Garry McFadden, un detective carismático y de opiniones firmes que se convirtió en personalidad de la televisión, fue elegido sheriff del condado de Mecklenburg, en Carolina del Norte, hace años tras prometer que limitaría la cooperación de la cárcel con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Pero este mes, agentes de la agencia hermana del ICE, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), entraron en Charlotte y otras partes de su condado sin reunirse con él, arrestando a más de 350 personas en una redada migratoria que la administración Trump denominó “Operación Charlotte’s Web”, una medida que algunos dicen que el sheriff provocó con sus enfrentamientos previos con el ICE.
La acción se produjo incluso después de que leyes estatales recientes obligaran al sheriff —quien había puesto fin a un acuerdo formal de cooperación con el ICE, tal como prometió— a mantener una relación de trabajo más estrecha con la agencia.
CBP terminó su operación en Charlotte esta semana, pero McFadden, cuya jurisdicción se limita a la cárcel del condado y al sistema judicial, sigue siendo una figura central en el debate migratorio de Charlotte. El sheriff dijo que sus solicitudes para reunirse con los funcionarios de CBP involucrados en la operación no fueron atendidas.
“No creo que se pueda hacer un lugar más seguro cuando se vive con miedo… a la deportación”, dijo el lunes en el programa “Erin Burnett OutFront” de CNN. “Nos hubiera gustado tener una conversación con la Patrulla Fronteriza mientras estaban aquí”.
Su postura sobre la cooperación con las autoridades migratorias es solo una parte de lo que lo hace conocido en la zona. Ha ganado reconocimiento como detective de la Policía de Charlotte que resolvió cientos de homicidios, y acaba de anunciar su candidatura para un tercer mandato como sheriff tras meses de criticar las tácticas de las autoridades migratorias y enfrentar acusaciones de un ambiente laboral tóxico.
Originario de Sumter, Carolina del Sur, McFadden se hizo un nombre durante sus 36 años en el Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg, convirtiéndose en un detective que, según su oficina, tendría una de las tasas de resolución de homicidios más altas en la historia del departamento.
Lideró el programa Cops and Barbers, destinado a cerrar la brecha de comunicación entre los agentes y la comunidad, que recibió reconocimiento nacional, incluso por parte de la administración del expresidente Barack Obama.
En sus últimos años como detective en Charlotte, McFadden fue protagonista del reality show “I am Homicide” (2016-17), producido por Investigation Discovery (que ahora parte de la empresa matriz de CNN en Español, Warner Bros Discovery). También ha aparecido en otros programas nacionales.
“En Charlotte, Carolina del Norte, muchos lo conocen como Homicide. Su verdadero nombre es el detective Garry McFadden, y busca justicia para los fallecidos usando su carisma para descubrir pistas y seguir indicios”, dice la descripción del programa.
McFadden aprovechó esa publicidad para postularse en 2018 a la oficina del sheriff del condado, que supervisa la cárcel y el sistema judicial de Mecklenburg, en parte con la promesa de limitar la cooperación de la agencia con el ICE.
McFadden dijo que poner fin al programa 287(g), que permite al ICE delegar algunas actividades migratorias en las autoridades locales, ayudaría a que las personas de comunidades inmigrantes se sintieran más cómodas al denunciar delitos, informó ese año The Charlotte Observer.
Después de ganar y asumir el cargo en diciembre de 2018, cumplió su palabra y detuvo la participación de los agentes en el 287(g). En la cárcel, ese programa alentaba a los agentes a alertar a las autoridades federales sobre reclusos sospechosos de estar ilegalmente en EE.UU. McFadden también se negó a cumplir con las órdenes de detención del ICE, que son solicitudes para que las fuerzas del orden locales retengan a personas bajo su custodia más allá del tiempo ordinario de liberación, permitiendo que los agentes federales los recojan.
El ICE tomó nota. En 2020, lanzó vallas publicitarias en Charlotte con personas que, según la agencia, estaban ilegalmente en EE.UU., habían sido condenadas por delitos y liberadas en lugar de ser transferidas a la custodia del ICE. En un comunicado de prensa, la agencia mencionó la negativa de la cárcel a cumplir con las órdenes de detención y dijo que las vallas tenían como objetivo “educar al público sobre los peligros de las políticas de no cooperación”.
