Hijo de una leyenda del boxeo mexicano, Julio César Chávez Jr. parecía destinado a escribir su propia historia dentro del ring. Pero en las últimas semanas, el pugilista ha protagonizado una sucesión de caídas que lo llevaron del cuadrilátero a enfrentar a la justicia por supuestos vínculos con el narcotráfico en México.
La primera caída llegó en el ring, cuando perdió por decisión unánime una pelea en Anaheim, California ante el influencer Jake Paul. Ese día el boxeador mexicano fue ovacionado por el público, a pesar de la contundente derrota que sufrió en su segunda pelea en cuatro años.
La segunda ocurrió días después, fuera del deporte. El 3 de julio de 2025, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE) detuvieron al boxeador, uno de los cuatro hijos de Julio César Chávez, una estrella del boxeo en México durante las décadas de 1980 y 1990.
Tras la detención, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dijo que Chávez Jr. había entrado legalmente a Estados Unidos en agosto de 2023, con una visa de turista que expiró en febrero de 2024.
En abril de ese año, el boxeador mexicano solicitó la residencia permanente con el argumento de que está casado con una ciudadana estadounidense quien, según funcionarios del DHS, está vinculada con el Cártel de Sinaloa debido a una relación previa con uno de los hijos ya fallecido de Joaquín “el Chapo” Guzmán, exlíder de la organización y condenado en 2019 a cadena perpetua en EE.UU.
De acuerdo con el DHS, Chávez Jr. hizo declaraciones fraudulentas en su solicitud, por lo que el 27 de junio, un día antes de su pelea con Jake Paul, se determinó que estaba ilegalmente en el país y que estaba sujeto a deportación.
La agencia agregó que Chávez Jr. previamente ha enfrentado otros cargos en Estados Unidos como conducir bajo la influencia de sustancias en 2012 y posesión ilegal de armas en 2024.
La tercera caída fue su deportación y detención en México, donde ya existía una orden de aprehensión en su contra desde marzo de 2023 por delincuencia organizada y tráfico de armas, según la Fiscalía General de la República (FGR).
CNN contactó a la FGR para solicitar más detalles sobre su proceso legal y está a la espera de una respuesta.
Tras ser deportado por las autoridades estadounidenses el 18 de agosto, el boxeador de 39 años fue trasladado a los separos de la Policía Federal Ministerial en Hermosillo, Sonora, desde la garita de ‘Dennis DeConcini’, en la frontera con Arizona.
Después fue ingresado al Centro Federal de Reinserción Social (CEFERESO) No. 11 en Sonora. Sin embargo, un juez en México determinó que Chávez Jr. enfrentará el juicio en libertad, bajo medidas cautelares, por los presuntos vínculos con cárteles y tráfico de armas.
El abogado del boxeador, Rubén Fernando Benítez Álvarez, dijo que el tribunal otorgó además tres meses adicionales para la investigación del caso. El defensor calificó las acusaciones como “especulación” y “leyendas urbanas”, tras la audiencia judicial celebrada en Hermosillo el sábado durante declaraciones a la prensa este fin de semana.
Chávez Jr. participó en la audiencia de forma virtual desde el centro de detención, aunque ahora continuará el proceso fuera de prisión. De ser declarado culpable, podría enfrentar una pena de entre cuatro y ocho años de cárcel.
Sobre el estado emocional del boxeador, su abogado comentó: “Lo veo con un razonable buen ánimo dadas las circunstancias. Está fatigado. Está cansado. Quiere ver a su familia. Está contento de que va a poder continuar haciendo su defensa en libertad. Creo que si quitamos la fatiga, pues está optimista”.
Al ingresar a prisión, lejos del glamour del ring, Chávez Jr. vestía pants negros, sudadera negra con rojo, playera blanca y tenis rojos, de acuerdo con la información del Registro Nacional de Detenciones. Una imagen que dista mucho de aquel joven que hace unas semanas había sido ovacionado después de su derrota en el ring.
Tras su arresto en Estados Unidos, el icónico boxeador mexicano defendió a su hijo y dijó que confiaba en la justicia, pero no ha hecho declaraciones desde su deportación.
Chávez Jr. ha luchado contra la adicción a las drogas durante gran parte de su carrera en el boxeo y algunos analistas consideran que esta es una de las razones por las que su carrera deportiva no ha llegado a consolidarse y se encuentra en declive.
“Es un peleador que está en plena decadencia”, dijo a CNN el comentarista y experto en boxeo Javier Trejo Garay. Para Trejo Garay, la última gran pelea en la que Chávez Jr. tuvo su mejor nivel fue la de mayo de 2017 en la que perdió con Saúl “Canelo” Álvarez.
El mexicano llegó a ser campeón de peso medio del Consejo Mundial de Boxeo y lo defendió en tres ocasiones. Ahora, su futuro depende de lo que ocurra en los tribunales mexicanos.
Este artículo fue publicado originalmente el día 20 de agosto de 2025, con actualización posterior de 24 de agosto de 2025
The-CNN-Wire
™ & © 2025 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.