
Trump negó las declaraciones hechas en su contra.
(NOTICIAS YA).- Durante la sexta audiencia del Comité Selecto de la Cámara, Cassidy Hutchinson, una de las principales asistentes del exfeje de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, declaró que Donald Trump trató de tomar el control del volante de su limusina para dirigirse al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Trump desechó la idea de que algunos de sus simpatizantes se reunieron para escuchar su discurso fuera de la Casa Blanca con armas de asalto AR-15. El expresidente ordenó a su seguridad que no revisaran a los asistentes con magnetómetros detectores de metales, con la finalidad de que la multitud pareciera más grande.
Luego del discurso, Trump pensó que lo llevarían para unirse a la multitud que se encaminaba al Capitolio con la firme intención de impedir que se avalara la victoria electoral de Joe Biden como presidente de los Estados Unidos.
Hutchinson declaró estos acontecimientos gracias a que Tony Ornato, un alto funcionario del Servicio Secreto que era el subjefe de gabinete de operaciones de Trump, comentó lo sucedido.
De acuerdo a The New York Times, el jefe de seguridad de Trump, Robert Engel junto con el conductor de la limusina, estaban preparados para decir bajo juramento que Trump nunca intentó agarrar el volante. Hutchinson mencionó que Engel se encontraba en la habitación cuando Ornato contó la historia.
De igual manera, The New York Times y CNN citaron fuentes anónimas, en las que Ornato estaba dispuesto a testificar para negar la historia.
Hutchinson citó a Trump, el cual mencionó lo siguiente: ”soy el maldito presidente. Llévame al Capitolio ahora”, mencionó lo anterior en su intento por hacer que lo llevaran al Capitolio.
Trump negó las declaraciones de Hutchinson, “Su historia falsa de que traté de agarrar el volante de la limusina de la Casa Blanca para dirigirla al edificio del Capitolio es 'enfermiza' y fraudulenta”, comentó en Truth Social (aplicación de Donald Trump).
El abogado de Cassidy Hutchinson, Jody Hunt, comentó en Twitter que, “la Sra. Hutchinson testificó bajo juramento y relató lo que le dijeron. Aquellos con conocimiento del episodio también deben testificar bajo juramento”.
Las declaraciones fueron rechazadas por docenas de tribunales, funcionarios electorales y por la administración de Trump.
Al término del testimonio se presentaron pruebas de manipulación de testigos y obstrucción de la justicia por parte de la representante Liz Cheney, miembro republicana del panel de nueve miembros de la Cámara.
Cheney enseñó un mensaje a distintos testigos, en el que se le decía que una persona no identificada estaría observando su testimonio de cerca.
Hutchinson comentó que días antes del ataque al Capitolio, Meadows sabía de lo que estaba por ocurrir el 6 de enero. “Las cosas podrían ponerse muy, muy mal el 6 de enero”, citó Hutchinson a Meadows.
De igual manera comentó que ese fue el primer momento en el que se sintió asustada y nerviosa por lo que podría pasar el día del ataque al Capitolio.