Los aliados de la OTAN están divididos sobre si la alianza debería establecer como política derribar aviones rusos que violen el espacio aéreo de la OTAN , y algunos países, incluidos Estados Unidos, Polonia y las naciones bálticas, señalan que deberían responder a las futuras incursiones con la fuerza, mientras que otros, incluida Alemania, instan a una mayor moderación.
La cuestión llegó a un punto crítico durante una reunión de emergencia del Consejo del Atlántico Norte este martes, convocada por Estonia después de que tres aviones de combate rusos violaran el espacio aéreo estonio la semana pasada durante 12 minutos.
Representantes de varios países, incluidos Polonia y Estonia, querían que la declaración conjunta posterior a la reunión dejara claro que cualquier violación adicional por parte de Rusia, incluso desde aviones tripulados, sería respondida con la fuerza, según dos funcionarios de la OTAN familiarizados con las discusiones, algo que la OTAN tiene autoridad para hacer si es necesario.
Pero Alemania y algunos países del sur de Europa presionaron para eliminar ese lenguaje de la declaración, dijeron los funcionarios de la OTAN, preocupados de que supusiera una escalada.
El principal general estadounidense para Europa, Alexus Grynkewich, quien se desempeña como Comandante Supremo Aliado de la OTAN, también hizo reflexionar a algunos países en la reunión cuando dijo que la incursión rusa en Estonia probablemente fue accidental dada la inexperiencia y el entrenamiento insuficiente de los pilotos rusos, informó CNN.
La declaración final, respaldada por los 32 países miembros, se situó en un punto intermedio.
“La OTAN y sus aliados emplearán, de conformidad con el derecho internacional, todas las herramientas militares y no militares necesarias para defendernos y disuadir cualquier amenaza proveniente de cualquier dirección. Seguiremos respondiendo de la manera, el momento y el ámbito que elijamos”, dice el texto.
El episodio pone de relieve lo difícil que será llegar a un consenso sobre el tema, dijeron los funcionarios, incluso cuando Rusia ha seguido ampliando los límites de sus ataques contra Ucrania (que repetidamente se han desviado hacia territorio de la OTAN) y el despliegue de sus activos militares cerca de Europa.
Incluso el presidente Donald Trump, que durante mucho tiempo ha intentado darle a Rusia el beneficio de la duda, intervino este martes diciendo “Sí, lo creo”, cuando le preguntaron si cree que la OTAN debería derribar aviones rusos que violan su espacio aéreo.
Solo en las últimas dos semanas, hasta 21 drones rusos incursionaron en Polonia, algunos de los cuales fueron derribados por aviones de combate de la OTAN.
Un dron de ataque ruso voló hacia Rumania, tres sobrevolaron Estonia sin permiso y con sus transpondedores apagados, y un avión militar de Moscú pasó sobre una fragata de la Armada alemana en el Mar Báltico el fin de semana pasado, reveló el miércoles el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius.
Noruega también anunció este lunes que Rusia había violado su espacio aéreo tres veces solo este año: dos sobre el mar cerca de Vardø, en el extremo noreste del país, y una vez sobre una zona deshabitada en el condado nororiental de Finnmark.
Aún no está claro si todos esos incidentes fueron intencionales. Funcionarios de la OTAN, Estados Unidos y Europa aún examinan la posibilidad de que la incursión de drones en Polonia, por ejemplo, fuera resultado de interferencias electrónicas ucranianas que los desviaron de su rumbo, según informó CNN.
Otro funcionario de la alianza declaró a CNN que no consideran los comentarios de Trump como una presión del presidente de EE.UU. para que la OTAN cambie su política, y argumentó que no debería hacerlo.
“Es su opinión del momento”, dijo el funcionario sobre el comentario de Trump. “Por nuestra parte, hemos respondido a las incursiones con competencia; mientras que por parte de Rusia, es incompetencia. Entonces, ¿por qué los derribaríamos?”
