a largo plazo.

La FIFA, por su parte, también tiene en marcha proyectos que se implementarán tan pronto como en el próximo Mundial de 2026, donde buscará reducir el impacto ambiental de la competencia de 48 selecciones de fútbol viajando por los tres países anfitriones (México, Estados Unidos y Canadá), creando aún más conciencia ambiental de la que ha habido hasta ahora.

Pero si de competencias se trata, hay una que ha elegido la sostenibilidad como bandera: el campeonato de Fórmula E, creado por el empresario español Alejandro Agag y el expresidente de la FIA Jean Todt. Esta competencia totalmente eléctrica no solo es un “blueprint” desde su concepción en 2011 y su debut en Beijing, tres años después, sino que también se ha convertido en una de las de mayor crecimiento del planeta. Algunos la llaman la alternativa a la Fórmula Uno (que también ha tomado pasos importantes hacia la sostenibilidad en los próximos años), otros, el futuro del deporte.

Con ese antecedente, no es casualidad que exista desde hace dos años otra competencia que viaja por el mundo entreteniendo a los aficionados al mismo tiempo que crea conciencia medioambiental en las ciudades costeras donde compite: el UIM E1 World Championship.

Este es el primer campeonato en el mundo exclusivamente para lanchas eléctricas de alta velocidad, llamadas “RaceBirds”. Agag lo creó junto al ingeniero aeroespacial italiano Rodi Basso, quien cuenta con experiencia laboral en la NASA y la Fórmula 1, así como una gran pasión por el mar, como todo napolitano.

“Esta idea (la E1) surgió al combinar pasión y conocimiento técnico, y darme cuenta de que existía un vacío en la industria marina. Allí estaban los ingredientes perfectos para un proyecto exitoso”, cuenta Basso desde Miami en entrevista con CNN.

La Serie E1 cuenta actualmente con nueve equipos, pero se expandirá a diez para la temporada 2026 con la incorporación del Equipo Mónaco, y planea llegar a doce para su tercera temporada. Cada equipo está formado por dos pilotos, un hombre y una mujer, que comparten la responsabilidad de una lancha eléctrica que alcanza velocidades de hasta 93 km/h y que está equipada con tecnología hydrofoil, una aleta subacuática que puede levantar cualquier embarcación, lo que le permite casi que volar sobre el agua, con menor fricción y menor oleaje.

Teniendo en cuenta que no es un deporte mainstream, parte de su estrategia de mercadeo ha sido incluir figuras mediáticas en los equipos para hacer el mayor ruido posible, figurativamente hablando.

Tom Brady, el mariscal de campo más ganador en la historia de la NFL; Rafael Nadal, leyenda del tenis; LeBron James, estrella de la NBA; y el cantante puertorriqueño Marc Anthony, son algunas de las celebridades que forman parte de la E1.

“Los involucramos a través de nuestra red de contactos, aunque, en algunos casos, fueron ellos mismos quienes se acercaron a nosotros. Me gusta llamarlos ‘talentos’ más que ‘celebridades’, porque la palabra talento refleja su éxito, sus valores y sus capacidades. Y para nosotros son una gran fuente de inspiración”, afirma Basso. “Participan de forma muy activa en el campeonato. Nos sugieren cambios en las reglas o en los formatos de carrera, y los escuchamos mucho. Buscamos ese punto medio entre deporte y entretenimiento, y todos nuestros talentos y dueños de equipos provienen de esos dos mundos. Es una oportunidad enorme para nosotros”.

El CEO de E1 asegura que el campeonato, al ser en sus palabras “una oportunidad de inversión desde el punto de vista empresarial” y un proyecto de impacto que busca cuidar el medioambiente a través de tecnologías del futuro y educación científica, tiene muchos nombres propios en la grilla de competencia. Muchos de los equipos actuales incluso llevan el nombre de su inversor: equipo Brady, equipo Rafa, equipo AlUla (LeBron James), equipo Aoki Racing (DJ y productor musical Steve Aoki), equipo Westbrook Racing (actor Will Smith), equipo Blue Rising (leyenda del cricket Virat Kohli), equipo Brasil (empresario Marcelo Claure), equipo Drogba Global Africa (leyenda del fútbol Didier Drogba) y equipo Miami powered by Magnus (músico y empresario Marc Anthony).

