Incluía marcas de lujo de autos y motocicletas
(NOTICIAS YA).-El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue captado disfrutando el momento en que destruía más de 75 vehículos deportivos de lujo, incluyendo coches y motocicletas, que habían sido introducidos al país de manera ilegal, como contrabando.
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68 autos incluyendo marcas como Lamborghini, Mustang y Porsche, además de 8 motocicletas, fueron destruidas por el gobierno el pasado lunes. De acuerdo al reporte, la destrucción fue equivalente a 6.3 millones de dólares.
Duterte, quien utilizaba una gorra blanca, echó porras a las aplanadoras y tractores que acabaron con el contrabando en Santa Ana, Cagayan, en el norte del país.
Previo a la destrucción de los autos de lujo, Duterte emitió un discurso en el que admitió que él es incapaz de acabar con toda la corrupción y contrabando en su gobierno para cuando éste acabe, pero que destruir los coches es parte importante de su medida para alcanzarlo.
“Hago esto porque quiero demostrarle al mundo que este es un lugar seguro para las inversiones”, dijo Duterte.
“La única manera de demostrar esto”, agregó, “es mostrando que eres productivo y que tu economía es productiva para su población”, dijo Duterte, agregando que ese era el primer paso para establecer una ley y orden en Filipinas.
Los autos destruidos el lunes eran parte de un cargamento de 800 coches y motos de contrabando, incautados por las autoridades del puerto de Cagayan, de acuerdo al presidente de la organización encargada de esta tarea.
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No es la primera vez que Duterte realiza un acto como este, con el fin de dar un golpe a la corrupción, dice él, del gobierno. Lleva actuando de esta manera, reporta Daily Mail, gráficamente explícita desde 2016.
En febrero de este año pasó algo similar. Duterte ordenó la destrucción de docenas de autos y vehículos de lujo, incluyendo marcas como Jaguar, BMW y Corvette, con un valor total de más de un millón de dólares, que fueron hechos pedazos en la capital.
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La aduana de Filipinas decomisó cerca de 3 millones de dólares en vehículos de contrabando, tan solo en 2017.
En el pasado, los vehículos incautados por el gobierno eran rematados con las autoridades quedándose con todas las ganancias.
No obstante, Duterte ha dejado muy claro que prefiere destruir la mercancía a obtener un beneficio del crimen.
El controversial presidente, comúnmente conocido también como dictador, tiene una sangrienta guerra contra la corrupción y las drogas que ha costado mucha sangre a Filipinas.