Un tribunal en China condenó a muerte a 11 personas por su papel en un imperio criminal multimillonario dirigido por una familia y levantado a partir de operaciones de estafa y apuestas en línea en una remota región fronteriza de Myanmar, así como por la muerte de trabajadores que intentaron escapar.
Once miembros y allegados de la familia criminal Ming fueron condenados a muerte el lunes por el Tribunal Popular Intermedio de Wenzhou, en la provincia oriental china de Zhejiang, según un comunicado judicial.
La familia Ming es una de las llamadas “cuatro familias” del norte de Myanmar: organizaciones mafiosas acusadas de gestionar cientos de complejos dedicados al fraude en línea, la prostitución y la producción de drogas, y cuyos miembros ocupan puestos destacados en el gobierno local y en milicias afines a la junta gobernante de Myanmar.
La familia, encabezada por Ming Xuechang, llevaba mucho tiempo vinculada a un complejo infame llamado Villa del Tigre Agazapado en Kokang, una región autónoma fronteriza de Myanmar con China. En su apogeo, el grupo contaba con 10.000 personas que realizaban estafas y otros delitos para ellos, según informó la cadena china CCTV.
Laukkaing, capital de Kokang, se encontraba en el corazón de la multimillonaria industria de la estafa del país, donde se utilizaba a trabajadores víctimas de trata para estafar a desconocidos con sofisticados esquemas en línea. El dinero procedente de las actividades ilícitas había transformado a la empobrecida ciudad fronteriza en una deslumbrante ciudad casino.
Ante la demora de la junta en cerrar los centros de estafa —una prioridad de seguridad apremiante para Beijing— y tras años de quejas de las familias de las personas víctimas de trata para trabajar en ellos en su frontera suroeste, así como de la creciente cobertura mediática internacional, China lanzó una ofensiva en 2023.
Ese noviembre, China emitió órdenes de arresto contra varios miembros de la familia, acusándolos de fraude, asesinato y trata, y ofreció recompensas de entre US$ 14.000 y 70.000 por su captura. El jefe de familia, Ming Xuechang, quien también fue miembro del parlamento estatal de Myanmar, se suicidó mientras se encontraba detenido, según informaron entonces medios estatales chinos.
Su hijo, Ming Guoping, líder de la Fuerza de Guardia Fronteriza de Kokang, alineada con la junta, su hija Ming Julan y su nieta Ming Zhenzhen también fueron arrestados.
Junto con grupos criminales aliados, los crímenes de la organización causaron la muerte de 10 personas que desobedecieron a la dirección del grupo o intentaron escapar de las instalaciones, según el comunicado del tribunal chino.
En un incidente ocurrido en octubre de 2023, cuatro personas murieron cuando miembros del grupo presuntamente abrieron fuego contra personas en una instalación fraudulenta. En un informe sobre el tiroteo, el medio estatal chino CCTV informó que el grupo estaba trasladando a trabajadores del parque de fraude cibernético bajo vigilancia armada tras recibir información de que la policía planeaba una redada en las instalaciones.
Otros cinco acusados recibieron penas de muerte suspendidas de dos años, y otros 12 recibieron penas de prisión de entre cinco y 24 años, según el comunicado del tribunal.
Desde 2015, la familia Ming utilizó su influencia en la región de Kokang para desarrollar diversos complejos y reclutar “financistas” y protección armada para construir una red de fraude en telecomunicaciones, casinos, narcotráfico y prostitución organizada, según declaró el tribunal.
Según el Instituto para la Paz de Estados Unidos, fundado por el Congreso de Estados Unidos, más de US$ 43.000 millones se pierden anualmente en estafas en el sudeste asiático por parte de grupos criminales regionales.
En Myanmar, los complejos de estafas se han visto protegidos por la corrupción y la anarquía que han saturado durante mucho tiempo las regiones fronterizas del país. Sin embargo, las organizaciones criminales y los grupos armados que las albergan han aprovechado cuatro años de devastadora guerra civil para expandir sus negocios.
La represión china que condujo al arresto de la familia Ming y otros en Kokang se produjo tras una ofensiva rebelde coordinada contra el ejército de Myanmar en octubre de 2023. China había estado presionando públicamente a la junta para que tomara medidas enérgicas contra la delincuencia transfronteriza dirigida contra ciudadanos chinos. Los rebeldes también alegaron la necesidad de desmantelar las masivas operaciones de estafa como justificación de su ofensiva, a la que, según los analistas, China probablemente dio luz verde.
Finalmente, obligaron al ejército y a sus aliados a abandonar Laukkaing.
Las autoridades chinas afirman que más de 53.000 “sospechados” de ser chinos, incluidas víctimas de trata, han sido devueltos a China desde centros de estafa en el norte de Myanmar.
También se han llevado a cabo campañas represivas muy publicitadas contra los centros de estafa de Myanmar en el sur del país, tras la presión de las autoridades chinas y tailandesas.
Sin embargo, expertos y analistas declararon previamente a CNN que la industria del ciberfraude se está expandiendo rápidamente a través de mercados ilícitos en línea, donde las organizaciones están adoptando criptomonedas e invirtiendo en desarrollos tecnológicos de vanguardia en inteligencia artificial para mover dinero con mayor rapidez y aumentar la eficacia de sus estafas.
Kloe Zheng, de CNN, colaboró con este reportaje.
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