Cada vez que la activista no binaria de alto perfil Siufung Law concedía entrevistas a los medios, los periodistas siempre preguntaban: ¿qué pronombre les gustaría utilizar?
Durante mucho tiempo, la nativa de Hong Kong, que usa los pronombres “they”/”them” en inglés, no tuvo una respuesta fácil porque los pronombres chinos se dividen en gran medida en dos cuando se refieren a personas (una forma masculina y una femenina) y ninguna de las dos le parecía correcta.
Finalmente, en 2017, Law encontró una posible solución: un pronombre no oficial inventado por la comunidad intersexual y no binaria. El carácter se parecía a los pronombres chinos existentes, pero se modificó con una especie de X al lado, lo que le recordó al género X, el “tercer pronombre” que a veces se usa en documentos de identidad y pasaportes en otros países.
A pesar de haber existido durante casi una década, este pronombre chino inventado ha permanecido al margen por una razón: como carácter no oficial, no existe en nuestros teclados, y aunque a menudo se le estiliza como X也, es complicado escribirlo y confunde a las personas que no están familiarizadas con él.
Sin embargo, esto podría cambiar pronto. En septiembre, el pronombre se añadió a Unicode, un estándar global de símbolos y caracteres utilizado por desarrolladores web y gigantes tecnológicos de todo el mundo.
Esto significa que los usuarios podrían eventualmente escribir el carácter en teléfonos y portátiles, y buscarlo y visualizarlo en línea. El proceso podría tardar varios años más, pero aun así se ha celebrado como un gran paso hacia un reconocimiento más amplio, especialmente en China, donde las actitudes conservadoras y la represión gubernamental han dificultado cada vez más la vida de la comunidad LGBTQ+.
“Tener un pronombre dirigido más específicamente a las personas que no quieren ser etiquetadas o encasilladas dentro de los pronombres masculinos y femeninos… podría ser una muy buena alternativa”, dijo Law, también candidata a doctorado en estudios de género y sexualidad.
Es “el reconocimiento de que personas como yo existimos y que no estamos borrados dentro de… esos sistemas binarios, ya sea el idioma, la cultura o la historia misma”.
Los pronombres chinos no siempre fueron tan binarios. De hecho, el idioma no tenía pronombres de género desde un principio: lo que ahora se considera el pronombre masculino, 他, se usaba antiguamente para todas las personas.
Esto también se evidencia en su escritura. Los caracteres chinos se componen de bloques que a menudo ofrecen pistas sobre su significado u origen. En el caso del pronombre, antes universal, sus bloques simplemente significan “persona”, sin ninguna indicación de género.
“Durante miles de años, parece que nadie sintió la necesidad de hacer esta distinción”, escribió el erudito chino Huang Xingtao en su libro de 2009 sobre el tema. Pero a principios del siglo XX, China entró en mayor contacto con las naciones occidentales, lo que impulsó al país a “crear vigorosamente nuevos caracteres… para expresar ciertos términos en las lenguas occidentales”.
Fue también entonces cuando el primer movimiento feminista de China cobró impulso, con activistas que exigían la independencia, la educación y la representación de las mujeres, incluso en la palabra escrita.
Estos movimientos simultáneos dieron origen al nuevo pronombre femenino, 她. Se pronuncia “ta”, igual que el 他 original, la nueva X也 y otros pronombres chinos utilizados para animales y objetos inanimados.
Es por eso que algunas personas ahora argumentan que la creación de un nuevo pronombre de género neutro es innecesaria, ya que eso era lo que existía en primer lugar.
Estas evoluciones lingüísticas tienen implicaciones de gran alcance. El chino es el idioma con mayor número de hablantes nativos del mundo y se utiliza desde Hong Kong hasta Taiwán y en las diásporas sinoparlantes.
Incluso lenguas siníticas como el cantonés, que se diferencian del mandarín en muchos aspectos, comparten muchos caracteres escritos.
Fan, una hongkonesa agénero de 23 años, intentó adoptar el pronombre 他 cuando empezaron a usar el pronombre “they/them” hace unos años. Después de todo, pensó que antes era neutro en cuanto al género y que a veces todavía se usa así.
En cambio, Fan utiliza otra alternativa que se ha popularizado entre los hablantes de chino: escribir las letras inglesas TA en mayúsculas. Esto refleja cómo se dicen todos los pronombres chinos, pero elimina los elementos básicos de los caracteres escritos que normalmente indican el género.
En comparación con X也, que sigue siendo un nicho, TA se ve más ampliamente, especialmente en China continental.