La introducción de dos leyes estatales en los últimos años amplió la cooperación obligatoria entre las oficinas del sheriff y los funcionarios del ICE, incluyendo requisitos para que los administradores de cárceles verifiquen el estatus migratorio de los reclusos, cumplan con las órdenes de detención del ICE y notifiquen a la agencia antes de liberar a alguien retenido bajo una orden de detención.
McFadden enfatizó que, aunque su oficina cumpliría con la ley, no participaría en medidas de aplicación directa con el ICE.
McFadden dijo que el mes pasado se reunió con representantes regionales del ICE para discutir su relación de trabajo, una reunión que describió como productiva. El sheriff criticó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza por no intentar tener una conversación similar con él antes o durante su operación.
“Todos somos agentes de la ley. Al menos respétenme lo suficiente como para venir y conversar conmigo mientras operan en mi condado”, dijo el lunes en CNN.
El Departamento de Seguridad Nacional no mencionó a McFadden al anunciar su operación en Charlotte, pero algunos funcionarios republicanos han sugerido que el sheriff es responsable de la decisión.
“La Patrulla Fronteriza está en Charlotte porque el sheriff McFadden se negó a hacer su trabajo. Sus políticas de santuario bloquearon cientos de órdenes de detención del ICE y devolvieron a criminales extranjeros ilegales a las calles”, dijo el lunes en X el presidente de la Cámara de Representantes de Carolina del Norte, Destin Hall.
Varios factores podrían haber llevado al despliegue, incluida la creciente población inmigrante de Charlotte, el tribunal de inmigración y la gran oficina local del ICE, dijo a CNN Stefanía Arteaga, cofundadora de la Red de Migrantes de Carolina. La medida también podría verse como una represalia por la decisión previa del sheriff de limitar la colaboración con el ICE, agregó.
En un comunicado sobre la operación, el DHS dijo que estaba defendiendo a los habitantes de Carolina del Norte “que viven con miedo debido a criminales extranjeros ilegales violentos”, arrestando a aquellos con “extensos antecedentes migratorios y criminales, incluyendo violencia doméstica, asalto, allanamiento de morada, hurto y conducir bajo los efectos del alcohol”.
La representante estadounidense Alma Adams, demócrata de Carolina del Norte, criticó el despliegue, diciendo que la presencia de funcionarios de la CBP y del ICE “amenaza el bienestar de las comunidades a las que ingresan”.
El aumento de agentes de la CBP en el condado ha dejado a los residentes en un estado de “miedo, ansiedad e incertidumbre”, dijo McFadden el lunes a Erin Burnett de CNN.
“Todos me preguntan, ‘¿Cuándo se van a ir?’ Y les dije que no tenía esa respuesta, porque no he hablado con nadie de la Patrulla Fronteriza”, dijo.
También ha provocado que algunas personas se aparten de la vida cotidiana, agregó, señalando que sus agentes le informaron que muchos estudiantes de áreas predominantemente negras y latinas no asistieron a la escuela el lunes.
Más de 30.000 estudiantes, alrededor del 20 % de la matrícula, estuvieron ausentes en 185 escuelas de Charlotte-Mecklenburg el lunes, según el distrito.
Propietarios de negocios también dicen que los empleados no se están presentando a trabajar debido al aumento de la aplicación de leyes migratorias en la zona, señaló McFadden.
McFadden llegó a la escena como sheriff por primera vez en 2018, pero rápidamente ganó notoriedad a nivel nacional, dijo Jonathan Thompson, director ejecutivo y CEO de la Asociación Nacional de Sheriffs, a CNN.
“Él es, en muchos sentidos, más grande que la vida. Pero también es una de esas personas en las que, cuando dice algo, puedes confiar plenamente”, dijo Thompson.
Thompson dijo que McFadden se acercó a la organización después de su elección y pasó por su programa de capacitación para sheriffs primerizos. Ahora forma parte de la junta directiva.
“La mejor manera de asumir un papel de mando y liderazgo en esta organización es alzar la voz y ser activo, y él se ha vuelto muy, muy activo y buscó un lugar en la junta, y se ha convertido en una de nuestras personas de referencia”, dijo Thompson.
Thompson comentó que nunca ha visto el programa de McFadden, pero ha visitado su agencia y la cárcel muchas veces.
“Como decimos, es un policía de policías, y cree en el Estado de derecho, cree en la cooperación entre las fuerzas del orden y entre las agencias”, señaló.
