El gobernador de Mississippi, Tate Reeves, declaró el estado de emergencia el sábado por la tarde, ya que los funcionarios meteorológicos y de gestión de emergencias anticipan la crecida del río Pearl para el lunes, 24 horas antes de lo proyectado inicialmente.
Hoy el New York Times reveló que más de 150, 000 residentes en la capital de Mississippi no tiene acceso a agua potable, luego de que el sistema de agua en Jackson, la ciudad más grande del estado, ha estado en crisis durante años.
Dicho escenario se ha visto más afectado debido a que la planta de tratamiento de agua más grande de la ciudad estaba fallando y los hogares se han quedado con poca presión del vital líquido.
“Hasta que se arregle, significa que no tenemos agua corriente confiable a escala”, informó el gobernador Tate Reeves de Mississippi durante una sesión informativa de emergencia el lunes por la noche.
“Significa que la ciudad no puede producir suficiente agua para combatir incendios, descargar inodoros de manera confiable y satisfacer otras necesidades críticas”, agregó.