Los resultados fueron negativos para COVID-19, pero los médicos descubrieron que la verdadera causa de sus malestares
(NOTICIAS YA).- Un niño de Inglaterra fue al hospital para una prueba de coronavirus y terminó con un diagnóstico desgarrador que conmocionó a su familia.
Cody Lockey, de 12 años y residente de Darlington, habría muerto en “cuestión de semanas” de no haber sido por una prueba de COVID-19 que lo llevó a ser diagnosticado con cáncer.
La madre de Cody, Lisa Marie Harry, llevó a su hijo a un hospital el pasado 27 de julio tras notar que tenía la temperatura elevada y síntomas de resfriado.
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El niño le dijo a los médicos que también sentía un dolor en la ingle y en sus caderas.
Los resultados fueron negativos para COVID-19, pero los médicos descubrieron que la verdadera causa de sus malestares era por leucemia linfoblástica aguda, que afecta la médula ósea.
Los síntomas de Cody incluyeron cansancio, dolor óseo y fiebre, todos similares a los registrados por coronavirus.
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Cody fue hospitalizado inmediatamente para iniciar con quimioterapias. Los médicos le dijeron a la familia que si no hubieran iniciado con el tratamiento “solo le quedarían semanas de vida”.
Además, necesitará de un trasplante de médula ósea y para eso toda su familia se ha ofrecido como donadores en caso de ser compatibles.
Nicola Ann Cook, tía de Cody, creó una página de GoFundMe para recaudar dinero que ayude a Lisa y a su esposo, el padre de Cody Richard Lockey, a enfrentar los gastos inesperados. Cook conoce el dolor de perder a una hija por cáncer.
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Toda la familia quedó devastada con el diagnóstico, sobre todo los hermanos de Cody, Cee-Jay, de 10 años, y Mia, de 13.
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