Pero para varios países de la OTAN, particularmente aquellos del flanco oriental de la alianza más cercano a Rusia, la intención no es lo que importa: creen que Moscú debe afrontar las consecuencias de su comportamiento cada vez más imprudente y peligroso.
“Si otro misil o aeronave entra en nuestro espacio sin permiso, deliberadamente o por error, y es derribado, y los restos caen en territorio de la OTAN, por favor, no vengan aquí a quejarse”, declaró el lunes el ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radek Sikorski, durante una reunión de emergencia en las Naciones Unidas. “Quedan advertidos”.
El presidente de República Checa, Petr Pavel, también declaró este martes: “Debemos responder adecuadamente, incluyendo la posibilidad de derribar aviones rusos. Lo ocurrido en los últimos días en Polonia y Estonia, y lo que lleva cuatro años ocurriendo en Ucrania, nos concierne a todos. Si no nos mantenemos unidos, tarde o temprano nos pasará lo mismo”.
Un alto funcionario de la OTAN dijo a CNN que cree que Rusia está investigando los puntos débiles de las defensas y recopilando información sobre hasta dónde está dispuesta a llegar la alianza para proteger su espacio aéreo, una preocupación de la que el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, se hizo eco este martes.
“La incursión de drones y aviones de guerra rusos en el espacio aéreo polaco y estonio y el sobrevuelo de una fragata alemana en el mar Báltico en pocos días dejan claro que Rusia está literalmente poniendo a prueba las fronteras, incluidas las de los estados de la OTAN, con una frecuencia e intensidad cada vez mayores”, dijo Pistorius.
Pero Pistorius también se opuso firmemente a caer en la “trampa de la escalada” de Rusia e instó a la calma en la respuesta de la OTAN.
“Las exigencias frívolas de que caiga algo del cielo” son inútiles, dijo Pistorius este miércoles. “La prudencia no es cobardía, sino responsabilidad hacia el propio país y hacia la paz en Europa”.
El presidente de Finlandia, Alexander Stubb, también instó a la cautela y este martes, en una entrevista con Bloomberg, aconsejó a sus aliados “no reaccionar exageradamente, sino ser lo suficientemente firmes, porque lo único que entiende Rusia es el poder”.
Grynkewich, comandante del Comando Europeo de Estados Unidos y también comandante supremo aliado de la OTAN en Europa, dijo este miércoles al periódico francés Le Monde que derribar un avión de combate es mucho más riesgoso que derribar un avión no tripulado.
“Es mucho más fácil derribar un dron que entra en el espacio aéreo”, indicó. “Debemos tener en cuenta factores como: dónde está, qué hay debajo al derribarlo, cuál es el riesgo para la población de enfrentarse a él y qué amenaza representa”.
Pero derribar aeronaves tripuladas, como los aviones de combate, conlleva claramente “un mayor riesgo de escalada si se produce un enfrentamiento que cause la muerte de alguien en cualquiera de los dos bandos”, declaró Grynkewich. “Puedo afirmar que, si existe una amenaza real de cualquier tipo de objeto en el aire, tripulado o no tripulado, etc., estamos listos para tomar las medidas necesarias para defender a nuestras poblaciones”.
Grynkewich reconoció los diversos enfoques dentro de la OTAN sobre este tema, y declaró a Le Monde que cada nación de la alianza tiene diferentes expectativas sobre cuándo y cómo deben intervenir los activos de la OTAN.
Algunos países, como Polonia, desean una aplicación muy amplia de los activos de la OTAN para hacer frente a posibles amenazas, afirmó, pero otras naciones tienen opiniones diferentes.
“Trabajamos con ellos para determinar los parámetros bajo los cuales quieren que nos involucremos y cuándo preferirían tomar medidas nacionales frente a las de la OTAN”, dijo Grynkewich. “No es lo mismo en todos los países, pero colaboramos estrechamente con ellos para asegurarnos de limitar al máximo el número de restricciones, ya que eso nos da la mayor flexibilidad táctica”.
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