
Por ahora toca controlar tus antojos, mientras revelamos algunos de los mejores platillos.
(NOTICIAS YA).-"No hay amor más sincero que el amor a la comida", dijo George Bernard Shaw. A juzgar por la cantidad de platillos asombrosos que existen, tenía razón.
Pero ¿cuáles son los más sabrosos? ¿Cuáles son los mejores platillos?
Por ahora toca controlar tus antojos, mientras revelamos algunos de los mejores platillos latinos del mundo, según la lista creada por CNN:
43/50. TACOS, MÉXICO
Una tortilla fresca, hecha a mano, rellena con trozos pequeños de carne a la parrilla marinada con aceite y sal de mar, cubierto con guacamole, salsa, cebollas, cilantro o cualquier cosa que quieras. Son perfectos para el desayuno, para el almuerzo o la cena. Esta es la razón por la que ningún visitante se va de México pesando menos que cuando llegó.
26/50. FAJITAS, MÉXICO
Esta experiencia culinaria entusiasma a los aficionados del "hágalo usted mismo" de todo el mundo. Paso 1: Admira la carne mientras se cocina al fuego. Paso 2: Agrega a la carne porciones de chile, cebolla, guacamole, crema ácida y salsa y coloca sobre una tortilla de harina caliente. Paso 3: Promételes a todos los que lo escuchen que te comerás "una más y ya". Paso 4: repite.
20/50. AREPAS, VENEZUELA
Esta tortita de maíz es un lienzo delicioso en el que puedes pintar cualquier cantidad de complementos sabrosos: queso, pollo deshebrado, chicharrón de cerdo, perico, carne, jitomate o aguacate.
13/50. ELOTES, EN TODO EL MUNDO
Tal vez Dios creó al elote para tener una excusa para inventar la mantequilla derretida. Morder un elote tiene cierto encanto: es una operación lo suficientemente delicada como para exigir concentración, pero lo suficientemente básica como para hacerte sentir como el cavernícola que siempre quisiste ser. Los mejores platillos son platillos de cavernícola.
3/50. CHOCOLATE, MÉXICO
Los mayas lo bebían, Lasse Hallström hizo una película sobre él y el resto vivimos con culpa por comer demasiado y cada vez más. La historia de las humildes semillas de cacao es una auténtica historia de maravillas culinarias que la selva regaló a la civilización. Sin este alimento cremoso y agridulce, el Día de San Valentín sería poco más que tarjetas y flores y la Pascua se volvería un evento religioso aburrido más.