La medida es una respuesta del gobierno de Donald Trump al ataque sónico en contra de diplomáticos de EE.UU. en La Habana.
(POLÍTICA PARA MI).- El gobierno del presidente Donald Trump expulsó a 15 diplomáticos cubanos de la embajada del país caribeño en Washington en respuesta al misterioso ataque sónico en contra del personal estadounidense en La Habana.
Con las expulsiones, el gobierno de Trump busca que los cubanos operaren en su embajada en Washington bajo las mismas condiciones de emergencia que ha tenido que asumir EE.UU. en la capital cubana.
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En un comunicado de prensa, el secretario de Estado Rex W. Tillerson dijo que la expulsión de los 15 diplomáticos cubanos se debe "al hecho de que Cuba no tomó las medidas apropiadas para proteger a nuestros diplomáticos de acuerdo con sus obligaciones bajo la Convención de Viena".
"Esta orden asegurará la equidad en nuestras operaciones diplomáticas respectivas", agregó Tillerson.
Pero funcionarios del Departamento de Estado subrayaron que la administración de Trump no está acusando al gobierno cubano de complicidad al misterioso ataque acústico que dejó heridas a 21 personas asociadas con la sede diplomática estadounidense.
"Seguimos manteniendo relaciones diplomáticas con Cuba y continuaremos cooperando con Cuba mientras seguimos la investigación de estos ataques", dijo Tillerson.
GRUPO ESQUELÉTICO
La Casa Blanca decidió la semana pasada reducir su personal en La Habana a un grupo esquelético de solo 27 personas que pueden realizar servicios de emergencia.
Un funcionario del Departamento de Estado dijo que el gobierno cubano necesitaría dar una clara garantía de que los ataques no continuarían antes de que ambas embajadas puedan volver a operar de forma regular.
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El embajador cubano en Washington, José Ramón Cabañas Rodríguez, fue informado de las expulsiones en una llamada telefónica de las 9 de la mañana de este martes, según informaron a la prensa funcionarios del Departamento de Estado durante una sesión informativa con periodistas.
El personal de la embajada expulsado deberá abandonar EE.UU. dentro de siete días. Para entonces, la embajada estadounidense en La Habana habrá completado su propia reducción de personal.