Bajo el lema “Somos el 99,9 %”, manifestantes marcharon este domingo en Asunción en una protesta contra el Gobierno convocada por la “Generación Z” (personas nacidas aproximadamente entre 1997 y 2007), un llamado similar al registrado en las últimas semanas en Perú y anteriormente en Nepal y otros países para expresar el descontento con las autoridades.
Cientos de paraguayos corearon lemas contra la corrupción en el centro de la capital y mostraron reclamos por deficiencias en los servicios públicos y falta de oportunidades laborales.
“Aquí estamos en Paraguay realmente pidiendo sobre la seguridad, justicia y salud en nuestro país”, expresó Jenifer González, una estudiante de Enfermería, en declaraciones a la agencia EFE.
La Policía Nacional, que desplegó 3.000 efectivos para custodiar la marcha, reportó que hubo 350 manifestantes. Agentes intentaron dispersar la movilización con gas pimienta y algunos participantes respondieron con piedras. Las autoridades reportaron ocho oficiales heridos y 31 detenidos, sin cifras sobre manifestantes afectados por la acción policial.
“Es un discurso de hartazgo”, dijo a CNN la politóloga Luisana Sánchez, directora de la consultora Jahecha Asy. Sin embargo, remarca que no queda claro si es que hay alguna articulación con partidos políticos o si se trata de un movimiento espontáneo. Entre las consignas, Sánchez destaca los pedidos por una mejora en los servicios públicos, como la salud y el transporte.
Además de banderas paraguayas, algunos jóvenes portaban imágenes del cómic manga “One Piece”, de una calavera con sombrero de paja, que ha sido usada en movilizaciones antigubernamentales en Nepal, Francia, Indonesia y Perú como símbolo de rebeldía y lucha contra la opresión.
Tras la protesta en Nepal, con imágenes que dieron la vuelta al mundo y que terminaron en la renuncia del primer ministro, la Generación Z de otros países ha convocado manifestaciones para expresar su descontento.
En Perú, donde la juventud tuvo un rol clave en las multitudinarias protestas de 2020 en medio de una crisis presidencial, en los últimos dos fines de semana se realizaron manifestaciones antigubernamentales que desencadenaron enfrentamientos con las autoridades.
La movilización en Lima fue convocada inicialmente por una controvertida reforma previsional y pese a que el Gobierno retrocedió, las protestas continúan expresando una frustración frente a la presidenta Dina Boluarte, cuya popularidad se mantiene desde el año pasado en mínimos históricos en encuestas, por debajo del 10 %. Además, la agitación política incluyó en las últimas semanas la suspensión del fiscal general y acusaciones de corrupción de alto nivel que involucran a ministros del gabinete.
Sánchez señaló que se trata de protestas en grandes ciudades, protagonizadas por jóvenes nativos digitales que tienen acceso a las informaciones de marchas en otros países. “Son fenómenos de internet que tienen impacto en jóvenes urbanos. Probablemente no esté en la agenda cotidiana del Paraguay rural, del interior. (…) Estamos ante un hecho importante, pero hay que ver hasta dónde va a servir para mejorar los problemas que generan descontento”, sostuvo.
La politóloga expresó que la convocatoria ocurre en un contexto de falta de liderazgos en la oposición, una situación similar a la de Perú y que, agregó, es un factor que dificulta prever cuánto pueda sostenerse el movimiento. “Paraguay no tiene una tradición de protesta, no suele soportar muchos días”, expresó.
The-CNN-Wire
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