La Cámara tiene previsto votar este martes para forzar la publicación de los registros recopilados por los fiscales federales durante la investigación y el proceso por tráfico sexual contra Jeffrey Epstein y su cómplice Ghislaine Maxwell.
La pregunta sobre qué contienen exactamente esas páginas —y si el público llegará a ver todos esos documentos— se ha convertido en un dolor de cabeza para el presidente Donald Trump y su Gobierno.
El 12 de noviembre, el Comité de Supervisión de la Cámara publicó otras 20.000 páginas de documentos que recibió del patrimonio de Epstein, incluidos correos electrónicos en los que Epstein insultó a Trump y parecía coordinar con Maxwell su respuesta a una demanda presentada por la acusadora Virginia Giuffre.
Los documentos se publicaron horas antes de la juramentación de Adelita Grijalva como la nueva demócrata de la Cámara, un acto que llevaba semanas retrasado en medio del cierre del Gobierno. Inmediatamente después de prestar juramento, Grijalva se convirtió en el voto decisivo número 218 a favor del esfuerzo para obligar a la Cámara a votar sobre la publicación de este otro grupo de documentos: todos los archivos de Epstein a los que tiene acceso el Departamento de Justicia.
La votación está programada para la tarde de este martes, pero eso por sí solo no desencadenará la publicación de los documentos. Si la medida se aprueba, aún enfrentará un futuro incierto en el Senado, incluso después de que Trump revirtiera su posición el domingo y pidiera públicamente que los documentos se hicieran públicos.
A estas alturas —seis años después de que Epstein muriera en su celda en Nueva York— el público ya ha tenido acceso a muchos registros relacionados con el desacreditado financiero y su presunta red de tráfico sexual de menores.
Algunos documentos provienen del juicio penal y del expediente del caso de Maxwell, quien fue pareja de Epstein. Otros, como los de la publicación del miércoles pasado, provinieron del patrimonio de Epstein, que entregó los registros al Comité de Supervisión de la Cámara en respuesta a una citación.
No está claro qué nueva información, si es que existe alguna, está guardada en las cajas de pruebas bajo control del Departamento de Justicia.
Parte del material, como los registros que detallan abusos físicos y sexuales contra mujeres y niñas, tal vez nunca se haga público.
Los archivos de Epstein están compuestos por más de 300 gigabytes de datos, documentos en papel, videos, fotografías y audios que están almacenados en el sistema electrónico central de gestión de casos del FBI, llamado “Sentinel”. Estos registros incluirían informes de investigación y archivos de la división de Miami del FBI provenientes de la investigación original sobre Epstein. La mayor parte de los registros proviene de la segunda investigación realizada por la oficina del FBI en Nueva York, incluidos memorandos sobre la investigación y posibles objetivos, lugares por revisar, registros que podrían ser citados y cientos de páginas de “302”, los formularios que utilizan los agentes del FBI para documentar lo que testigos, víctimas y sospechosos dijeron durante entrevistas con los investigadores.
El caso sigue fascinando al público, años después de la muerte de Epstein, debido a sus vínculos con personas poderosas. Políticos, incluido Trump, y celebridades han sido vinculados públicamente a Epstein por años —a veces por aparecer en registros de vuelos o en eventos— y todos han negado haber cometido algún delito.
La muerte de Epstein por suicidio antes del juicio alimentó teorías de conspiración y privó a muchas de sus acusadoras de una audiencia pública sobre su conducta. Maxwell fue condenada por tráfico sexual de menores tras un juicio de cuatro semanas en 2021.
Después de la publicación más reciente de los registros del patrimonio, el miércoles pasado, Trump anunció que había pedido a la secretaria de Justicia, Pam Bondi, que investigara los vínculos de Epstein con otros demócratas de alto perfil, incluido el expresidente Bill Clinton, el exsecretario del Tesoro Larry Summers y el cofundador de LinkedIn Reid Hoffman, así como el banco JPMorgan Chase.
Bondi anunció más tarde en X que Jay Clayton, el fiscal federal en Manhattan, dirigirá la investigación federal.
No está claro si abrir una nueva investigación penal impediría la publicación de los esperados registros del Departamento de Justicia.
Esto es lo que sabemos y lo que no sabemos sobre los archivos de Epstein:
El Departamento de Justicia había pedido a jueces federales en Nueva York que desclasificaran las transcripciones del jurado investigador de los casos penales de Epstein y Maxwell. Exfiscales federales dicen que es probable que las transcripciones contengan una cantidad mínima de evidencia de las investigaciones.
Los fiscales federales en Nueva York generalmente llaman a agentes de las fuerzas del orden a testificar ante el jurado investigador para presentar solo la evidencia necesaria para sustentar una acusación. Otros testigos, incluidas las acusadoras, rara vez son llamados a testificar ante estos jurados en Nueva York.
Los jueces que supervisan ambos casos en Nueva York pidieron al Departamento de Justicia más argumentos legales sobre por qué deberían desclasificarse los materiales del jurado investigador, algo que rara vez ocurre. En agosto, dos jueces federales en Nueva York rechazaron las solicitudes del Departamento de Justicia para desclasificar información de los jurados investigadores en los casos de Epstein y Maxwell.
Un juez federal en Florida también negó la solicitud del Departamento de Justicia para desclasificar las transcripciones del jurado investigador de sus investigaciones de 2005 y 2007 sobre Epstein, indicando que el Departamento no cumplió con el umbral legal requerido bajo las reglas del circuito.
