Pudieron salir del hospital y decidieron salir uniformados a encontrarse con sus padres y con quienes querían escuchar su historia
(NOTICIAS YA).- Los 12 niños y su entrenador de Tailandia que fueron rescatados de una cueva inundada ya se recuperaron y pudieron salir del hospital luego de una semana de exámenes y análisis clínicos. Se uniformaron y con un jabalí salvaje en la playera se encontraron con sus familiares y con quienes escucharon su historia dentro de la cueva.
También se reveló que los niños fueron puestos bajo la influencia de ketamina para evitar que entraran en pánico.
Uno de los niños rescatados de la cueva en Tailandia reflexionó sobre las enseñanzas que le dejó estar encerrado por 16 días. “La experiencia me enseñó a no dejar de vivir y tener cuidado. Nosotros debemos planear cuidadosamente cualquier cosa porque puede afectarnos de manera negativa y positiva. De ahora en adelante viviré mi vida cuidadosamente”, compartió el pequeño futbolista.
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Ante la curiosidad de algunos asistentes por conocer los detalles del rescate, el entrenador Ekkapol Ake Chanthawong comentó que se facilitó que los niños aprendieran a bucear pues ya sabían nadar, pues parte de sus actividades era nadar por los lagos luego de sus entrenamientos de fútbol.
El entrenador Ekapol Chantawong, de 25 años explicó que los muchachos tenían curiosidad por mirar dentro de la cueva ya que algunos de ellos nunca lo habían visitado antes. El entrenador Ake, dijo que era común que el grupo participara en actividades grupales después de la práctica de fútbol los sábados por la tarde.
Ekkapol recordó que el agua los acorraló al entrar a la cueva el 23 de junio y que hubo zonas en donde uno de los niños se atrevía a adelantarse para seguir avanzando y permanecer en las mejores zonas de la caverna.
Cuando se dio cuenta de que estaban atrapados. Con la entrada inundada y sin una salida obvia, el grupo se retiró más adentro de la cueva para encontrar un lugar donde descansar durante la noche. "Avanzamos más de 200 metros", dijo Ake. "Allí encontramos un poco de pendiente y había una pequeña fuente de agua dentro de la cueva". Ake sabía que el agua que goteaba del techo de la cueva sería más pura que el agua sucia del suelo. "Les dije que es mejor estar cerca de una fuente de agua", dijo Ake.
Hoy solo les queda agradecer el apoyo humanitario y reflexionar sobre lo aprendido en la rigurosa lección.
“Mi lección es realmente apreciar su amabilidad. Experimentamos muchas vivencias devastadoras, tenemos que ser más cuidadosos y tenemos que tener más cuidado con todo con todas nuestras actividades”, comentó el entrenador de los Jabalís Salvajes.
A los niños están saludables, emocionados, felices y con ganas de seguir jugando fútbol en su liga en Tailandia. El hospital los dio de alta al pasar por los exámenes clínicos sobre infecciones y enfermedades.