
Caro Quintero vivía desde hace tiempo en una zona rural de Sinaloa, a unas pocas millas de una base militar mexicana; se movía en moto y era custodiado por personal de seguridad.
(NOTICIAS YA).-La Administración para el Control de Drogas (DEA) reclutó como informantes a miembros de la familia de Rafael Caro Quintero para dar con su paradero, informó The Washington Post.
De acuerdo con un reportaje de dicha publicación sobre la captura de Caro Quintero, el 15 de julio pasado en Sinaloa, su detención no pudo haber sido posible sin la inteligencia generada por la DEA durante años y que incluyó 12 intentos fallidos para arrestarlo desde su liberación de prisión en 2013.
Las autoridades estadounidenses dicen que hace mucho tiempo identificaron dónde vivía Caro Quintero en la zona rural de Sinaloa, a unas pocas millas de una base militar mexicana. Se movía en motocicleta y era custodiado por equipos de seguridad que rotaban cada semana.
"La versión más reciente de la investigación de Caro Quintero comenzó hace al menos ocho meses e involucró a agentes antidrogas de EU que proporcionaron inteligencia y otro tipo de asistencia a las fuerzas especiales veteranas de la Marina", señala el reportaje.
"La DEA había reclutado a algunos de los familiares de Caro Quintero como informantes, dijo un ex alto funcionario estadounidense, e incluso sabía qué caminos de terracería tomaba para visitar a sus novias".
"Miembros y ex-miembros de la Fuerza de Tarea dijeron era absurdo pues ellos habían estado dando información de inteligencia a la Marina y al Ejército mexicanos por 9 años. Estos miembros de las fuerzas de tarea, junto con otros funcionarios, hablaron bajo condición de anonimato", dijo el Washington Post.
De acuerdo con el reportaje, la DEA ubicó a Caro Quintero en la localidad rural de Babunica en el Municipio de Badiraguato, Sinaloa, lugar donde en varias ocasiones elementos mexicanos apoyados por la agencia estadounidense habían intentado detenerlo infructuosamente dada su red de protección local.
Según el reportaje, el primer intento de captura de Caro Quintero ocurrió en 2015 -luego de su liberación de prisión en 2013- e involucró alrededor de una docena de helicópteros Blackhawks de las fuerzas mexicanas apoyados por información de la agencia de EE.UU.