Los fiscales federales y el FBI obtuvieron una gran cantidad de información durante los registros de las casas de Epstein en Florida, Nueva York y Little Saint James, la isla privada de Epstein en el Caribe. Esa información está bajo control del Departamento de Justicia y no está protegida de su publicación por reglas de secreto.
Los agentes del FBI recuperaron miles de fotografías de jóvenes desnudas o semidesnudas, incluida al menos una menor de edad, durante un registro en su mansión de Manhattan en los días posteriores a su arresto. Se incautaron carpetas con CD que contenían las fotos. Los agentes usaron una sierra para abrir una caja fuerte que contenía más de US$ 70.000 en efectivo, 48 piedras de diamantes sueltas —una de ellas de 2,38 quilates— y un anillo grande de diamantes.
También recopilaron documentos en la casa de Nueva York, incluidas notas, mensajes con nombres y contactos de ciertas víctimas y registros telefónicos.
Un registro de la isla privada de Epstein se llevó a cabo días después de que fue encontrado muerto en una celda de la cárcel, aproximadamente un mes después de su detención. Para entonces la investigación ya se había centrado en posibles co-conspiradores de Epstein.
En febrero, el Departamento de Justicia proporcionó un índice de la evidencia que tiene. El índice incluye más de dos docenas de computadoras, numerosos discos duros, al menos dos teléfonos celulares y cuatro iPads. El índice señala que existen registros de viajes en barco que potencialmente muestran quién viajó a su isla privada, pero esa información no se ha hecho pública.
El Departamento de Justicia no publica pornografía infantil, por lo que esos registros no se esperan bajo ninguna circunstancia.
Los fiscales federales en Nueva York obtuvieron el expediente de investigación de las pesquisas anteriores sobre Epstein realizadas por fiscales de Florida en 2007 y 2009. Cualquiera de esos documentos que no esté cubierto por las reglas de secreto del jurado investigador podría publicarse.
Gran parte del registro público relacionado con Epstein proviene de demandas civiles presentadas por acusadoras, algunas con su nombre y otras bajo seudónimos de Jane Doe. Los jueces ordenaron la publicación de miles de páginas de documentos, incluidas declaraciones juradas tomadas bajo juramento.
Entre los nombres famosos mencionados en esos documentos están Trump, Clinton, el príncipe Andrés del Reino Unido, el exgobernador de Nuevo México Bill Richardson, el cazatalentos francés Jean-Luc Brunel, el inversionista estadounidense Glenn Dubin y Leslie Wexner, director ejecutivo de L Brands. No todos fueron acusados de delitos, y todos han negado haber cometido alguna irregularidad.
El juicio penal de cuatro semanas contra Maxwell fue una exposición pública de su estrecha relación con Epstein y de su papel reclutando, preparando y, en ocasiones, participando en el abuso sexual de menores junto a él. Cuatro mujeres testificaron haber sido agredidas sexualmente cuando eran menores de edad.
El expiloto de Epstein testificó e identificó a personas que vio en el avión de Epstein, incluidos Trump, los exsenadores John Glenn y George Mitchell, el príncipe Andrés, el actor Kevin Spacey y el violinista Itzhak Perlman. El piloto dijo que nunca vio ningún delito.
Gawker publicó por primera vez en 2015 una copia del llamado “libro negro” de Epstein, con nombres y números telefónicos de sus contactos. El Departamento de Justicia publicó este año una versión editada, así como copias de los registros de vuelo que fueron revelados durante el juicio de Maxwell.
La publicación fue criticada por algunos seguidores de Trump porque la información ya era pública, y no respondió a las preguntas pendientes.
El miércoles pasado, el Comité de Supervisión de la Cámara publicó unas 20.000 páginas de documentos que recibió del patrimonio de Epstein mediante citación. Se trata de materiales que, según el Departamento de Justicia, no tenía previamente.
Los documentos incluyen correos electrónicos enviados por Epstein. En uno fechado el 2 de abril de 2011, Epstein escribió a Maxwell: “Quiero que te des cuenta de que ese perro que no ha ladrado es Trump… (TACHADO) pasó horas en mi casa con él, y nunca ha sido mencionado. Jefe de Policía, etc. Estoy convencido al 75 %”. Miembros republicanos del Comité de Supervisión identificaron a la persona como Giuffre. En un correo de enero de 2019, Epstein escribió al autor Michael Wolff: “Trump dijo que me pidió renunciar, nunca fui miembro. Por supuesto él sabía sobre las chicas porque pidió a Ghislaine que parara”. Los correos también mostraron un aparente esfuerzo entre Epstein y Maxwell para coordinar cómo responderían a la demanda de Giuffre.
El miércoles pasado fue la segunda vez que el Comité de Supervisión publicó documentos del patrimonio de Epstein.
En septiembre, el comité publicó otro conjunto de documentos, incluida una colección de cartas de cumpleaños que fueron obsequiadas a Epstein.
El panel ha estado investigando el caso y había citado al patrimonio como parte de su investigación.
En un intercambio en redes sociales, la semana pasada, el fiscal adjunto Todd Blanche afirmó que las fuerzas del orden no tenían acceso a los documentos del patrimonio en el momento de su entrevista con Maxwell este verano.
Una versión de esta historia se publicó originalmente en julio de 2025.
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