Al menos 50 personas, incluyendo mujeres y niños, fueron asesinadas tras un ataque armado ocurrido el domingo en plena celebración religiosa en una iglesia de Nigeria.
De acuerdo a información proporcionada por la Policía local, un grupo de cinco hombres arribaron en motocicletas a la iglesia de San Francisco Javier, ubicada en la localidad de Owo, y abrieron fuego deliberadamente mientras se celebraba una misa de Pentecostés.
Las autoridades confirmaron que los atacantes también detonaron explosivos contra los fieles. Las víctimas del ataque sufrieron desde heridas de bala hasta amputaciones causadas por las explosiones, aseguró un médico del hospital local.
El galeno informó a su vez de que una mujer ha perdido las dos piernas y aseguró que los niños heridos están siendo tratados en otro lugar del hospital, pero dijo no tener detalles sobre su estado.
Hasta el momento, ningún grupo criminal se ha atribuido el ataque mientras que las autoridades nigerianas tampoco han dado ninguna información sobre sus autores, ni sobre sus posibles motivaciones.
El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, calificó el domingo el ataque de “atroz”. El gobernador del Estado de Ondo, Arakunrin Oluwarotimi Akeredolu, interrumpió un viaje a la capital, Abuya, y regresó a Ondo tras el ataque. “Destinaremos todos los recursos disponibles para ubicar a los responsables y hacerles pagar”, dijo.
La sala de prensa de El Vaticano informó, por su parte, de que el papa Francisco “reza por las víctimas” del ataque, “muchos de ellos niños”, en el día en el que los católicos conmemoran una de sus principales fechas.
Nigeria es objeto de frecuentes atentados contra cristianos, pero estos se limitan casi siempre al norte del país donde profesan el islamismo, lo que hace extraño este incidente en esta parte del territorio.