(CNN) — El Gobierno de Biden comunicó al Congreso su intención de vender aviones de combate F-16 a Turquía después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan firmara el jueves la adhesión de Suecia a la OTAN, un hecho que pone fin a más de un año de negociaciones silenciosas y complicadas.
El Departamento de Estado envió la notificación formal sobre la propuesta de venta de US$ 23.000 millones al Congreso el viernes. El Departamento de Estado también envió al Congreso una notificación formal sobre su intención de vender a Grecia aviones F-35 por un valor de US$ 8.600 millones. Se espera que el Congreso apruebe ambas ventas.
El secretario de Estado, Antony Blinken, estuvo trabajando durante meses con funcionarios turcos y legisladores estadounidenses para llegar a un acuerdo que pusiera fin a la obstrucción de Erdogan a la candidatura sueca a la OTAN y por el que Turquía recibiría los cazas, una de sus principales peticiones a Estados Unidos.
Cuando Suecia, junto con Finlandia, solicitó por primera vez unirse a la alianza defensiva en mayo de 2022, Turquía trató de involucrar directamente a EE.UU. en las negociaciones, una maniobra que EE.UU. rechazó, según un funcionario estadounidense. Sin embargo, la administración era consciente de que EE.UU. disponía de un punto de apoyo clave, los F-16, en caso de que fuera necesario.
Una vez que Turquía aprobó la adhesión de Finlandia en marzo de 2023, Blinken trabajó intensamente entre bastidores para intentar conseguir la aprobación de Suecia antes de la cumbre de la OTAN del verano pasado en Vilna, Lituania.
Durante un viaje a Turquía en febrero de 2023, Blinken se reunió con Erdogan, quien insistió en la necesidad de que Estados Unidos entregara a Turquía los F-16 antes de que él aprobara el ingreso de Suecia en la alianza. Blinken, a su vez, le dijo al presidente turco en múltiples ocasiones que los miembros del Congreso no aprobarían la venta de los jets hasta que Turquía permitiera a Suecia ingresar en la OTAN.
Fue en ese momento, según el funcionario estadounidense, cuando la administración decidió aprovechar los reactores de forma más directa. El proceso avanzó más rápidamente con el nombramiento de Hakan Fidan como ministro de Asuntos Exteriores de Turquía. Se consideraba que Fidan tenía una relación más estrecha con Erdogan que su predecesor. Blinken y Fidan se reunieron al margen de una conferencia en Londres a finales de junio de 2023 para concretar los detalles de un posible acuerdo.
Tras esa reunión, Blinken trató el asunto con el entonces presidente de Relaciones Exteriores del Senado, Robert Menéndez —que se había opuesto durante mucho tiempo a la venta de los aviones a Turquía—, y con otros miembros del Congreso. El senador de Nueva Jersey y otros dejaron claro que querían asegurarse el apoyo de Grecia. Blinken mantuvo extensas conversaciones con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, para discutir lo que Grecia necesitaría para sentirse cómoda si Turquía recibía aviones. Turquía y Grecia mantienen una relación increíblemente tensa.
Tras esos meses iniciales de negociaciones, el primer obstáculo se salvó en Vilna, cuando Erdogan se comprometió públicamente a avanzar en la adhesión de Suecia.
El esfuerzo intensivo pasó a centrarse en garantizar que el parlamento turco votara a favor de la adhesión. Mientras Estados Unidos trabajaba para consolidar el acuerdo, Blinken y Fidan hablaron semanalmente durante el otoño y el invierno, según el funcionario estadounidense. El alto diplomático estadounidense habló con el primer ministro griego media docena de veces. Habló extensamente con Menéndez y su sucesor, el senador Ben Cardin, y con los dirigentes de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes para tratar de calmar sus preocupaciones sobre la venta de los F-16.
El Parlamento turco votó finalmente a favor de la adhesión de Suecia a la OTAN el martes, y Erdogan firmó los instrumentos de ratificación el jueves.
A continuación, los documentos fueron enviados desde Turquía a Estados Unidos para ser depositados físicamente en una cámara acorazada del Departamento de Estado, que actúa como depositario del tratado para la OTAN, el viernes.
Este era el último paso necesario antes de que el organismo enviara las notificaciones formales sobre las ventas de los F-16 al Congreso. El funcionario estadounidense dijo que se trataba de asegurar al Congreso que Turquía no tenía forma de echarse atrás en el acuerdo.
Hungría aún debe aprobar la candidatura sueca a la OTAN para que el país se convierta finalmente en miembro.
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