El más reciente esfuerzo del presidente de EE.UU., Donald Trump, por reformar el sistema de inmigración legal del país —elevar la tarifa de las solicitudes de visa H-1B de US$ 215 a US$ 100.000— podría asestar un duro golpe a algunas industrias que dependen de trabajadores extranjeros calificados.
Durante la firma en la Oficina Oval este viernes, Trump argumentó que Estados Unidos necesita “grandes trabajadores” y que la tarifa recién impuesta “prácticamente asegura que eso es lo que va a suceder”. Funcionarios de su Gobierno también afirmaron que el fuerte costo incentivaría a las empresas a contratar trabajadores estadounidenses.
“La empresa tiene que decidir… ¿es la persona lo suficientemente valiosa como para pagar US$ 100.000 al año al Gobierno, o mejor que regrese a casa y contraten a un estadounidense?”, dijo el secretario de Comercio, Howard Lutnick, en la ceremonia de firma. “Ese es el punto de la inmigración: contratar estadounidenses y asegurarse de que quienes lleguen sean las mejores personas”.
De las 85.000 visas H-1B otorgadas anualmente, otras 20.000 se reservan para personas con títulos avanzados de instituciones de educación superior de EE.UU.
Pero los aliados de Trump han estado divididos sobre cómo manejar el programa de visas.
Vivek Ramaswamy y Elon Musk, a quienes Trump designó para liderar el Departamento de Eficiencia Gubernamental, han defendido a las empresas que usan la visa y dependen de trabajadores extranjeros para operar. Steve Bannon, uno de los principales estrategas del primer mandato de Trump, calificó las visas H-1B en su pódcast “War Room” en diciembre de 2024 como una “estafa” de los gigantes de Silicon Valley, interesados en “quitar empleos a estadounidenses y traer lo que esencialmente se convierten en sirvientes endeudados con salarios más bajos”.
A continuación, el significado de la nueva política para empresas y trabajadores.
La tarifa de US$ 100.000, que entra en vigor este domingo a las 12:01 a.m. ET, se aplicará solo a nuevas solicitudes de H-1B, según la Casa Blanca. La norma expira un año después, el 21 de septiembre de 2026, a menos que se extienda.
“Esta NO es una tarifa anual. Es un pago único que aplica solo a la petición”, publicó en X el sábado la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, y agregó que no aplica a renovaciones ni a titulares actuales de la visa.
Google y Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, recomendaron a los titulares de visas reconsiderar planes de viaje internacional y regresar a EE.UU. antes del sábado por la noche, de ser necesario, según correos electrónicos revisados por CNN.
Pero Leavitt aclaró el sábado por la tarde que los titulares actuales de H-1B que estén fuera de EE.UU. no deberán pagar US$ 100.000 para reingresar.
La mayoría de las solicitudes H-1B aprobadas durante el año fiscal 2024 (que va del 1 de octubre de 2023 al 30 de septiembre de 2024) correspondieron a empleos relacionados con informática (64 %), según un informe de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS).
La siguiente área más grande fue arquitectura, ingeniería y topografía (10 %). El tercer campo fue educación (6 %).
El “sector más detallado” fue el de programación informática personalizada (25 %). El rubro número uno entre empleadores fue el de servicios profesionales, científicos y técnicos (48%), seguido de la manufactura (11 %).
Según datos de USCIS, Amazon es el mayor patrocinador de visas H-1B, con más de 9.000 aprobaciones en el año fiscal 2024.
Las tecnológicas también dependen del programa: Google obtuvo 5.364 aprobaciones, seguida de Meta (4.844), Microsoft (4.725) y Apple (3.873).
Las pequeñas empresas y startups son más propensas a rechazar la tarifa de US$ 100.000 que gigantes como Amazon, Meta, Apple y Alphabet, matriz de Google, cuya capitalización conjunta ronda los US$ 11,1 billones.
La tarifa también podría significar que trabajadores nacidos en el extranjero sean excluidos de puestos de nivel inicial, ya que el costo sería demasiado elevado para salarios más bajos.
Los recién graduados universitarios, que enfrentan el peor mercado laboral desde la pandemia de covid-19, podrían beneficiarse de vacantes si estas permanecen en EE.UU., especialmente en carreras de ciencias de la computación y tecnología, que atraviesan recortes y falta de oportunidades.
Durante su campaña de 2016, Trump acusó a empresas de usar visas H-1B “con el propósito explícito de sustituir a trabajadores estadounidenses con salarios más bajos”.
Pero USCIS informó que, de las solicitudes aprobadas, la compensación anual media fue de US$ 120.000. Es probable que las compañías sigan ofreciendo salarios altos al mejor talento extranjero, aunque las restricciones podrían empujar la contratación hacia India, China y Canadá, según el American Immigration Council.
Limitar a los titulares de H-1B no garantiza que los estadounidenses sean contratados en esos sectores. Cuando la inmigración se desaceleró durante la pandemia y tras la prohibición temporal de algunas visas en el primer mandato de Trump, se registró un nivel récord de vacantes.
Economistas advirtieron entonces que la escasez de trabajadores no podía resolverse sin aumentar la inmigración.
“Las empresas están teniendo que rechazar trabajo porque simplemente no encuentran trabajadores para hacerlo”, dijo a CNN en 2021 Neil Bradley, director de políticas de la Cámara de Comercio de EE.UU.
La nueva tarifa probablemente será impugnada en tribunales de EE.UU.
“Para ser claros, el presidente no tiene absolutamente ninguna autoridad legal para imponer una tarifa de US$ 100.000 a las visas”, dijo en X Aaron Reichlin-Melnick, investigador principal del American Immigration Council. “La única autoridad que el Congreso ha dado al poder ejecutivo es cobrar tarifas para recuperar el costo de procesar la solicitud”.
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