
Chicago (IL), 14 mar (EFEUSA).- El baile de promoción es una de los eventos más importantes para las estudiantes de secundaria, y para muchas poder contar con el vestido y los zapatos sin costo alguno es una ayuda indispensable para completar la noche soñada, un reclamo que hoy ha sido escuchado por una organización de […]
Chicago (IL), 14 mar (EFEUSA).- El baile de promoción es una de los eventos más importantes para las estudiantes de secundaria, y para muchas poder contar con el vestido y los zapatos sin costo alguno es una ayuda indispensable para completar la noche soñada, un reclamo que hoy ha sido escuchado por una organización de Chicago.
Raquel Zaragoza podrá lucir un vestido morado, su color favorito, sin haber gastado un centavo, gracias a una iniciativa de la organización Princess Closet, que este fin de semana regala vestidos de graduación en la iglesia Nueva Visión Comunitaria.
"Estaba preocupada, porque casi todos los vestidos costaban más de 300 dólares, pero este me salió gratis y estoy muy contenta", declaró a Efe.
Ella fue una de los cientos de jóvenes de Chicago, y de suburbios aledaños, que cursan el último año de preparatoria y se beneficiaron con vestidos, zapatos y accesorios gratuitos, en el marco de la iniciativa de esta organización sin fines de lucro local.
El pastor Josué Vásquez informó que es el primer año que su iglesia participa en la iniciativa, que en esta edición hay un fondo total de más de 2.000 vestidos para donar.
"Como iglesia, no solamente tenemos que atender la parte espiritual, sino también las necesidades de la gente que nos rodea", expresó.
Eugenia Dávalos, directora ejecutiva de Princess Closet, dijo que fue en 2010 cuando iniciaron su trabajo de ayuda para que las jóvenes necesitadas puedan cumplir su sueño, además de promover la autoestima y la diversidad entre las adolescentes de Illinois.
Los vestidos son donados por estudiantes que los usaron con el mismo fin y quieren que otras tengan la misma oportunidad, pero también los hay nuevos aportados por tiendas.
La voluntaria Dulce Dávalos calificó de "asombrosa" la experiencia de ayudar a una joven a encontrar su vestido para la fiesta, porque eso posibilita que "se sientan bien y bonitas, y tengan su momento de princesa".
Cada estudiante, que recibe además consejos sobre peinado y maquillaje, puede llevarse un vestido con el único requisito de registrarse en la iglesia y probar que está cursando el último año escolar.