Pero, más allá del entretenimiento y el espectáculo del campeonato que culminó en Miami con el triunfo del Team Brady (seguido del Team Rafa y Blue Rising), lo que hace único a este evento es su apuesta por la sostenibilidad.

La serie se define como “la Fórmula 1 del mar” con cero emisiones. Cada carrera incorpora iniciativas medioambientales reales: monitoreo de huella de carbono, programas de restauración de ecosistemas marinos y limpieza de costas. El verdadero compromiso de E1 es con el planeta, dice su CEO.

“Cuando hoy se habla de sostenibilidad, a veces se convierte en una palabra malinterpretada. Como ingeniero, creo firmemente que debemos hablar de eficiencia: usar mejor los recursos disponibles. Eso es lo que realmente mejora la calidad de vida de miles de millones de personas. Si solo habláramos desde ese enfoque técnico o corporativo, sería un discurso importante, pero no suficiente. Queremos construir un proyecto serio y, a la vez, atractivo, que convierta la sostenibilidad en una oportunidad para crear valor y atraer especialmente a las nuevas generaciones. Creo que lo estamos logrando, pero dejo que el público juzgue. Buscamos el equilibrio entre las conversaciones formales con gobiernos y empresas, y la capacidad de atraer una audiencia amplia que se interese, no por miedo, sino por las soluciones. Nuestro barco representa eso: demuestra que se puede navegar de manera responsable y al mismo tiempo divertirse mucho”, afirma Basso a CNN.

Actualmente hay siete paradas en el campeonato de E1, siendo Miami la última en el calendario. La carrera del pasado fin de semana se realizó en la bahía de Biscayne (Watson Island/Miami Seaplane Base), entre Downtown Miami y South Beach. La ciudad fue seleccionada no solo por su legado como centro de innovación náutica, sino también por su situación ante desafíos reales, como el aumento del nivel del mar, la erosión costera y el impacto ambiental en sus aguas. Por tal razón, el presidente de la serie hace hincapié en la importancia de los eventos comunitarios paralelos que realizan en las ciudades en las que compiten.

“Estuvimos en el Museo de los Niños, en la base de hidroaviones de Miami, con cientos de niños de 9, 10 y 11 años. Este programa lo desarrollamos junto a nuestro inversionista PIF, y lo llevamos a cada ciudad donde corremos. Visitamos escuelas y universidades, hablamos con los estudiantes, les mostramos lo que hacemos e intentamos inspirarlos a seguir carreras en ciencia, tecnología e ingeniería. En realidad, esa es la razón principal por la que existe E1: para las futuras generaciones, para que puedan seguir disfrutando de las zonas costeras como lo hemos hecho nosotros. También hicimos una jornada de recolección de plástico en una playa de Miami. El equipo de Marc Anthony, Team Miami, organizó y financió la actividad, invitando a su gente y a sus invitados a limpiar la playa. Fue algo muy importante, especialmente porque nuestros pilotos y nuestro equipo de comunicación pudieron mostrar lo que se puede hacer y lo que aún queda por hacer”, detalló Basso.

Una de las piedras angulares de E1 es su Programa Blue Impact, diseñado para asegurar que los entornos acuáticos no solo no sufran por las carreras, sino que se beneficien de ellas.

El 2026 promete mucho para la joven competencia que, según Basso, logra un “efecto wow” donde quiera que llegue y busca no ser solo un nuevo espectáculo deportivo, sino también un importante paso en la transformación de la movilidad marina, la conciencia medioambiental y el compromiso con la protección de las zonas costeras. La Serie E1 busca, más allá de entregar un trofeo, enviar un mensaje contundente: que el mundo de los deportes de motor puede alinearse con la reducción de impactos medioambientales.

The-CNN-Wire
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