A muchos argentinos les gusta decir que descienden “de los barcos”, jactándose de sus raíces europeas, sobre todo italianas y españolas. La llamada “Ley de nietos españoles” contribuirá a reforzar ese imaginario: solo en el consulado de la Ciudad de Buenos Aires, donde viven poco más de 3 millones de personas, casi 650.000 personas se presentaron para solicitar la ciudadanía española, según datos consulares oficiales. Pero, si se suman los otros cuatro consulados españoles que hay en el país, las autoridades estiman que se agregan unas 220.000 solicitudes más, con lo cual son casi 900.000 los argentinos que buscan convertirse en ciudadanos españoles, lo que triplicaría la cantidad de españoles en Argentina.
Argentina es el país con mayor cantidad de españoles en el exterior del mundo: más de medio millón y solo en 2024 se agregaron 23.764 personas, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas español.
Esta “fiebre” por la ciudadanía española, tal como también sucede desde hace años con la italiana, se explica por diversos motivos. En un país con recurrentes crisis económicas, muchos buscan nuevas oportunidades laborales y la estabilidad económica de los países más desarrollados. Pero la Unión Europea, además, ofrece un detalle central: la facilidad para ingresar como ciudadano legal, a diferencia de lo que ocurre con Estados Unidos o en otros países que otorgan residencias temporales y donde convertirse en ciudadano es más complicado.
Otros lo ven como una forma de asegurar un futuro más prometedor para sus hijos y también hay quienes simplemente desean reconectarse con sus raíces, explorando la cultura y la historia de sus antepasados.
Luis Ramírez tiene 56 años, dos hijas y en 2024 comenzó los trámites para obtener la ciudadanía española para él y su familia. “Lo empezamos porque mis hijas me lo pidieron para poder tener una ciudadanía europea por si, en algún momento, quieren irse a vivir o trabajar allá”, explica. “Allá” no solo es España: su pasaporte, como miembro de la Unión Europea, da la posibilidad de ingresar legalmente y como ciudadano europeo a los 27 países integrantes, entre los que se cuentan Alemania, Francia, Italia, Dinamarca o Suecia, por mencionar algunos.
Sin embargo, al igual que les sucede a muchos otros, su trámite está frenado en las primeras instancias. “Lo primero era crear un usuario en la web del Consulado de España en Argentina, con el que te daban un número identificador de usuario, IDU, como le llaman”, relata. Una vez que las personas tienen todos los papeles requeridos, que son las partidas de nacimiento, de casamiento y de defunción del antepasado español y de sus familiares argentinos, se empieza el trámite en la web del consulado pidiendo una cita para ciudadanía usando el IDU. “Pero ahí es donde se traba todo, porque no están otorgando turnos. Nosotros estamos esperando que nos den una cita desde hace varios meses”, explica.
Ramírez no es el único: una prima suya está en la misma situación y, en la oficina donde trabaja, al menos dos compañeros están esperando conseguir su turno también. En tanto, cuenta que otros dos colegas ya la obtuvieron, a partir de la Ley de Memoria Histórica de 2007, que permitía a nietos de españoles exiliados por razones políticas, ideológicas o religiosas acceder a la nacionalidad española.
La llamada Ley de Nietos -o de Memoria democrática, tal su nombre oficial-, aprobada en octubre de 2022, amplió y modernizó la posibilidad que otorgaba la Ley de Memoria Histórica, y tuvo como objetivo “reparar y reconocer a las personas que fueron víctimas de la Guerra y la dictadura”, según La Moncloa, e “incluye la posibilidad de que los nacidos fuera de España, de padre o madre, abuelo o abuela, originariamente españoles, puedan reclamar la nacionalidad”.
Esta normativa permitió a los descendientes de españoles exiliados acceder a la nacionalidad, pero llegó a su fin el 21 de octubre, tras más de dos años de vigencia y una prórroga excepcional, debido a la cantidad de aplicaciones.
Argentina encabeza el ranking mundial de solicitudes. Según datos oficiales hasta julio de este año, representaba “el 40 % del total de peticiones”.
Sin embargo, los trámites vienen muy demorados. Si bien en el marco de esta ley el Consulado en Buenos Aires ya ha recibido 196.751 expedientes hasta el 22 de octubre, son miles los que ya tienen su IDU y siguen esperando poder conseguir el turno para llegar a esa instancia.
En ese sentido, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España anunció que durante noviembre, en fecha aún a definir, habilitarán a los registrados hasta el 24 de febrero de 2024 para que puedan conseguir una cita. Lo mismo prevén hacer en enero con los que obtuvieron su IDU hasta el 15 de marzo de 2024. Pero no se específica para cuándo podría ser esa cita y, dado el volumen de solicitudes, son varios los que especulan con que obtener la ciudadanía española podría tomarles varios años.
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