Esta grafía ha aparecido en redes sociales, así como en campañas publicitarias y otros materiales de difusión, afirmó Kaspar Wan, fundador de Gender Empowerment, organización de derechos de las personas transgénero con sede en Hong Kong.
Pero incluso aquellos que usan TA dicen que hay algo extraño en insertar letras inglesas en una oración de caracteres chinos.
“Normalmente uso TA, pero encuentro que tener otro (pronombre escrito) chino es bastante importante para mí”, declaró Fan, a quien CNN identifica por su apodo por razones de privacidad.
Law coincide: TA “sigue pareciéndome una palabra inglesa”, lo que la hace “poco satisfactoria”, expuso. “Tengo muchas ganas de poder escribir (X也) con mi teléfono… si este pronombre fuera mucho más fácil de escribir, lo preferiría a TA”.
Incorporar X也 a Unicode no fue un proceso sencillo. Uno de los principales responsables fue Michael Bauer, quien trabaja en servicios lingüísticos, incluyendo traducción, y es mitad cantonés.
Él y un socio presentaron una solicitud Unicode para el carácter a finales de 2020, casi cinco años antes de que se aprobara e incorporara al estándar en septiembre.
Y aún persisten desafíos, declaró Bauer en un panel sobre el tema a principios de este verano.
Podrían pasar meses o incluso años hasta que las plataformas tecnológicas y los fabricantes de fuentes actualicen sus sistemas e implementen este nuevo carácter para que los usuarios puedan buscarlo y escribirlo fácilmente en sus dispositivos, añadió.
Aun así, existe la tarea de convencer a la gente para que realmente lo use.
En Hong Kong, por ejemplo, la mayoría de la gente habla cantonés, un idioma informal y coloquial que tiene su propia versión de un pronombre de género neutro, lo que reduce la demanda de un nuevo carácter, explicó Wan, del grupo de derechos Gender Empowerment.
Pero todos los que hablaron con CNN coincidieron en que la medida tiene un poder simbólico, independientemente de las dificultades prácticas.
“Ahora que Unicode tiene este carácter, si lo usas, la gente podría decir: ‘Ah, eres no binario’”, dijo Wan. Le da peso y legitimidad al pronombre. En lugar de ser un carácter no oficial inventado por unos pocos, ahora es “parte de la gramática, o parte del lenguaje”, apuntó.
Esto es especialmente importante dado a que las culturas de habla china suelen ser más conservadoras en cuanto a los derechos y la representación LGBTQ+.
En China continental, la comunidad se ha enfrentado a una represión cada vez mayor desde que Xi Jinping llegó al poder hace más de una década: se han cancelado desfiles del Orgullo, se han prohibido películas y programas de televisión con temáticas del mismo sexo, y se han cerrado cuentas LGBTQ+ en la aplicación de mensajería más popular del país.
Hong Kong –antigua colonia británica y centro financiero internacional– es en general más abierto que China continental, aunque todavía no ha reconocido el matrimonio entre personas del mismo sexo ni legislado contra la discriminación basada en la orientación sexual, a pesar de sucesivos fallos judiciales que instan a una mayor igualdad.
La ciudad también ha sufrido una ofensiva de seguridad nacional en los últimos años que ha sofocado la disidencia y ha atrapado a muchos activistas LGBTQ+ destacados, algunos de los cuales también eran activistas a favor de la democracia.
Taiwán es de lejos el país más progresista, siendo el primer lugar de Asia en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En este contexto, “tener un pronombre que nos reconozca es muy importante en este momento”, insistió Law, quien señaló un aumento de la homofobia y la transfobia en varias partes del mundo, incluida la legislación antitransgénero en todo Estados Unidos.
La adopción de X也 por parte de Unicode también “abrió un espacio, o (sirvió) como ejemplo, para que podamos explorar otras palabras con género”, opinó Fan.
Señalaron las muchas maneras en que la gente usa lenguaje informal con género a diario: por ejemplo, una frase común en chino para “niños” se traduce literalmente como “hijos e hijas”. En otras ocasiones, los vendedores ambulantes y los camareros de los restaurantes pueden gritar: “¡Señorita!” o “¡Señor!”.
“De hecho, muchas personas no binarias tienen dificultades con esto, porque, independientemente de cómo se dirijan a ti, te están tratando con un género incorrecto”, indicó Fan.
Tal vez X也 podría generar más conversaciones e inspirar términos más neutrales en cuanto al género, expresaron.
Por lo menos, ofrece una opción que antes no existía para un grupo de personas que a menudo quedan al margen.
“Cuando tienes la opción, te dice que tu deseo o tu identidad es una opción válida”, manifestó Fan. “La existencia de esta opción en sí misma es algo muy empoderante”.
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