«La gente lo está pasando mal»: desde aeropuertos a supermercados, el cierre de Gobierno de EE.UU. deja a muchos en apuros

Las repercusiones del cierre de Gobierno federal más largo de la historia de Estados Unidos se están sintiendo en todo el país, dejando a millones de ciudadanos en la incertidumbre y generando preocupación por una recesión económica.

Los viajeros, frustrados, buscaban alternativas ante la cancelación de más de mil vuelos este viernes y el retraso de miles más.

Quienes dependen de los cupones de alimentos se encontraban en una situación de incertidumbre mientras el Gobierno del presidente Donald Trump continuaba su batalla legal en los tribunales federales para evitar el pago completo de los beneficios correspondientes a noviembre.

Los empleados federales que llevaban semanas sin cobrar afirman que sus facturas estaban vencidas y que se les estaban agotando las opciones.

Con el Congreso en un punto muerto —la mayoría republicana aún no alcanza los 60 votos que necesita para aprobar una medida de financiación del Gobierno en el Senado, y la minoría demócrata se mantiene firme en sus demandas de financiación del seguro médico— no se vislumbra el fin del cierre del Gobierno.

El líder de la mayoría del Senado, John Thune, republicano de Dakota del Sur, declaró el viernes a la prensa que las negociaciones con los demócratas para llegar a un acuerdo fracasaron.

Thune les pidió a los senadores que permanecieran en Washington y estuvieran disponibles para votar este fin de semana.

El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer, afirmó que los demócratas aceptarían poner fin al cierre del Gobierno a cambio de un año más de subsidios mejorados de la Ley de Cuidado de la Salud Asequible (Affordable Care Act), en un intento por presionar aún más a los republicanos para que lleguen a un acuerdo.

La incertidumbre sobre cuándo terminará el cierre administrativo ha generado creciente preocupación por el daño que podría causar a la economía en general. Uno de los principales asesores económicos de Trump dio la voz de alarma el viernes.

El director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, declaró en Fox Business que el impacto económico del cierre es “mucho peor” de lo previsto inicialmente “porque se ha prolongado demasiado”.

“Si esto continúa así un mes más o menos, quién sabe lo mal que podría estar la economía este trimestre”, advirtió.

La reducción del 4 % en los vuelos nacionales ordenada por la Administración Federal de Aviación entró en vigor el viernes, lo que provocó la cancelación de más de mil salidas en 40 aeropuertos importantes. Se prevén nuevos recortes para el fin de semana debido a problemas con el personal de control del tráfico aéreo.

Además de las cancelaciones, los principales aeropuertos —incluidos los de Washington, Atlanta, San Francisco y Newark— estaban experimentando importantes retrasos debido a la falta de personal en las torres de control.

Viajeros de todo el país dijeron a CNN que temían que sus planes se vieran trastocados.

Alicia Leva tenía previsto casarse el sábado en el sur de Florida. Pero, dado que más de la mitad de sus invitados venían de todo el país, Leva comentó que sus planes de viaje se estaban desmoronando rápidamente.

“Cuando me enteré de los retrasos en los vuelos, me puse muy ansiosa”, declaró. Leva no quería comparar sus problemas con la boda con los de otras personas que se han visto profundamente afectadas por el cierre del Gobierno, pero aún lamentaba no poder celebrar como había imaginado el día especial de la pareja.

El viajero Jay Curley esperaba volar a Wilmington, Carolina del Norte, desde el aeropuerto internacional de Newark el jueves por la noche, pero en cambio iba a alquilar un coche, según declaró frustrado a CNN el viernes por la mañana.

“La gente lo está pasando muy mal aquí”, lamentó. Dirigiéndose a los legisladores federales, añadió: “No se trata solo de los viajeros, sino que está afectando a toda la economía, y ustedes son los culpables”.

Cuando a la madre de Luana Griffin le diagnosticaron cáncer terminal la semana pasada, reservó un vuelo para pasar unos días con ella.

El viaje de Griffin, de San Diego a Sacramento, está previsto para la semana que viene, según declaró a CNN.

Griffin explicó que tiene poco tiempo para ver a su madre porque trabaja por contrato. Cualquier retraso o cancelación de su vuelo de regreso podría obligarla a faltar al trabajo al día siguiente.

“Me queda muy poco tiempo con mi madre y tengo que tomar tantas otras decisiones; esto es lo último que necesito”, comentó a CNN en un correo electrónico.

Un juez federal dictaminó el jueves que la administración Trump debía pagar íntegramente los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria a más de 40 millones de estadounidenses este mes, en lugar de los pagos parciales que había propuesto.

“Las pruebas demuestran que habrá personas que pasarán hambre, los bancos de alimentos se verán desbordados y se producirán sufrimientos innecesarios. Eso es lo que significa en este caso un daño irreparable. El fin de semana pasado, los beneficios del programa SNAP se suspendieron por primera vez en la historia de nuestra nación. Este es un problema que se podría y se debería haber evitado”, declaró el juez federal de distrito John McConnell durante la audiencia del jueves en Rhode Island.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos anunció el viernes que estaba trabajando para financiar por completo los beneficios del programa de cupones de alimentos correspondientes a noviembre, en cumplimiento de la orden judicial federal, y que el proceso concluiría ese mismo día. Varios estados reaccionaron rápidamente a la noticia, afirmando que los beneficiarios comenzarían a recibir el dinero en los próximos días.

