José Inés García Zárate había sido deportado 5 veces. Ahora es acusado de asesinar a una mujer en San Francisco.
(POLÍTICA PARA MI).- Empezó este lunes el juicio contra un inmigrante mexicano acusado de asesinato, caso que ha utilizado de pretexto el gobierno del presidente Donald Trump en su política contra las llamadas ciudades santuario.
José Inés García Zárate es acusado de asesinar a Kate Steinle, de 32 años en julio de 2015 en un concurrido muelle de San Francisco.
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Un jurado de seis hombres y seis mujeres, tres de ellos inmigrantes, decidirán el destino del mexicano.
García Zárate había sido deportado del país en cinco ocasiones previas y en el momento de matar a la joven mujer era un indigente.
Steinle caminaba por el muelle cuando recibió el disparo en el corazón, muriendo casi instantáneamente en los brazos de su padre.
El indigente había conseguido el arma envuelta en una camisa bajo la banqueta donde estaba sentado.
García Zárate asegura que la pistola se disparó accidentalmente cuando la agarró por primera vez. La Fiscalía indica que él disparó a sabiendas.
Los expertos en balística indican que en efecto, la bala dio en el pavimento antes de alcanzar a la mujer por la espalda.
La fiscalía de San Francisco acusó a García Zárate de asesinato en segundo grado, lo que podría resultar en una sentencia de 15 años de prisión a la máxima de cadena perpetua.
REINGRESO ILEGAL
Poco antes del incidente, García Zárate había cumplido una pena de prisión por reingreso ilegal cuando fue trasladado a la cárcel del condado de San Francisco para enfrentar un cargo de 20 años por marihuana.
Los fiscales retiraron ese cargo, y el sheriff de San Francisco liberó a García Zárate de la cárcel a pesar de una solicitud federal de inmigración para detenerlo por al menos dos días más para su deportación.
El departamento del sheriff dijo que estaba siguiendo la política de santuario de la ciudad de cooperación limitada con las autoridades federales de inmigración.
El caso fue ampliamente utilizado por el entonces candidato Donald Trump durante su campaña presidencial para atacar a las llamadas ciudades santuario cuyas autoridades se niegan a cooperar con las autoridades de inmigración en la detención de indocumentados.
También ha sido utilizado como pretexto para prohibir las ciudades santuario que protegen a los indocumentados.