La junta de fideicomisarios del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas votó este jueves para cambiar el nombre de la institución en honor tanto al expresidente como al presidente Donald Trump.
“La Junta de Fideicomisarios del Centro Kennedy votó de forma unánime hoy para nombrar la institución como Centro Conmemorativo de las Artes Escénicas Donald J. Trump y John F. Kennedy”, dijo la portavoz Roma Daravi en un comunicado, agregando que el nombre honra el trabajo de Trump en el centro desde que asumió el cargo a comienzos de su segundo mandato.
La decisión generó rápidamente preocupaciones legales sobre si la junta tiene la autoridad para cambiar el nombre de la institución artística, que el Congreso designó en 1964 como monumento a la memoria del presidente demócrata, y recibió rechazo de la familia Kennedy.
Trump, quien fue elegido presidente de la junta por una nueva composición en febrero, ha bromeado frecuentemente sobre llamar al centro de artes escénicas el “Centro Trump Kennedy”. La junta designada por el presidente aprobó sus deseos en la reunión de este jueves, de acuerdo con una fuente familiarizada con el asunto, durante la cual Trump también participó por llamada.
En un evento en la Oficina Oval más tarde ese día, Trump dijo que estaba “honrado” y “sorprendido” por la votación.
“Esto fue presentado por uno de los miembros distinguidos de la junta, y lo votaron, y hay muchos miembros, y votaron de forma unánime”, dijo.
Para la tarde de este jueves, el encabezado del sitio web del centro había sido actualizado para decir “Centro Trump Kennedy”.
“Felicitaciones al presidente Donald J. Trump, y también al presidente Kennedy, porque este será un equipo realmente destacado en el futuro”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una publicación en X. “Sin duda, el edificio alcanzará nuevos niveles de éxito y grandeza”.
Mientras que la Casa Blanca dijo que la votación fue unánime, la representante demócrata Joyce Beatty, miembro exofficio de la junta, dijo que no fue así.
“Yo estaba en esa llamada y, cuando traté de presionar mi botón para manifestar mi preocupación, para hacer preguntas y, desde luego, no votar a favor de esto, fui silenciada. Cada vez que traté de hablar, fui silenciada”, dijo en un video publicado en X.
Sin embargo, persisten preguntas sobre la legalidad de la decisión de la junta de cambiar el nombre del edificio, y los miembros de la familia Kennedy condenaron el esfuerzo este jueves.
“El Centro Kennedy es un monumento viviente a un presidente fallecido y nombrado para el presidente Kennedy por ley federal”, dijo Joe Kennedy III, excongresista y sobrino nieto del presidente, en X. “No se puede cambiar de nombre, así como nadie puede renombrar el Monumento a Lincoln, sin importar lo que alguien diga”.
Jack Schlossberg, nieto de Kennedy que actualmente se postula para la Cámara de Representantes de Estados Unidos en Nueva York, también expresó su preocupación en redes sociales ante los reportes de silenciamiento durante la votación.
El Congreso cambió el nombre del centro de artes para homenajear al presidente John F. Kennedy mediante legislación aprobada tras su asesinato en 1963, y la ley federal requiere que la junta “asegure que después del 2 de diciembre de 1983, no se designen ni se instalen nuevos monumentos o placas conmemorativas en las áreas públicas del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas”.
Expertos dijeron a CNN que, aunque la decisión de la junta probablemente fue ilegal, no está claro si alguien que quiera impugnar la medida tendría legitimidad procesal —conocida como “standing”— para llevar adelante un caso de ese tipo.
“No hay absolutamente ninguna manera de que puedan hacer esto legalmente”, dijo David Super, profesor de la Facultad de Derecho de Georgetown especializado en legislación. Pero, añadió, “el Gobierno no se está preocupando por las leyes a menos que tenga una perspectiva realista de ser demandado”.
Super dijo que es posible que un empleado del centro intente presentar un caso impugnando el cambio de nombre, indicando un “daño reputacional” derivado de tener que poner el nuevo nombre en su currículum, lo que puede alegar que podría confundir a futuros empleadores.
“No sería optimista de que un tribunal aceptara ese caso”, dijo.
Lo mismo aplica para los descendientes del presidente Kennedy, dijo Super a CNN. “Si él estuviera vivo, probablemente podría demandar, pero no creo que sea claro que sus herederos tendrían algún derecho a demandar en su nombre”.
Maria Shriver, sobrina de Kennedy, calificó el esfuerzo de renombrar el monumento en honor a Trump como “incomprensible” al hablar sobre los esfuerzos de su tío por apoyar las artes.
“Era un hombre que estaba interesado en las artes, la cultura, la educación, el lenguaje, la historia. Llevó las artes a la Casa Blanca, y él y mi tía Jackie amplificaron y celebraron las artes, defendieron a los artistas”, escribió en una publicación en X. “Es incomprensible que este presidente en funciones haya intentado renombrar este gran monumento dedicado al presidente Kennedy”.
La votación de este jueves marca el último esfuerzo para dejar la huella de Trump en el Centro Kennedy.
Días después de regresar al cargo, Trump anunció un plan para reestructurar la junta directiva y destituir a su presidente, el filántropo David Rubenstein. Desde entonces, ha liderado un esfuerzo para remodelar la institución a su gusto: reestructurando su liderazgo, asegurando fondos del Congreso para renovaciones y reimaginando su programación.
Instaló a una lista de leales, incluido el nuevo presidente Richard Grenell, su embajador en Alemania durante su primer mandato, quien ha estado reevaluando la programación y orientándola “para el público general”. Grenell ha reducido el personal, contratado aliados políticos y exigido una “política de equilibrio” para cada función y alquiler de instalaciones.
Trump también ha destacado la restauración del mármol exterior del edificio, las sillas interiores y los escenarios renovados, los cuales, según él, estarán completos dentro de un año.
Los cambios se extienden también a lo que se presenta en el escenario, ya que el presidente ha buscado implementar una “Visión para una Edad de Oro en las Artes y la Cultura”, diciendo que el “Centro Trump Kennedy” “no va a ser ‘woke‘”.
El impacto de Trump en la institución fue evidente a principios de este mes en los Honores del Centro Kennedy 2025. El presidente ha dicho que estuvo “98 % involucrado” en la selección de los galardonados, quienes iban desde Sylvester Stallone hasta la banda de rock KISS y Gloria Gaynor, entre otros.
Trump, este jueves, dijo que bajo su Gobierno el centro ha visto “números récord” de donantes y adelantó planes para que el Congreso invierta más dinero en el centro.
“Estamos salvando el edificio. Salvamos el edificio. El edificio estaba en tan mal estado, tanto física como financieramente y en otros aspectos. Y ahora es muy sólido, muy fuerte”, dijo.
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