Pero más tarde, el viernes, la Corte Suprema suspendió temporalmente el fallo del tribunal inferior que exigía el pago completo de los beneficios, lo que generó más incertidumbre sobre si los beneficiarios de cupones de alimentos recibirían sus asignaciones completas en un futuro próximo.

Zacherie Martin, de 35 años y residente de Bremerton, Washington, manifestó que él y su novia están sin trabajo y dependen de los cupones de alimentos en parte porque nunca pueden predecir si los bancos de alimentos locales tendrán comida disponible.

Dijo que ha estado siguiendo las noticias sobre el cierre del Gobierno “muy de cerca” y que le está costando hacer planes, dada la incertidumbre sobre si recibirá los beneficios del SNAP y, en caso afirmativo, la cantidad.

“Me preocupa si podré comer algo antes del Día de Acción de Gracias, o incluso mañana por la noche, o esta misma noche”, sostuvo Martin.

Laura Bowles, una mujer embarazada y madre de cinco hijos de entre 4 y 13 años, residente en Virginia Occidental, está haciendo malabares con el sueldo de su esposo, que trabaja en Walmart, para poder alimentar a su familia y pagar las facturas este mes.

A principios de esta semana, declaró a CNN que su familia, que está creciendo, tuvo que tomar decisiones difíciles este mes, ya que sus beneficios del programa SNAP no se repusieron el primer día.

“Mis hijos comen mucho. Y la comida ya está carísima estos días. Ya era difícil”, dijo Bowles. “Es una lucha constante. Estoy embarazada otra vez, y eso no estaba en mis planes, pero era el plan de Dios. Supongo que la gente tiene dificultades en todas partes, pero aquí en Virginia Occidental es difícil. Se siente mucho más difícil aquí. Y esto solo empeoró las cosas. Mucho peor”.

Los recortes o retrasos en las prestaciones del SNAP también podrían perjudicar a las tiendas que venden a sus beneficiarios, especialmente a los establecimientos de comestibles más pequeños.

En 2023, SNAP generó ventas por US$ 124.000 millones en 262.000 comercios minoristas. La mitad de estas ventas se realizaron en hipermercados como Walmart. Una cuarta parte de las ventas correspondió a supermercados.

Las grandes cadenas como Walmart, Kroger y Dollar General pueden absorber los recortes al programa SNAP.

Son las pequeñas tiendas de comestibles independientes, que dependen de SNAP para obtener hasta la mitad de sus ventas y mantener márgenes de ganancia mínimos, las que son más vulnerables a los recortes, según economistas y comerciantes.

En mayo, el centro de estudios progresista Center for American Progress identificó a 27.000 minoristas —principalmente en zonas rurales con un alto porcentaje de beneficiarios del programa SNAP— como los más propensos a sufrir las consecuencias de los recortes a dicho programa.

En decenas de pequeños condados y territorios tribales, más del 30 % o 40 % de la población recibe beneficios del SNAP.

Aunque muchos han conservado sus puestos de trabajo, la mayoría de los empleados federales no han cobrado durante el cierre de Gobierno. Algunos declararon a CNN que las facturas se les están acumulando.

Lisa Morales, una enfermera que trabaja en una base militar en El Paso, Texas, afirma que pudo pagar el alquiler de octubre y noviembre, pero que no puede seguir adelante sin sueldo.

Comentó que no sabe cómo va a pagar el auto, el seguro, la gasolina, la comida, el alimento para su perro y los servicios este mes sin un sueldo.

Añadió que su casero no le ofrece ninguna solución y que no sabe dónde vivirá si el cierre no termina pronto.

“No tenemos derecho al subsidio por desempleo porque seguimos trabajando, así que no podemos recibirlo”, comentó. “Tendré que buscar otro trabajo este mes si el Gobierno sigue paralizado”.

En una reciente feria de empleo en McLean, Virginia, organizada por RockITGov, trabajadores federales en suspensión temporal de empleo ofrecieron relatos impactantes sobre la situación a la que se enfrentan. Pidieron permanecer en el anonimato para poder hablar con franqueza.

“No he cobrado. Estoy buscando la manera de mantener a mi familia. Tengo hijos pequeños”, contó un empleado federal. “Estamos intentando averiguar qué hacer, cómo está nuestra situación económica”.

Una trabajadora del Pentágono con nueve años de servicio, que aceptó la oferta de renuncia diferida en mayo, declaró que debía recibir sueldo hasta diciembre, pero que no ha cobrado desde principios de octubre debido al cierre del Gobierno.

Añadió que planea no viajar ni dar regalos durante las fiestas. “Me preocupan los pagos del vehículo. Probablemente llame al banco para ver si puedo aplazar uno”, indicó. “Puede que tenga que recurrir a mi fondo de jubilación si se me acaban los ahorros”.

Dianne Gallagher, Brian Todd, Devan Cole, Nathaniel Meyersohn, Kit Maher, Tami Luhby, Ted Barrett, Ellis Kim, Sarah Ferris, Aaron Cooper y Alisha Ebrahimji de CNN contribuyeron a este informe.

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