La escena parece casi postapocalíptica. Un convoy de soldados rusos emerge de una densa niebla y avanza hacia la ciudad ucraniana de Pokrovsk, en el este. Algunos de los soldados van en motocicletas y ciclomotores; otros aparecen de pie en la parte trasera de una camioneta destartalada. Un grupo viaja en un vehículo equipado con un extraño armazón en forma de jaula.
Por extraño que parezca, el breve video, que fue publicado en redes sociales y geolocalizado por CNN a solo unos kilómetros de Pokrovsk, ofrece un vistazo a las formas cambiantes en que Rusia está librando su guerra en Ucrania.
Si Pokrovsk cae en manos de las fuerzas rusas, como ahora parece cada vez más probable, será la ciudad más grande tomada por Moscú desde la captura de Bakhmut en mayo de 2023.
Al igual que Bakhmut, Pokrovsk ha quedado en su mayor parte reducida a escombros, y su importancia estratégica ahora está muy disminuida. Pero, como antes Bakhmut, Pokrovsk también se ha convertido en un símbolo de la resistencia de Ucrania.
Por eso el presidente de Rusia, Vladimir Putin, parece dispuesto a pagar casi cualquier precio por ella, y por eso el Ejército ucraniano sigue intentando mantenerla, aunque la situación se vuelve cada vez más desesperada.
Aunque el destino de las dos ciudades orientales pueda parecer muy similar, soldados en el terreno, observadores militares y analistas dicen que la forma en que Rusia las ha abordado es muy diferente, y el cambio de tácticas cuenta la historia de cómo la guerra ha evolucionado en los últimos dos años.
La principal razón de esta transformación es la proliferación masiva de drones, con avances tecnológicos recientes que han hecho posible desplegar muchos más a distancias mucho mayores. Esto ha ampliado de manera efectiva las “zonas de muerte” a ambos lados de la línea del frente entre las tropas rusas y ucranianas, haciendo que los avances en el campo de batalla sean mucho más difíciles.
En lugar de usar blindados pesados para avanzar por la fuerza, las tropas rusas buscan cada vez más infiltrarse en zonas ucranianas con vehículos no convencionales como ciclomotores y cuatrimotos.
Un soldado de la 129ª Brigada de Ucrania, actualmente desplegado cerca de Kostiantynivka, al noreste de Pokrovsk, dijo a CNN que el primer encuentro de su unidad con rusos en buggies fue “extremadamente inesperado”, pero que, sin embargo, tenía sentido.
“Es lógico. Atacamos con drones, y es más fácil (para ellos) moverse (usando) transporte ligero”, dijo el soldado. Pidió permanecer en el anonimato por motivos de seguridad.
El Ministerio de Defensa de Ucrania dijo el martes que se estima que unos 300 soldados rusos están ahora dentro de Pokrovsk, aunque recalcó que la lucha continúa.
Rusia ha estado avanzando lentamente sobre Pokrovsk durante casi dos años, después de la ruptura en Avdiivka, más al este, a principios de 2024.
Mason Clark, director del Proyecto de Defensa de Europa en el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un observatorio de conflictos con sede en Washington, dijo a CNN que, al igual que con la captura de Avdiivka, Rusia avanzó hacia Pokrovsk “para obligar a las tropas ucranianas a retirarse eventualmente o, idealmente, rodear completamente a las fuerzas ucranianas”.
“Eso es diferente a Bakhmut, que fue mucho más un asalto frontal directo y desgastante en terreno urbano a propósito. (En Pokrovsk) el objetivo operativo ha sido rodear a las tropas ucranianas, en lugar de necesariamente limpiar la ciudad bloque por bloque”, dijo.
Aunque las fuerzas de Moscú no han rodeado completamente Pokrovsk, han logrado cortar las líneas de suministro ucranianas.
Un médico de combate ucraniano, cuya unidad está combatiendo actualmente en Pokrovsk y en la cercana ciudad de Myrnohrad, dijo que las extracciones desde la ciudad son casi imposibles en este momento, ya que los vehículos de evacuación no pueden acercarse a menos de 10 a 15 kilómetros de la ciudad, y aun esa proximidad sigue siendo extremadamente riesgosa debido a los drones.
“Los heridos graves no llegan al punto de estabilización (médica). Si alguien sufre una herida moderada, llegará a mí en estado grave, si tiene la suerte de llegar. Las heridas leves llegan como moderadas”, dijo a CNN. Pidió que no se revelara su nombre porque no está autorizado a hablar con los medios.
“En este momento, tenemos a varias personas que han estado en posición con heridas graves durante dos semanas. Hay uno que lleva una semana en estado grave y no podemos sacarlo”, agregó.
Las fuerzas armadas ucranianas ha intentado usar vehículos blindados no tripulados para evacuar a los heridos, pero el médico que trabaja en Pokrovsk dijo que estos vehículos atraen una enorme cantidad de fuego ruso, aunque el derecho internacional prohíbe los ataques contra transportes médicos desarmados y claramente identificados.
La batalla de Bakhmut en la primera mitad de 2023 estuvo marcada por lo que los ucranianos llamaron asaltos de “picadora de carne”, en los que oleadas de tropas rusas seguían avanzando hacia posiciones ucranianas bien defendidas. La idea era que, al abrir fuego las tropas ucranianas, revelaran sus posiciones.
Esta táctica provocó tasas de bajas extremadamente altas entre las tropas rusas, que esencialmente eran enviadas al frente para morir. Quienes intentaban retroceder corrían el riesgo de ser fusilados por sus propios superiores.
Soldados ucranianos que combatieron en Bakhmut contaron a CNN que mataban a decenas de soldados rusos cada día, cuyos cuerpos quedaban congelados en los campos, mientras otra oleada de tropas era enviada a la misma misión al día siguiente. Finalmente, por pura superioridad numérica, este enfoque ruso funcionó, agotando a las fuerzas armadas ucranianas tras meses de combates.
Sin embargo, ahora las tácticas han cambiado.
“En Bakhmut, el grupo Wagner enviaba personal a campo abierto para atraer el fuego ucraniano, esperando que los mataran… ahora la intención es que la mayor cantidad posible de estos efectivos se acerquen a las posiciones ucranianas. No los envían para que los maten”, dijo Mason Clark, del ISW.
El soldado de la 129ª Brigada dijo a CNN que los grupos de asalto rusos también se han vuelto más pequeños.
“En zonas urbanas, solían moverse en grupos de cinco a siete personas. Ahora es un máximo de tres. Pero son difíciles de rastrear con drones de reconocimiento, porque hay menos movimiento en la pantalla”, dijo el soldado, que pidió no ser identificado por razones de seguridad.
Otro combatiente, de la unidad de drones ucraniana “Peaky Blinders”, también dijo que los rusos suelen moverse en grupos de tres, y agregó que las tasas de desgaste siguen siendo altas. “(Ellos) cuentan con que dos serán destruidos, pero uno aún llegará a la ciudad y logrará establecerse allí. Unas 100 de estas agrupaciones pueden pasar en un día”, dijo a CNN la semana pasada, bajo condición de anonimato.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido estima que, de las más de 1,1 millones de bajas que Rusia ha sufrido desde que lanzó su invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, un tercio fueron muertos o heridos este año.
“Esto es factible para los rusos porque han aceptado un ritmo de avance muy lento, y este tipo de enfoque operativo avanza muy despacio, mientras que en 2022 y 2023 todavía daban más importancia a avanzar rápidamente”, dijo Clark.
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