La madre del niño y novia del sujeto iba con ellos
(NOTICIAS YA).-Un pequeño niño de 3 años murió por fallo respiratorio y cardíaco luego de ser aplastado por el asiento delantero del auto donde viajaba, en el suelo de la parte trasera.
Los hechos ocurrieron en febrero de 2018, cuando Alfie Lamb estaba sentado en el suelo de la parte trasera del lado copiloto, en un Audi negro, en Inglaterra. En el asiento del copiloto estaba el novio de su madre, Stephen Waterson, de 25 años. Su mamá, Adrian Hoare, de 23, estaba sentada en el asiento trasero.
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En el auto también iban Marcus Lamb, de 22 años, quien conducía el vehículo, y la novia de él, Emilie Williams, de 19 años, con su hija, esta última también sentada en el suelo de la parte trasera, pero detrás del asiento del piloto.
De acuerdo a la declaración en la corte obtenida recientemente, reporta The Guardian, Williams reveló detalles del incidente que ocurrió cuando los acusados y los testigos, así como la víctima, volvían de un día de compras.
Waterston quería extender sus piernas así que estiró el asiento "lo más que se podía" hacia atrás, aplastando a Alfie.
Alfie lloraba y pedía ayuda a su madre, quien le dijo que "se callara".
Waterston regresó el asiento a una posición normal, pero Alfie seguía llorando, "no tenía espacio para moverse nada", declaró Williams, y su llanto molestó al sujeto, quien de nuevo extendió el asiento hacia atrás.
Alfie lloró con más fuerza pero haciendo sonidos que indicaban cómo estaba perdiendo respiración.
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"Sonaba como si fuera a vomitar, pero no vomitó, tal vez se lo tragó", dijo Marcus Lamb en otra declaración.
El conductor, Marcus, dijo que Alfie dejó de llorar pero que su madre dijo que "se había quedado dormido". No supo lo grave de la situación hasta llegar a una parada cuando, al sacarlo del auto, la madre exclamó a su novio "¿qué hiciste?".
Williams comenta que el pequeño se veía pálido y que no se movía, pero que Hoare, la madre, pensaba que el pequeño estaba jugándoles una broma.
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Las autoridades fueron alertadas más tarde y cuando llegaron a la casa de la madre, encontraron a Marcus Lamb tratando de resucitar al niño. Hoare, la madre, hablaba por celular con Waterston, su novio, para acordar una versión de los hechos.
Los acusados mintieron a las autoridades y dijeron que el incidente ocurrió a causa de un asiento de taxi, ambos niegan los cargos de homicidio pero admiten los de conspiración para acordar con una historia.
El niño murió unos días después luego de ser desconectado en el hospital y Williams dice que esperó hasta ahora para su declaración por miedo, ya que Waterston la amenazó de muerte si hablaba.