Al ser consultado sobre la expectativa de McFadden de que la CBP debió haber comunicado a su oficina sobre su operación en Charlotte, Thompson dijo que los socios policiales deben poder confiar entre sí “para mantener la seguridad operativa”.
“Creo que tiene razón en su reclamo, que es: ‘Oye, si vas a venir a nuestra jurisdicción, tienes que venir a visitarme a mí y a mi equipo de mando’”, dijo Thompson el lunes.
A pesar de su reconocimiento como líder a nivel nacional, algunos consideran a McFadden una figura divisiva a nivel local, especialmente por su postura sobre la aplicación de las leyes migratorias.
“Nunca hemos tenido una relación de trabajo con el sheriff McFadden”, dijo Daniel Redford, quien dirige el sindicato que representa a los agentes de policía locales, a CNN. Describió a McFadden como “interesado”.
“Siempre ha parecido que encuentra la manera de desafiar el sistema en la aplicación de la inmigración”, dijo Redford.
El mes pasado, Redford escribió una carta en nombre de la Orden Fraternal de Policía de Charlotte-Mecklenburg, Lodge #9, solicitando ayuda federal y el despliegue de la Guardia Nacional, en parte debido a la escasez de personal policial.
Dijo que es la primera vez que su organización solicita ese tipo de asistencia al Gobierno federal y cree que la carta pudo haber ayudado a centrar la atención de la administración en Charlotte.
Su carta mencionaba a una refugiada ucraniana de 23 años que fue apuñalada mortalmente en el transporte público de Charlotte por un hombre con antecedentes de arrestos y problemas de salud mental en septiembre, lo que atrajo la atención nacional sobre la vigilancia policial y la seguridad pública de la ciudad.
El sospechoso arrestado en ese caso es ciudadano estadounidense, pero Trump utilizó el incidente como ejemplo de lo que ha presentado como un problema de delincuencia desenfrenada en ciudades gobernadas por demócratas en todo el país, prometiendo enviar a la Guardia Nacional.
“El hecho de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza esté aquí en Charlotte ahora, sabes que eso encaja perfectamente con la solicitud que hicimos”, dijo Redford el lunes.
CNN contactó a McFadden, quien declinó ser entrevistado para esta historia.
El entorno laboral de McFadden se ha visto envuelto en controversias en los últimos años.
Una exdirectora de negocios de su oficina demandó al sheriff en un tribunal federal en septiembre, alegando que McFadden la despidió ilegalmente en represalia por denunciar disparidades salariales raciales en la agencia y negarse a alterar registros sobre los gastos de viaje del sheriff.
El sheriff negó las acusaciones en un escrito judicial presentado en noviembre. CNN ha solicitado comentarios a un abogado que lo representa en la demanda.
En el último año, The Charlotte Observer informó sobre varios exempleados que criticaron el trato del sheriff hacia ellos, algunos acusándolo de abuso emocional y de ser narcisista o vengativo. Uno de ellos, un exjefe adjunto, presentó una carta de renuncia acusando al sheriff de dirigir la oficina como una dictadura, según informó el Observer.
Esa persona también publicó una grabación de McFadden usando insultos raciales para referirse a un capitán blanco y a un exjefe adjunto negro, informó la filial de CNN WBTV. Poco después, McFadden publicó un video disculpándose por el lenguaje utilizado.
La oficina de McFadden declinó comentar sobre las acusaciones de los exempleados, pero remitió a CNN a los videos que él publicó.
Hace dos meses, el sheriff publicó un mensaje en video abordando las salidas de personal y las acusaciones hechas por exempleados. Dijo que legalmente no puede hablar en detalle sobre asuntos de personal, pero recalcó que se sintió profundamente traicionado.
“Ustedes los escuchan decir palabras como narcisista y que me creo un dios y todo eso”, dijo. “Lo que deberían decir es progresista, innovador, con visión de futuro, siempre directo y siempre claro. Altamente motivado; con grandes expectativas; exige responsabilidad; pero, sobre todo, es una persona que se preocupa”.
“Solo les deseo buena suerte a cada uno de ellos, y donde sea que vuelvan a trabajar, solo pido que no sean tan engañosos y que no traicionen a sus otros empleadores como me traicionaron a mí”, agregó.
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